Noruega, el país que exporta petróleo y gas pero quiere eliminar el combustible de sus autos

marzo 1, 2017 en Novedades por Mauro Osorio

Noruega electricos

Pese a tener petróleo y gas en cantidad suficiente para autoabastecerse y exportar, en Noruega uno de cada cuatro autos que se patentan es eléctrico. Objetivo a 2025.

País pequeño, frío y verde, Noruega tiene sus particularidades en lo que a autos se refiere. El país nórdico viene a confirmar que la relación entre reservas de petróleo y desarrollo de autos eléctricos no es tan sencilla como parece.

Me explico: cada vez que se encuentran nuevas reservas de petróleo, analistas de mercado dicen que eso retrasará la llegada de los autos eléctricos. Bueno, Noruega tiene suficiente petróleo para consumo interno y para exportar, y sin embargo es la pionera mundial en movilidad sin emisiones.

Hoy uno de cada cuatro autos que se patentan en Noruega es eléctrico y se los puede distinguir por las chapas que comienzan con EL. A diciembre de 2016 se contabilizan en ese país 100 mil autos entre eléctricos enchufables e híbridos, nada mal para un mercado chico.

El Parlamento de Noruega estima que para 2025 prácticamente no se venderá ningún auto que no sea eléctrico, híbrido enchufable o de pila de combustible. Los nafteros y gasoleros se están marginando de forma progresiva, en un largo proceso que lleva en marcha casi 30 años.

Tampoco la red eléctrica ha sufrido sobrecargas por la nueva movilidad, ya que el sistema está preparado, con 98% de la energía proveniente de centrales hidroeléctricas. Por eso el petróleo que no se usa: en 2016 fueron refinados 1.948 millones de barril diarios, pero los noruegos consumieron sólo 234 millones.

 

Desde la década de los 90 Noruega exime de impuestos la compra/importación de vehículos eléctricos. A lo largo de esa década se lograron otros benefícios, como el impuesto de circulación reducido, la gratuidad en los peajes de autistas y el estacionamiento municipal gratuito. Más adelante llegaron más ventajas como la exención del IVA, uso de carriles exclusivos, entre otros beneficios

Ahora las autoridades comienzan a pensar qué se irá sacando de estos incentivos, ya que al ritmo actual pronto serán más los beneficiados que los que deben sustentar al sistema. Los impuestos a los autos caros, potentes y grandes son muy altos en Noruega. La revisión de incentivos comenzará en 2018.

En 2015 existían en Noruega 1.350 puntos de carga y para 2020 debería haber más de 25.000 si se quiere tener un punto de carga cada 10 autos. Los puntos más grandes permiten la carga simultanea de 28 autos.

Cambio de paradigma

Las claves del cambio de paradigma respecto a los autos eléctricos son varias. Por un lado, es cierto que hay petróleo suficiente en el mundo para mover autos por mucho tiempo, pero lo que se está haciendo insoportable es la vida en las grandes ciudades, sobre todo las que crecen exponencialmente como las chinas.

Justamente en China se viene una auténtica revolución con la movilidad eléctrica, ya que los autos eléctricos son más sencillos de fabricar y tienen un mantenimiento mucho más simple y económico que los autos a combustión. China vio el cambio de paradigma y quiere moverse antes que el resto.

Ese otro de los puntos importantes. Hoy los autos eléctricos, sin inventivos, son bastante más caros que los tradicionales. Pero debido a su sencillez mecánica, cuando se desarrollen suficientemente las tecnologías involucradas, la ecuación comenzará a cambiar.  Ningún fabricante quiere que le pase lo que le sucedió a Volkswagen, que un proveedor desarrolló sus propios vehículos eléctricos más baratos.

El cliente también verá beneficio. Un Nissan Leaf, por ejemplo, necesita un cambuo de  filtro de habitáculo cada 30.000 kilómetros y líquido de frenos cada 60.000 kilómetros. No hay que cambiar aceite, bujías, filtros de aire de admisión, embrague, correas, filtros de partículas y ese largo etcétera que cualquiera que maneja un auto a diario conoce.

El costo de las baterías y los problemas de autonomía son todavía las grandes contras del sistema eléctrico, sumados a los costos de infraestructura tanto domiciliaria (cargar en un enchufe común tarda demasiado tiempo) como pública. Dependerá, en gran parte, del impulso que le den los estados a los autos no contaminantes.

Fuente: Pistonudos/ Gulf News

 

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