Desde Renault Kwid a Fiat Argo, hay muchos modelos que se discontinuaron o limitaron por las restricciones a las importaciones y ahora están en condiciones de volver.
Así como ya pasó en 2015 y en cada cambio de signo político en el estado argentino, el mercado de autos reacciona rápido a las nuevas reglas económicas. Lo que hasta hace poco era un mercado con grave escasez de oferta (no había autos) se convirtió en un mercado con poca demanda (hay autos pero pocos compradores) debido a la brutal caída del poder adquisitivo de los salarios.
Las restricciones que existían para importar autos han desaparecido, al menos en los papeles. Ya no hace falta aprobación de cada pedido por el gobierno, pero los pagos en diferido a 180 días funcionan en la práctica como freno, ya que las automotrices han terminado 2023 con fuertes deudas con el extranjero y no pueden arriesgar a importar autos que van a pagar en 6 meses. Hoy el dólar está relativamente quieto, pero en Argentina siempre es motivo de incertidumbre.
Con una devaluación de 145% y un aumento del impuesto PAIS que agregó otro 10%, las automotrices dicen que todavía no han pasado a precio la totalidad del costo del auto importado y que la rentabilidad es mínima o inexistente. Del otro lado, el consumidor escapó de los salones de venta con precios que se han multiplicado por 2. En los tres primeros meses del año se patentaron 84.261 unidades, esto es un 30,2% menos que en el mismo período de 2023.
La reactivación arranca por arriba
Dentro de este panorama, hay dos grandes orígenes para los autos importados, los que llegan sin aranceles principalmente de Brasil y México, y los que pagan 35%, todo el resto del mundo, principalmente Europa y China más unos pocos de los Estados Unidos.
Los autos de «extrazona» nunca dejaron de importarse, aunque muchos lo hicieron a cuentagotas por las restricciones del gobierno anterior. Como cubren segmentos medios y altos, su público es menos sensible a las crisis y, de hecho, muchos estuvieron «baratos» por la amplia brecha entre el dólar oficial y el paralelo.
Ahora, con precios en dólares «crocantes», los importados extrazona han subido mucho en términos reales, pero a la vez se espera que el comprador de este tipo de autos sea el primero en reaccionar al aumento de oferta. El «campo», como se dice habitualmente, no sólo compra camionetas hechas en Argentina, y se espera que sea el primer sector en volver a los concesionarios.
No vale la pena mencionar los modelos que van a volver o lanzarse dentro de los importados extrazona, porque la lista es virtualmente infinita, tanto para importadores natos como para marcas con fábricas en Argentina. Depende, más que nada, de la habilidad para encontrar un nicho apetecible y de resolver la forma de pago al exterior.
Para los importadores de extrazona que deben pagar 35% de aranceles siempre ha sido difícil competir en los segmentos masivos, pese a varios intentos de chinos y coreanos. No parece ser este tiempo la excepción, pero habría que estar atentos.
Los autos «populares» que podrían volver
Como las terminales automotrices tenían restringido el acceso a dólares oficiales, optaron por seguir importando desde Brasil vehículos de precio unitario más alto para poder tener mejor margen. Los autos «económicos» fueron la primera víctima del sistema del anterior gobierno.
Algunas automotrices no sacaron de oferta sus modelos, aunque en la práctica no se veían en los salones y sólo estaban disponibles bajo plan de ahorro. En esos casos, las unidades ya comenzaron a llegar: es el caso, por ejemplo, de Volkswagen, con modelos como Polo, Virtus o Saveiro, que habían desaparecido en favor de T-Cross y Nivus, y que ahora tienen stock en todo el país.
Nissan ya no tiene autos «populares» como el March, pero mantuvo siempre en oferta al Versa, que se hace en México y ahora debería despegar un poco. Honda también se ha quedado sin vehículos básicos, pero el resto de su gama está volviendo con todo.
En el caso de Toyota, discontinuó el Etios pero le puso todas las fichas al Yaris. La japonesa es un buen ejemplo del cambio de coyuntura: el Yaris llegaba poco y se destinaba casi todo a planes de ahorro, y en los primeros meses de 2024 va camino a convertirse en el auto más vendido, amenazando al Cronos. El próximo paso para Toyota es lanzar el nuevo Yaris Cross, un SUV del segmento B.
Renault es una marca que se adaptó a las circunstancias y sacó de catálogo al popular Kwid, un citycar de buen precio y aceptación, en favor de los nacionales Sandero, Logan y Stepway. Ahora es muy posible que el Kwid vuelva (ya tiene control electrónico de estabilidad o ESP) y se preparan para el lanzamiento del SUV Kardian.
Peugeot tiene a su modelo más accesible fabricado en Argentina, el 208, por lo que no sólo no despareció, sino que fue el segundo más vendido en 2023. En su oferta Mercosur no tiene nada que pueda volver. El 2008 fue muy restringido en los últimos años, pero ya comenzó a hacerse en Argentina la nueva generación y ahora tendrá un nuevo impulso.
Citroën sí que tiene modelos hecho en Brasil y todos ellos pertenecen en segmentos relativamente accesibles, por lo que es una marca que debería crecer en participación. Tienen al C3, que en su momento se marketineó como el auto más barato del mercado y que ahora deberá reapropiarse de ese lugar. El C3 Aircross se presenta la semana que viene y ya está en carpeta el Basalt.
Ford es otra marca que ha cambiado de target y ya no tiene autos económicos y directamente dejó de fabricar en Brasil, por lo que no tiene nada nuevo para traer sin aranceles. Dos modelos que han crecido y posiblemente sigan para arriba son la pickup Maverick (México) y el SUV Territory (China).
Chevrolet (GM) es una de las marcas más en crisis debido a la virtual cesación de pagos al exterior del anterior gobierno. Hoy tiene muy poco crédito (nada en realidad) para endeudarse con otras filiales, por lo que cada modelo que importa de Brasil (Onix, Onix Plus, Montana, S10 y Trailblazer) debe pagar y venderlo a precio entero, sin ningún tipo de descuento, por lo que la Tracker sigue siendo su caballito de batalla. Encima cerrarán la fábrica de Colombia, desde donde llegaba el Onix Joy. Panorama complicado.
Fiat es una de las marcas que más tiene para crecer. Fue la primera en reaccionar ante las restricciones y dejó de traer sus modelos populares como Mobi, Uno y Argo para ponerle todas las fichas a su Cronos nacional. Ahora es posible que el sedán cordobés retroceda la consideración de los clientes, pero puede expandir su gama Mercosur: próximamente se lanza el esperado Fastback y puede aumentar el volumen de Argo, Strada, Fiorino, Toro y Pulse y volver al Mobi. El Uno no se fabrica más.
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