Uno de los autos más esperados del año finalmente dice presente y muestra qué tiene y qué no para continuar la leyenda. Test drive nueva Fiat Strada Volcano con motor 1.3 de 99 CV.
Las pickup pequeñas (segmento B) no son casi conocidas en mercados del primer mundo, pero en la periferia encontraron un mercado gracias a su versatilidad: es un vehículo compacto, relativamente barato, que soluciona la necesidad de un espacio para cargas más voluminosas que pesadas, ya sea para ocio o para trabajo.
También es una alternativa viable para quienes se van a vivir un poco alejados de los centros urbanos -que cada vez son más-, y se enfrentan todos los días a caminos de mal estado. El problema, en este caso, es que muchas veces también hay que trasladar a otra gente y -hasta ahora-, nadie ofrecía espacio razonable para cuatro personas.
Fiat lo intentó con uno de los últimos rediseños que le metió a la veteranísima Strada, cuando le colocó una tercera puerta asimétrica del lado del acompañante, de apertura inversa. La idea estuvo bien, pero la verdad es que ahí sólo entran chicos muy chicos, porque no hay espacio para las piernas.
Luego, la misma Fiat lanzó a Toro (segmento C), de mayor tamaño y doble cabina real, que es un exitaso en Sudamérica. Al mismo tiempo Renault lanzó la Oroch y varias marcas se anotaron en este nuevo segmento. Ford termina las pruebas de la Maverick y VW tenía lista la Tarok, pero la pandemia parece que la manda al freezer a espera de mejores condiciones económicas. Se dice que GM también lo está pensando, pero por ahora no tiene nada.
Ahora Fiat decidió dar un golpe en el segmento B al renovar la Strada, con versiones de cabina simple (llamada Plus) y, por primera vez, versiones con cuatro puertas y homologación para cinco pasajeros. A Argentina llega en cuatro versiones: Endurance con motor 1.4 Fire de 85 CV (cabina simple o doble), Freedom doble cabina con el mismo motor y Volcano doble cabina con el nuevo motor 1.3 de 99 CV. No habría que descartar una gama más amplia a futuro.
Fiat Strada Volcano 1.3 de 99 CV
- Origen: Brasil
- Precio: $1.447.500
- Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros
Por fuera
Rediseñar un vehículo comercial tan popular como Strada es un desafío. Tiene que ser atractivo, pero no puede estar lleno de decorados que aumenten su costo de compra y reparación. También es necesario abaratar costos usando partes de otros modelos y, en lo posible, que no se note mucho.
Creo que el resultado es entre bueno y muy bueno. Con la base de Argo–Cronos, hicieron una pickup que no creció significativamente en largo total, le dieron aspecto de una mini Toro y lograron el ansiado espacio para 4 personas sin sacrificar la caja de carga. La manta corta cubrió bien todos los frentes.
Algún sacrificio se hizo. La caja es más alta que amplia, con buenos litros (844 en la CD y 1.354 en la cabina simple) pero sigue sin ser muy útil para objetos grandes como una moto. El auxilio, que en algunas versiones venía en la caja, ahora pasó a la parte de abajo de la carrocería, donde algunos ponían tubos de gas en conversión a GNC.
Nota: Fiat homologará una forma de instalar equipos de GNC, que irá en la caja y que mantendrá la garantía de fábrica. Bajo la carrocería se considera peligroso por el escape y el posible roce con el asfalto, además de perforar la carrocería. No se sabe exactamente cuándo lo homologará.
Esta versión Volcano se distingue, visualmente, por las racks en el techo, las protecciones plásticas en las puertas, la barra de San Antonio (todas traen portaescalera y barras en la luneta), las llantas con cubiertas de uso mixto, las luces full LED (tanto las principales como las diurnas), la lona marítima y los retrovisores con repetidores, entre otras cosas. Las versiones base no se ven mal, pero no tienen todos estos detalles bonitos.
Una de las mejoras prácticas del diseño de la Strada es bien simple: la tapa de la caja tiene una pequeña barra de torsión (como la que trae la Ranger Limited) que la hace muy liviana. A la vez, los tensores soportan 400 kg de peso, por lo que la tapa resiste bien abierta, aunque no sea legal circular de esa manera. A propósito: Fiat venderá un extensor, para uso privado.
Por dentro
Por dentro el cambio más importante es el obvio: ahora tiene capacidad para cuatro-cinco personas, aunque el espacio no sobre. Pero todo el interior ha sido rediseñado, tomando partes de otros modelos y algunas originales.
El tablero es de Mobi y, si bien no es muy lindo, tiene mucha información, como la presión de los neumáticos, por lo que está bien para un vehículo como éste. La posición de manejo, si bien se ajusta, es alta, y el volante se puede subir y bajar (no varía en profundidad). Aquí también me parece que son ajustes suficientes para un vehículo comercial.
Esta es la única versión con pantalla multimedia, un salto brutal respecto a la anterior Strada, con posibilidad de emparejar celulares y muchas otras funciones como distintos tipos de usuario. Todo ha sido para mejor, aunque el sonido de los parlantes no sean gran cosa.
Las butacas también mejoraron mucho, cómodas y con buen ajuste. No me gustó tanto la cantidad y distribución de portaobjetos y botellas: hay, pero son todos del mismo tamaño, y para un vehículo utilitario me parece que faltan algunos espacios más, como una consola central o alguno donde se puedan guardar cosas que no queden a la vista, como suele hacer FCA en Nortemérica, debajo de los asientos.
Vamos a lo importante, el espacio trasero: es correcto, no es cómodo para adultos en viajes largos, pero se cumplió el objetivo de brindar espacio decente. A una persona de 1,8 metros las piernas le entran justo y la cabeza apenas roza el techo, mientras que el respaldo es bastante vertical (como en muchas pickups). De nuevo: no será muy cómodo pero lo han logrado y no es poco.
El equipamiento está muy bien para su segmento, con destaque para las luces LED que iluminan muy bien, lo tapizados y volante con detalles símil cuero y la pantalla, que funciona muy bien. Todos los detalles pueden consultarse en la ficha técnica.
Para el final, lo más importante: todas las versiones doble cabina vienen con cuatro airbags, aunque no tengan levantavidrios eléctricos (dos en la cabina simple). El control de estabilidad también es de serie en todas las versiones. Muy bien por Fiat.
En marcha
El motor de esta Strada Volcano es el mismo 1.3 Firefly 8V de 99 CV y 127 Nm de torque de nueva generación, el mismo que viene en Argo y Cronos y que tendrá en breve una variante 16 válvulas con turbo. El resto viene con el viejo 1.4 Firefly de 85 CV, asociado a la misma caja.
Es un motor que tiene la mira puesta en la eficiencia, con bajos consumos y rendimientos aceptables para el segmento. Tiene buena respuesta en baja y se la banca razonablemente bien en la parte alta del tacómetro, sin lucirse. No es un motor picante, ni mucho menos, pero sí muy rendidor. Entre distintas pruebas, lo he manejado por más de 6 mil kilómetros. Importante: tiene cadena de distribución «For Life».
La particularidad en esta Strada es que Fiat cambió completamente las relaciones de caja, para darle una primera bien corta, de modo de poder arrastrar los 650 kg de peso que puede cargar. La segunda también es corta y de ahí busca estirarse, pero no hace milagros: la quinta marcha enrosca bastante el motor en autopista, girando a 4.200 rpm a 130 km/h y limitando la velocidad máxima a 155 km/h.
Es, nuevamente, el dilema de la manta corta, y creo que la solución adoptada es correcta, ya que no hay una caja de sexta disponible en FCA para este tipo de vehículos. La otra era un motor más potente, pero ahí está la Toro con motor 1.8 de 130 CV. ¿Hay lugar para una Strada 1.8? Yo creo que sí, pero los que saben son los de marketing de Fiat.
Entre lo que más me gustó de la Strada está la puesta a punto, firme pero confortable, muy equilibrada. El esquema delantero es derivado del Argo y el trasero es nuevo, pero con mucho de la Strada anterior. Es simple y los heavy users lo agradecen: un eje rígido con elástico y amortiguadores. La fiabilidad es un valor importante para Strada.
Con un despeje libre del suelo de 191mm (no es mucho pero está bien), la Strada se comporta bien en todo terreno, con los caminos en mal estado como zona de confort y tirando bien en ruta. No se inclina demasiado en curvas de alta velocidad y los vientos cruzados no la afectan demasiado. Esta es la única versión con dirección de asistencia eléctrica, que funciona bien, aunque el diámetro mínimo de giro es algo amplio (10,7 metros)
No cuenta con muchas credenciales para uso en off-road: no existe Strada con tracción 4×4, ésta es la única que viene con neumáticos de uso mixto y el bloque mecánico de diferencial (el conocido sistema Locker) fue reemplazado por un bloqueo electrónico vía ESP (como en la Toro). No es lo mismo, pero al menos ahora viene de serie en todas las versiones (antes, sólo en las Adventure).
Frena muy bien, tanto en asfalto como en caminos de tierra.
Con una carga de 250 kg el vehículo va un poco más aplomado en el eje trasero, lo que se nota sobre todo en los caminos de tierra. Con ese peso el motor no tiene ningún problema en trepar cualquier ribada gracias a su primera bien corta. No pudimos probarla con más peso.
No hay ruidos de grillitos al someterla a vibraciones, al menos con el auto 0km. Nadie sabe cómo evolucionará con el tiempo (salvo los testers de Fiat), pero la primera prueba es buena. Como todas las pickups de carrocería autoportante, no es del todo recomendable para uso con mucho peso todo el tiempo, esos usuarios deben pensar siempre en camionetas con chasis de largueros.
Consumos: como datos orientativos, consume alrededor de 9 litros cada 100 km en ciudad, lo que está muy bien, sólo 6,3 litros en ruta a 110 y sube a 7,6 a velocidad de autopista, por el mencionado enrosque del motor por la falta de sexta marcha. Todos los valores son sin carga.
Llegando
La Strada era una excelente opción para gente que vive en zonas con caminos en mal estado y suele necesitar un espacio de carga pequeño, para trasladar desde alimentos, producción, a maquinas livianas. En esta nueva generación lo sigue siendo y agrega la posibilidad de llevar a más gente, sin ser un auto familiar.
Esta versión tiene un motor muy equilibrado, con foco en el consumo del día a día, que anda bien y se combina con una excelente puesta a punto para caminos rurales. Da mucho placer andar rápido por un camino de tierra, sin ruidos a plásticos que crujen y con un tren trasero que baila un poco cuando está descargada.
Creo que hubiese sido una buena idea dejarle el sistema de bloqueo mecánico Locker, que ya era una marca registrada de la gama aventurera de Fiat. En este sentido, también me hubiese gustado más guiños aventureros (pequeños detalles prácticos y lindos), como hace FCA con las marcas Jeep y RAM. Strada en sí misma es una marca que podría explotarse más con detalles únicos, que se han perdido un poco en esta versión con tantas piezas de otros vehículos.
En general, esta nueva Strada es un gran producto y está bien posicionada en precio, teniendo en cuenta que tiene a la Toro naftera sólo un paso más arriba. Quizás una gama más amplia sea muy necesaria, sobre todo una versión dedicada al trabajo con este mismo motor.
Seguinos en Facebook o Twitter.
Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín gratuito.