Luego de negociaciones muy complicadas, se cerró un nuevo acuerdo automotor sin cambios como quería el gobierno argentino hasta 2020. Podría haber multas por sobreimportación.
Un acuerdo que parecía cerrado hace un par de semanas se complicó por la difícil situación que vive Brasil, pero finalmente ayer llegó a buen puerto. Esquivando presiones de los industriales a ambos lados de la frontera, el gobierno argentino logró hacer prevalecer su posición y firmó con Brasil un nuevo acuerdo en materia automotriz bajo las mismas condiciones actuales.
El nuevo acuerdo mantiene el flex en 1.5, pese a que tanto las automotrices argentinas como las brasileñas quería elevarlo hasta 1.9. Este mecanismo flex establece que por cada dólar en autos y autopartes que Argentina exporta a Brasil puede importar hasta 1.5 sin pagar aranceles. Debido a la crisis brasileña, las automotrices han importado mucho en el primer semestre y se encuentran al límite de multas.
Es más, referentes como Cristiano Rattazzi (Fiat Chrysler) dijeron que si no se modificaba el flex iban a tener que dejar de producir autos para el mercado local, ya que no iba a poder importar las piezas necesarias. La producción de autos para exportación (la mayoría en el caso de Fiat) no corre peligro.
Desde el gobierno, en cambio, preferían dejar el acuerdo como estaba -lo que finalmente ocurrió- para evitar desequilibrar aún más la balanza comercial del sector. Es más, distintas fuentes señalan que en los próximos días el ejecutivo le dará impulso a la Ley de Autopartes, que establece reintegros para las automotrices que aumenten el contenido local. La discusión también promete ser ardua, ya que establece que las empresas no deben despedir personal para adherirse.
Hasta 2020
El acuerdo fue cerrado hasta 2020, cuando se espera que el comercio de autos entre ambos países sea libre. Sin embargo, el flex puede llegar a modificarse hasta 1.7 con acuerdo previo de las dos partes. En 2019, en tanto, habrá una revisión del convenio.
Por ahora el acuerdo no es oficial, ya que el anterior está vigente hasta el 31 de julio. Las negociaciones, en su fase más álgida, fueron definidas entre Francisco Cabrera, ministro de Industria de Argentina; y Marcos Pereira, su par de Brasil.
Por otro lado el presidente de Brasil Temer, en diálogo con la prensa, sostuvo posiciones contrarias al Mercosur. En una entrevista radial, el presidente interino dijo que el Mercosur debería modificar sus bases para permitir a cada uno de los socios negociar por separado con otros países, lo que virtualmente romería el bloque comercial.
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