¿Conviene el Fiat Pulse Drive con motor 1.3 con caja automática? Prueba de manejo de uno de los autos más esperados en Argentina. Diseño, interior, andar y consumos.
Fiat fue el precursor de los vehículos aventureros en el Mercosur. Con la gama Adventure, le daba un aire off-road a sus autos, usando plásticos para cubrir la gama baja y hasta se animó al bloqueo mecánico de diferencial (Locker). Sin embargo, hasta este año no tuvo un SUV del segmento B, el nicho de mercado más rentable y activo en esta parte del mundo.
La razón es que la ex FCA prefirió impulsar la marca Jeep, una gallina de huevos de oro en medio de la moda SUV. Con Jeep sobre ruedas, ahora Fiat lanzó no uno sino dos modelos en el segmento, el Pulse y el nuevo Fastback, que acaba de ser presentado y que llegará a Argentina en el primer trimestre de 2023.
Pude probar por una semana la versión Drive con caja CVT. Esto se agradece, porque habitualmente se prestan sólo las versiones tope de gama, y no siempre son las más vendidas. Queda para más adelante la Impetus y su nuevo motor un litro turbo.
Pulse Drive 1.3 CVT
- Origen: Brasil
- Precio publicado por el fabricante: $4.240.200
- Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros
Diseño
En Argentina hay un público aficionado al mundo de los autos, que es bastante extenso e intenso. En ese fandom se impuso la idea de que el Pulse es un Argo levantado, algo que este grupo viene diciendo desde que se lanzó la primera Ford EcoSport en 2002 (un Fiesta levantado). Todos, pero todos los autos rentables hoy en día usan la base de otros autos, porque no hay otra manera de lograr escala de producción.
Y sí, éste es un Argo levantado, pero eso tiene poca importancia. El resultado me parece bien agradable, proporcionado, con cierta elegancia y, sobre todo, muy acorde a lo que el consumidor espera de un auto como éste. Mide casi 4,10 metros y tiene una distancia entre ejes de 2,53 metros, lo que lo hace compacto para el día a día y donde entra una familia tipo sin sobrar nada.
Se destaca su frontal, bien vertical, con líneas curvas que van hacia el capó y el resto de la carrocería. Es de los menos llamativos del segmento, lo que no necesariamente es algo malo, y sus únicos argumentos para la tierra son un despeje de 190mm, plásticos que cubren la parte baja de la carrocería y un sistema de bloqueo electrónico de diferencial, que está muy lejos de aquel Locker.
Llantas de 16″ (17 en Impetus) sin perfil bajo (195 60 R16) y luces traseras bipartidas completan los rasgos destacables del diseño. Esta versión no tiene rompenieblas, pero sí un par de luces principales de tecnología LED, que iluminan excelentemente bien.
No tengo mucho más que decir del diseño. Me gusta, pero no me vuelve loco. Está bien y creo que va a agradar a su público objetivo. Sí, es un Argo levantado, pero eso es bueno, porque el Argo es un lindo auto para su segmento.
Interior
Por dentro es bastante más distinto que al Argo y casi igual que al Fastback. Creo que acá Fiat hizo las cosas bien, porque es un interior agradable, orientado al conductor, con una calidad de terminación media (no sobresale pero está bien) y con buena cantidad de comandos físicos, lo que se agradece.
En esta versión el instrumental es analógico, lo que me gusta, aunque los que se dejan impresionar fácilmente preferirán la pantalla digital del Impetus. Tiene buena información en el visor monocromo que está al medio y con eso a mí me alcanza. Este volante, presente en muchos otros productos, es muy bueno, de excelente grip y tacto, y con botones muy útiles.
Uno de los puntos altos es la pantalla multimedia, de 10 pulgadas en todas las versiones, con mapa incorporado y conectividad sin hilos, lo que incluye cargador inalámbrico de serie para los teléfonos que son compatibles. Android Auto-Apple CarPlay sin cables es la que va en los actuales sistemas de los autos, pero no todos han logrado llegar a tiempo.
Hasta la cámara de retroceso tiene muy buena resolución, lo que redondea una muy buena experiencia con esta pantalla. Aunque a veces reneguemos con que la principal innovación de un autos se la pantalla, lo real es que hay mucha interacción en el día a día y es mejor que funcione bien a que sea un lastre. Los mandos físicos para la climatización y volumen se agradecen.
En seguridad viene con cuatro airbags, lo que está bien pero no descolla. Creo que Fiat debería promocionar un test en LatinNCAP para despejar dudas, ya que este vehículo comparte algo o toda la plataforma con Argo y Cronos, a los que no les fue bien. Tiene rivales 5 estrellas como Nivus-T-Cross, por lo que no habría que pedirle menos.
La habitabilidad es buena para un auto de 4 metros. Al puesto de conducción le falta ajuste en profundidad del volante (mal en un auto de este precio) pero el resto tiene buena ergonomía, al menos para una persona de 1,8m. Atrás el espacio es limitado, como es lógico. Para una familia de hijos chicos anda más que bien.
El baúl tiene 380 litros, correcto para su segmento, porque son muy utilizables. Dentro hay un auxilio temporal, lo que también es normal para estos días.
En resumen, tiene un interior cómodo, de nivel de terminación medio (debajo de Renegade y Kicks, igual o mejor que Nivus y T-Cross), buen nivel de equipamiento y seguridad razonable (a espera de una prueba de choque) y excelente equipamiento multimedia.
En marcha
Yo defiendo el motor 1.3 8V de 99 CV y 128 Nm de torque de Fiat. Me parece un buen motor para autos de entrada de gama, con excelentes consumos y prestaciones acordes a lo que se espera. Un problema, en el caso del Pulse, es la distorsión total del mercado argentino (que no es culpa de Fiat), que hace que este auto tenga un precio muy elevado en en los concesionarios y para la que este motor se queda algo corto.
Es decir, el Pulse se mueve razonablemente bien para el día a día, con bajos consumos y buen andar en ciudad. Pero en el mundo de los autos el consumidor todavía pide potencia por billete invertido, y para ese cliente el desempeño del Pulse Drive es modesto. Esto no aplica a todos los clientes: dos productos sumamente exitosos en este segmento tienen desempeño igual o peor: el Jeep Renegade 1.8 y el T-Cross 1.6. A buena parte de los consumidores les alcanza con que el auto lo lleve y lo traiga sin gastar un montón.
La ventaja del Pulse frente a estos dos es su peso. Acá lo del Argo levantado le juega a favor, porque mientras que un Nivus pesa 120 kilos más que un Polo (del que deriva), el Pulse no sólo no es más pesado, sino que es levemente más liviano. El peso en orden de marcha de la versión Drive CVT es de 1.187 kilos.
Eso quiere decir que tiene buenos consumos en ciudad (donde suelen hacer agua los SUVs por su peso), entre 7,5 y 8,5 litros cada 100 km, dependiendo del tráfico. En ruta hasta 110 km/h también es frugal, con valores que rondan los 5,7 a 6 litros siendo suaves con el acelerador. En autopista, por supuesto, sube hasta 8,7 o más. Siempre decimos que la altura no se lleva bien con la velocidad.
La gran novedad mecánica del Pulse es la nueva caja tipo variador continuo (CVT), que ya viene en el Cronos. Estas cajas, que no tienen «cambios» propiamente (hay una cinta que cambia las relaciones), están muy de moda, porque son más baratas y livianas de producir que las de convertidor de par. A esas ventajas suma un andar muy suave en ciudad, pero también tiene sus contras.
Su funcionamiento ante un requerimiento fuerte del acelerador no es del todo satisfactorio. Parecen patinar, y si se suma que al motor no le sobra torque, puede ser decepcionante. En ruta, ante retomadas o cuestas hay que tomárselo con calma y calcular bien los tiempos. De nuevo, para el grueso de los usuarios, quizás esto no sea un problema y quede más que conforme con la suavidad en el día a día.
En cuanto a la dinámica, es un auto equilibradamente confortable, que se siente bastante bien en el día a día. Personalmente me gusta menos que el Argo: al eje trasero lo sentí más áspero y su altura no lo ayuda a la hora de doblar fuerte, donde se balancea demasiado. Es decir, a mi entender, pierde tanto en performance como en confort ante su hermano menor. Quizás quisieron compensar la altura con mayor dureza y quedó a mitad de camino.
La dirección es muy buena, con asistencia eléctrica, muy maniobrable en ciudad y con mayor dureza en ruta. Tiene frenos a disco atrás y barra de torsión simple. Motor cadenero de bajo mantenimiento.
Llegando
El Pulse es un Argo levantado, sí, pero con un diseño distinto y, quizás, más representativo de lo que busca el publico actual. Los estudios de mercado dicen que la gente está dispuesta a pagar más por un SUV que por un hatch equivalente, y por eso son un poco más caros, aunque no sean tan distintos. En el caso del Argo, lamentablemente casi no se vende en Argentina (por restricciones a las importaciones, sólo plan de ahorro), de manera que en cierta forma uno reemplaza al otro.
Si el diseño del Pulse te gusta, no creo que el auto te vaya a decepcionar, a menos que seas un cliente que sale mucho a ruta y al que le guste andar rápido. Me parece que va a ser un auto muy exitoso, porque cumple bien su propuesta de auto compacto, práctico, moderno y económico.
Ahora me gustaría probar el Impetus con motor 1.0 turbo (120 CV/200Nm), porque ese motor sí puede cambiar la ecuación y hacer valer mejor su precio.
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