Peugeot 208 GT

El Peugeot 208 GT es una pequeña joya, de andar muy destacado y diseño más atrevido. Es caro, sí, pero cubre un nicho que la marca del león siempre tuvo en Argentina y que sus fieles no abandonan. 

El Peugeot 208 es un modelo nacional, que se hace en la planta bonaerense de El Palomar gracias a un inversión de 320 millones de dólares. La versión GT, en tanto, se importa desde Eslovenia y viene a ocupar un nicho pequeño pero muy fiel: Peugeot es una marca con mucha tradición en Argentina y la serie 200 siempre tuvo algún producto aspiracional traído de Europa.

La sigla GT remite a deportividad, pero comparativamente, este 208 GT no es un deportivo con todas las letras. La razón es sencilla: los deportivos clásicos están en retirada en Europa, por las restricciones a las emisiones de gases. Si en algún momento hay un 208 GTi, seguramente será híbrido.

Desde que se comenzó a vender en Argentina, el 208 GT es un auto caro caro, ya que por su precio (que en nuestro país es relativo) se pueden conseguir productos de segmentos superiores. Pero, veremos, no tiene problemas para venderse. Lo manejé por una semana en Córdoba. Antes, había probado las otras dos versiones.

Peugeot 208 GT

  • Origen: Eslovenia
  • Precio: $4.463.545
  • Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros

Por fuera

Peugeot 208 GT

Este 208 está construido sobre la misma plataforma del modelo nacional y no tiene grandes diferencias de estructura. No viene en tres puertas, como manda la historia, y tiene las mismas medidas. Los cambios, además del motor, son estéticos: la parrilla es distinta, es un poco más bajo, tiene un alerón distinto, llantas especiales y unos curiosos pasarruedas pintados de negro.

Digo que es curioso porque este recurso está muy de moda en los SUVs, no así en un deportivo. Sin embargo, debo decir que a mí me gustó desde el primer momento en que lo vi. O sea: teóricamente la idea no me cierra del todo, pero me gusta cómo se ve. Eso sí, me parece que agrada mucho en el amarillo, no tanto en el rojo ni en el negro, los otros dos colores en los que se ofrece.

Peugeot 208 GT
Los pasarruedas negro brillante son la singularidad del 208 GT. UNa idea no muy clásica, pero al menos en este amarillo se ve muy bien.

El 208 me parece un lindo auto y este GT suma agresividad y espíritu deportivo. Llama mucho la atención en la calle y eso puede deberse a su diseño en sí o a la mencionada relación de Peugeot con el público argentino. Casi no hay más hatchs del segmento B con aires deportivos en el mercado argentino, y Peugeot sabe que hay un nicho, pequeño pero muy aprovechable.

Peugeot 208 GT

Funcionalmente el diseño es correcto. Pese a ser un auto muy nuevo, el 208 tiene medidas de segmento B clásico, y es menos amplio que varios competidores. El doble escape trasero le da un lindo detalle y lo mismo para el difusor. La altura libre del suelo es menor, pero no llega a ser muy baja. Las cubiertas de perfil bajo son un peligro en las calles tan rotas de Córdoba, pero le quedan muy bien, y es lo que se espera en un auto como éste.

Por dentro

Peugeot 208 GT

Este 208 GT es, seguramente, el segmento B generalista mejor terminado por dentro, básicamente porque no hay muchos que tengan calidad de plásticos a nivel europeo en buena parte del torpedo. Se siente bien y es cómodo, más allá de algunas elecciones que no serán del gusto de todos.

Salvo por este detalle de los plásticos soft touch, no hay tantas diferencias con el modelo nacional. Tiene el mismo planteamiento volante chico-i-cockpit-pantalla orientada al conductor, aunque ésta es un poco más grande. Hay gente a la que le disgusta eso de ver el tablero por arriba del aro, a mí no me molesta y me gusta el grip del volante.

Tiene, además, detalles de iluminación en color en todo el interior, que quedan muy bien y ayudan a crear un ambiente muy agradable. El techo, como en el nacional, es panorámico y de vidrio, pero no se abre, lo que ayuda a este ambiente muy iluminado aunque no tanto al clima. Las butacas son distintas, más grandes y con mejor agarre lateral.

Peugeot 208 GT
I-cockpit le dice Peugeot a este volante chico y con el tablero digital que debe verse por arriba del aro, más una pantalla multimedia orientada al conductor. El volante de base plana dice GT y la calidad de los materiales es superior al 208 nacional.

Este es un auto que está pensado para un público joven, muy divertido de manejar y con muchos detalles deportivos, pero no es un auto de lujo en su mercado de origen. Por el precio al que llega acá, se podrían pedir detalles más sofisticados, como butacas con regulación eléctrica (y calefaccionadas, por qué no) o un equipo de sonido firmado por alguna marca de audio reconocida.

En seguridad es completo y trae lo importante, 6 airbags y algunas asistencias a la conducción, pero no trae control de velocidad crucero adaptativo, algo muy útil en el día a día de las ciudades. De nuevo: es completo, pero no lujoso.

La botonera «estilo aviador» tiene unas teclas extras respecto al modelo nacional, que permite acceder más fácil a algunas funciones para no depender tanto de la pantalla táctil. La pantalla, de 10″, anda perfectamente bien y tiene un montón de funciones como Android Auto-Apple CarPlay, además de carga inalámbrica para los celulares compatibles.

Peugeot 208 GT
Toda la parte central tiene plástico negro estilo «black piano», algo cada vez más común en autos de todas las latitudes.

Las plazas traseras no son de las más amplias del segmento, y las butacas grandes de este GT dejan menos espacio, lo que es entendible en un auto de esta propuesta, que hace 10 años hubiese venido en carrocería tres puertas. Quien lo piense como auto de todos los días para una familia debería tenerlo en cuenta. El baúl, en tanto, tiene 311 litros, chico pero en la media de los hatchs del segmento. El auxilio es de tipo temporal.

Peugeot 208 GT
Alerta de cambio de carril y sensores de ángulo muerto, entre las asistencias a la conducción. Le falta control de velocidad crucero adaptativo.
Peugeot 208 GT
El baúl es chico como en todos los hatchs del segmento B, aunque bien aprovechable.

En marcha

Peugeot 208 GT

El 208 GT es un auto muy divertido de manejar y realmente felicito a quienes lo eligen, pudiendo comprar autos de mayor tamaño. La plataforma CMP ha dado muestras de excelente desempeño, pese a un esquema de suspensiones traseras sin sofisticación. El 208 nacional anda bien, y este le suma un poco de pimienta.

Pero no es un deportivo al estilo del 208 GTi anterior (208 caballos), un auto para llevarlo al track day. El motor 1.2 turbo de tres cilindros viene configurado en 130 CVs de potencia, que son menos caballos que los que traía el 208 GT anterior (brasileño) con el 1.6 THP (165 CVs).

Dicho esto, hay que decir que anda muy pero muy bien. A este motor lo manejé por primera vez en el Citroën C4 Cactus español y me encantó por su equilibrio. Lo mismo sucede acá: tiene buena respuesta, con consumos acotados y mueve excelentemente bien a los 1.252 kilos que pesa esta versión. 230 Nm de torque a 1.750 rpm son un valor que hace la diferencia. Pensemos, por ejemplo, que el motor estrella de Volkswagen (1.0 TSI) tiene 200 Nm.

Se combina con la conocidísima caja Aisin de seis marchas. En Europa trae caja ocho marchas, pero por alguna razón aquí se cambió. No me parece mala elección: no siempre más marchas son mejor, sobre todo con motores turbo, porque las posibilidades son tantas que a veces la electrónica no sabe qué hacer. No manejé el europeo para comparar, pero el funcionamiento de esta caja de sexta me gustó.

Acelera de 0 a 100 en 9,6 segundos y tiene una máxima de 205 km/h. La dirección eléctrica es muy acertada, suave en ciudad y bastante comunicativa en velocidad. Dobla bien, sin ser un deportivo, y las llantas de perfil bajo ayudan, aunque en la ciudad puedan ser medio ásperas. De nuevo: es un auto muy divertido de manejar.

Consume poco: en ciudad ronda los 9,3 litros cada 100 km con tráfico más o menos fluido. En ruta a 100  km/h apenas 5,3 litros y a 130 sube a alrededor de 7,3 litros, siempre valores orientativos. Tiene muy buen aislamiento acústico, pero el sonido del motor y el escape se meten un poco en el habitáculo, lo que supongo que es la idea, porque suena bien.

Llegando

Peugeot 208 GT
Amarillo Faro, Rojo Elixir y Blanco Nacré son los colores disponibles para el GT.

Este 208 GT es un excelente auto aunque no sea un deportivo al estilo de algunos antecesores de la gama 200, y esto se explica por las reglamentaciones vigentes en Europa. Es un auto para un pequeñísimo nicho de gente que todavía quiere a los hot hatchs, por sensaciones y también por apariencia. No será la compra más racional, pero así ha sido toda la vida.

En uno de los concesionarios locales de Peugeot recibieron cuatro unidades del GT y las vendieron a las cuatro en pocos días. El último comprador fue un señor de 72 años que lo vio en la vidriera (color rojo) y se enamoró. No se puso a comparar: le encantó y se lo llevó.

Peugeot 208 GT

Los rumores dicen que el 208 nacional va a recibir el motor 1.0 de tres cilindros que Fiat desarrolló en Brasil, cuya potencia estará arriba de los 120 CV y 200 Nm de torque (ver más). Creo que le vendrá muy bien para una edición con estética similar a este GT, pero precio más accesible. Para un deportivo de verdad habrá que esperar una opción híbrida.

El 208 GT es un chiche para quienes disfrutan de tener un auto distinto, llamativo y muy disfrutable. No es una compra muy racional, pero así ha sido el mundo de los autos desde siempre. Ojalá haya más modelos como éste.

Peugeot 208 GT


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