El Renault Kwid es, posiblemente, uno de los pocos eléctricos viables en Argentina y tiene un precio similar que en Europa.
Primera aclaración: no recomendaría a nadie que se compre un auto eléctrico en Argentina, a menos que las necesidades sean puntuales. El acceso a cargadores públicos es extremadamente pobre y localizada en pocas ciudades. Como si fuese poco, cuando uno encuentra un cargador, todavía tiene que tener suerte de que funcione y que el lugar no esté ocupado por un auto tradicional.
Manejé varios eléctricos en Córdoba y, salvo por el cargador rápido de la sede central de Epec, todo el resto fue frustrante, por uno y otro motivo. El usuario de un auto eléctrico debe contar con un cargador domiciliario y, de allí en más, conocer al detalles el estado de los cargadores para poder ampliar las distancias a recorrer, y esperar que no pase nada raro.
Dicho esto, el concesionario Mundo Maipú ya vendió tres Audi Q8 E-Tron en Córdoba, un SUV de más de 230 mil dólares. Uno de los clientes ni siquiera se compró un cargador domiciliario: va de la casa a su fábrica con un cargador de emergencia para tomas de 220V. El público es diverso.
Kwid, el eléctrico más barato de Argentina
Cuando se lanzó, en marzo, el Kwid E-Tech eléctrico valía $27.880.000. Hoy, en noviembre de 2024, vale $25.450.000 (precio de lista oficial). Con un dólar a más o menos $1.135, da 22.422 dólares, o 20.930 euros. Este Kwid eléctrico se vende en Europa como Dacia Spring, y su versión equivalente (tope de gama) tiene un precio en España de 19.980 euros. Desconozco si hay subsidios estatales disponibles, en Argentina se puede ahorrar patente en algunos distritos.
El Kwid E-Tech se hace en China y, pese a ser casi igual que el brasileño, no usa la misma plataforma. Es un auto urbano, de calidad apenas decente, con bastante más seguridad que el último que se vendió en Argentina, y muy pequeño. No tiene nada parecido al lujo, pero cuenta con el diferencial de todos los autos eléctricos: es silencioso, algo que en el día a día mejora la calidad de vida.
Manejé una semana entera el Kwid eléctrico y, la verdad, es que me resolvió mi vida laboral sin ningún problema. Con una autonomía real de unos 220 kilómetros, pude hacer casi todo lo que hago en una semana sin cargarlo. Hasta me animé y di una vuelta por las sierras, contando con un cargador que, finalmente, no funcionaba. Pude volver con un 8% de batería a la central de Epec. Café mediante, en 40 minutos tenía otros 220 kilómetros de autonomía.
El Kwid E-Tech es, además, divertido de manejar. No se puede andar muy rápido en ruta, pero tiene una respuesta instantánea al acelerador y se mete en cualquier hueco del tráfico urbano. El freno regenerativo invita a manejar distinto a lo recomendable en autos a combustión, ya que la energía del frenado se recupera. Se puede acelerar mucho como manejan los adolescentes que no pagan la nafta.
¿Conviene comprar un Kwid eléctrico?
La respuesta obvia es no. Por algo se han vendido muy pocos. Para el día a día conviene cualquier auto a combustión, empezando por modelos como Yaris o Polo Track, que valen menos o lo mismo y que sirven para todos los usos. Si te preocupa la emisión de gases contaminantes, el GNC es una opción intermedia y más viable.
Pero, dentro del pequeño universo de autos eléctricos a la venta en Argentina, el Kwid es el único razonable. A mí y a muchísima gente le serviría para el día a día y es muy económico de mantener. El Megane eléctrico me encantó, pero a $53.910.000 no tiene mucho sentido, a menos que te sobre la plata y que quieras tener algo distinto. De ahí para arriba hay otros, y a todos aplica lo mismo.
Por debajo, o al mismo precio, están los eléctricos nacionales, como el Volt cordobés. Los que conocí, no salen baratos y no pueden salir a la ruta por una cuestión de homologación. No le veo otro sentido que el uso publicitario o de marketing, ya que no cuentan con el mínimo de seguridad.
En este sentido, la Kangoo eléctrica sí puede tener algún sentido, porque algunos lo usan para distribuir mercaderías en ciudades, con un agregado importante de marketing «verde». Sale $49.310.000, lo que lo hace difícil de justificar desde los gastos de movilidad.
¿Se renueva?
Una de las posibles razones para la baja de precio del Kwid E-Tech en Argentina es que su hermano Dacia Spring acaba de renovarse estéticamente. Cuenta con la misma batería y motor eléctricos que el que se vende en Argentina, pero con nuevo frontal. Como el Kwid E-Tech llegó algo tarde a Argentina, es posible que estemos cerca de una renovación temprana.
Para más detalles del Kwid E-Tech ver la review en video.
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