Las esperada pickup de Renault ya está en Argentina: con la base de la Nissan Frontier, logra un producto equilibrado y de diseño muy atractivo. Los pro y los contras de una semana en camioneta.
Debo decir que, en general, no estoy muy de acuerdo con el uso que se les da a las camionetas en Argentina. Vehículos comerciales que pasaron a ser auto-de-todos-los días, son grandes, ruidosos, pesados y poco aerodinámicos, lo que redunda en un consumo más alto. En general son doble cabina, con una caja que no es ni chicha ni limonada: no se puede hacer una mudanza ni cargar un cuatriciclo. Y no quiero hablar de pagar doble por estacionamiento o lavado.
Los ejecutivos de las automotrices, europeos en buena parte, nos miran raro por elegir estos vehículos, pero no dudan en venderlos. Les cuesta entender, sobre todo, el tema del espacio de carga: ¡Ahí atrás mi equipaje llega sucio!, me dijo entre copas un directivo alemán de Mercedes-Benz en pleno test drive de la malograda Clase X.
Sin embargo… Un día me agarró una de esas lluvias cortas de verano, que en una ciudad como Córdoba implica directamente una inundación. Muchas otras veces me había pasado, pero ese día yo estaba probando una camioneta y, desde arriba, podía ver a los otros automovilistas agarrarse la cabeza. Ya sé, no se puede decidir por unos milímetros al año, pero quien ha sentido como el auto se le mueve de costado al pasar una esquina hecha río sabe que ese terror no se va así nomás.
Y eso por no contar con baches, cráteres, lomos de burro hechos con escuadra y calles de tierra. Aquí, en Córdoba, todavía hay mucho de esto, y con el alejamiento de la ciudad por parte de cada vez más gente, hay que decir que las condiciones viales de la periferia de la ciudad son aún peores.
Y ahí también tenemos que hablar de la cantidad de lugares espectaculares que tiene Argentina para conocer, con fronteras cerradas o no. A la mayoría de los que yo he ido se puede llegar también en un auto o un SUV de estos medio urbanos que se usan ahora. Pero el sufrimiento que me genera meter un auto en estos caminos me termina arruinando el paseo.
Así las cosas, hace tiempo quería hacer una prueba larga con una pickup y este año se dio. Me fui a San Rafael, Mendoza, en una reluciente Alaskan en su versión más cara llamada Iconic, pero no la automática, sino la manual. Ahora la pregunta que me hago no es si me voy a comprar algún día una pickup, sino cuándo será ese momento.
Renault Alaskan Iconic 4×4 MT6
- Origen: Argentina
- Precio: $4.743.900
- Garantía: 5 años o 150 mil kilómetros
Por fuera
Es un poco incómodo eso de parar a cargar combustible en Nono y tener a cinco tipos alrededor mirando tu auto, pero hay que ser simpático. Sí, es la Alaskan que se hace en Córdoba. Sí, es nuevita, tiene 3 mil kilómetros. Sí, está linda. Sí, sale más de cuatro palos y medio, una locura, pero así están los autos. No, no es mía, la estoy probando.
-«¡Ah, como Smok!
La realidad es que la Alaskan es una Nissan Frontier es casi toda la chapa, con trompa y cola diferente. Ese diseño fue hecho por Laurens van den Acker hace nada menos que casi cinco años, ya que a nivel mundial se presentó en junio de 2016. Pero acá, en Argentina, es totalmente nuevo y pertenece a una de las marcas con más historia del país. Además, el segmento de las 1-ton trucks es, sin dudas, uno de los más importantes del mercado.
No sé si a la Alaskan le va a ir bien, racionalmente no hay muchos motivos para comprar esta pickup y no la Frontier, pero lo cierto es que su diseño llama mucho la atención y gusta mucho. Los detalles agregados por Van den Acker le dieron un aire europeo a Alaskan, algo que no tiene casi ningún competidor (Amarok es europea, pero muy germánica, y eso es otra cosa) y que calza muy bien con buena parte de los consumidores argentinos.
No me gusta detenerme mucho en la parte estética de las pickups, porque en el fondo se trata de un vehículo que debe ser sobre todo funcional. En este sentido, las únicas críticas que tengo son que los ganchos de la caja no están en el piso (lo más lógico para amarrar algo) y las puntas de los estribos, que son plásticas, se mueven y se rompen con facilidad.
A mí me gusta la Alaskan, no necesariamente más que otras, pero me parece que tiene muchas fichas para que le vaya relativamente bien. Y si no lo hace, no será por su diseño.
Por dentro
Viajar en una pickup es una experiencia confortable. El espacio delantero es amplio y está pensado para pasar muchas horas al volante. En este caso, la posición de manejo es fácil de encontrar gracias a la regulación eléctrica del asiento, que incluye hasta la presión lumbar. El volante no se ajusta en profundidad (sólo en altura), pero debo reconocer que sólo me enteré por toquetearlo. Nunca lo necesité.
¿Cuántas personas pueden viajar? Nosotros fuimos sólo dos, pero hasta cuatro está bien, cinco no la pasarán bien. El gran tema con las pickups es el equipaje. Todo lo que vaya atrás se ensucia mucho, por más lona marítima que tenga. Además, es peligroso dejar las cosas en la caja, porque lamentablemente los delincuentes cortan la lona.
Esto es verdaderamente deprimente. Tener que dejar la lona abierta (y bajar todo) para que no la corten sólo para ver si hay algo para robar. El auxilio también suele ser un problema, más en este caso que la llanta es de aleación, igual que las titulares, y vale un montón de dinero. Hay algunas soluciones, pero muchas veces uno se ve obligado a pagar cocheras en lugares donde habitualmente no lo haría.
El interior de la Alaskan es lindo, calcado de la Frontier. Tiene buena ergonomía, buen equipamiento, en esta versión mucha seguridad y tiene el plus del techo solar eléctrico, algo poco común en las pickups y que suma mucho a la hora de usarla de paseo. La pantalla anda de 10, los comandos por voz de algo sirven, pero siempre está la mejor opción de emparejar el celular y dejar que Google o Apple lo hagan mejor.
Un detalle: trae navegador nativo, un detalle que en las pickups siempre viene bien para territorios que no siempre tienen señal de celular. Uno negativo: sólo la Hilux ofrece toma de 220V, algo realmente útil cuando uno está trabajando.
El equipamiento en general es bueno. En cuanto a seguridad, esta versión está muy bien pero al resto le faltan airbags, teniendo en cuenta que rivales como la Chevrolet S10 están ofreciendo airbags de cortina hasta en las cabina simple. Hilux y Ranger, por su parte, ya ofrecen frenado autónomo de emergencia en la versión tope de gama.
Algo que quiero destacar es el aislamiento del polvo y del sonido ambiente gracias a un muy buen cierre de las puertas con doble burlete. El sonido del motor sí se mete, pero es lógico en un diésel como este. El control de velocidad crucero con +/- en el volante es un gran asistente en viajes largos.
Resumen del interior: amplio, muy confortable e iluminado, seguridad buena en esta versión, algunas cosas mejorables pero nada realmente importante. Luego hay cuestiones de gusto, en las que cada uno tendrá su elección.
En marcha
Una pickup no es el mejor vehículo para salir a la ruta, pero qué bien se siente salir a la ruta con una pickup. La física le juega en contra a una vehículo alto y pesado, pero la sensación de seguridad y aplomo que transmite es notable. Esto hace, también, que mucha gente muera en la ruta a bordo de una pickup por exceso de velocidad. Recuerden, amigos: a la física no se le puede ganar.
El motor 2.3 biturbodiésel me encanta. No es el más potente del segmento pero a mí 190 CV me sobran, lo mismo que los 450 Nm de torque entre 1500 y 2500 rpm. Tracción simple trasera para la mayoría de los caminos, 4×4 para zonas resbaladizas y reductora para salir de un atasco. Todo bien.
Lo único que se le puede reclamar es la falta de bloqueo mecánico del diferencial, un elemento que poca gente sabe cómo usarlo, pero que puede hacer la diferencia a la hora de quedarte encajado.
Alaskan/Frontier se destaca por su equilibrio en todo: tiene uno de los andares más confortables para una pickup sin ser blanda y tiene buena potencia con consumos razonables. Se siente bien en el asfalto mejor en los caminos de tierra en mal estado. Su fuerte es la suspensión trasera, que prescinde de los clásicos elásticos en favor de un esquema de tipo multilink con amortiguadores telescópicos, resortes helicoidales, brazos de arrastre y barra estabilizadora.
Yo le hice 2.400 kilómetros, ida y vuelta en asfalto y mucho camino de tierra y piedra. Generalmente se menciona al barro o la arena como los mayores desafíos off-road, pero los caminos con piedra y serrucho (caminos a los que la lluvia le hace estrías) son tremendos para cualquier vehículo, porque algo que salta puede romper cualquier elemento y la vibración constante también es una amenaza.
Hice realmente muchos kilómetros en estas condiciones, a la mayor velocidad posible, y no tuve ningún problema, sólo una tuerca que ajusta la batería se aflojó con tanto movimiento. Pero su uno mira por debajo a Alaskan/Frontier puede ver que tiene menos protección que algunos rivales como Ranger o Amarok, que vienen con chapones para el tanque de combustible y/o la transmisión. Algún día compararé las zonas bajas de todas las camionetas del segmento.
El punto fuerte, nuevamente, es la suspensión. Trabaja muy bien y hace más llevadera la aventura. La dirección también es buena, pero podría mejorarse el radio de giro. Ayuda a maniobrar en espacios reducidos el sistema de visión 360° que tiene esta versión.
Pasar autos que van a 10 km/h en estos caminos rotos genera una sensación de superado que saca una sonrisa de costado y compensa lo malo de andar en camioneta. Córranse, mortales, que acá vengo yo. Si no lo probaste no te rías.
La caja de sexta es una buena opción, funciona bien y permite que el motor vaya relativamente relajado en ruta. No me gusta tanto la selectora, con recorridos largos y poca precisión, aunque muchas pickups pecan de lo mismo. En este sentido, recuerdo que Daimler cambió el sistema de varillas por uno de cables, lo que mejora muchísimo la sensación de pasar las marchas. Quizás Renault-Nissan podrían rescatarlo.
Frena correctamente y dobla bien, aunque se incline bastante. Esta versión viene con neumáticos de asfalto de rodado 255/60 R18, que rinde mucho en ruta pero no ayudan en off-road (para mí, todas las versiones 4×4 deberían venir con cauchos de uso mixto).
El promedio de consumo me dio 7,5 litros cada 100 km, lo que es muy bueno, pero está muy poco ponderado el uso en ciudad, donde ronda los 10,7 litros. A 130 el consumo es algo elevado, de 9,5 litros cada 100 km. Los valores son orientativos, sobre todo por los vientos fuertes.
No la cargué más que con un par de cajas de vino y una de duraznos, esa parte del test quedará para la próxima oportunidad. Estaba de vacaciones, sepan entender.
Llegando
Alaskan es un gran producto, que apuesta al equilibrio y lo logra muy bien. Tiene como base a la Frontier, un camioneta de muy probada en el mundo, y como plus ser de una marca muy arraigada en Argentina, con una red comercial amplia y bien aceitada. Su diseño me parece un punto a favor, porque se separa un poco del resto y es agraciada.
El conjunto mecánico me gusta, con consumos razonables y buen desempeño en todos los terrenos. Tiene detalles que se pueden mejorar fácilmente, como algunos materiales (el plástico de los estribos, algo más de protección en las zonas bajas). También con el equipamiento: el resto de las versiones necesita urgente más airbags para equiparase con algunos rivales, y ésta podría venir con frenado autónomo de emergencia, para sacarse una buena nota en el nuevo protocolo de LatinNCAP.
Respecto al precio, Alaskan no es más barata que competidoras -algo normal en un producto recién lanzado-, pero particularmente en este segmento juega más la financiación que el precio, y ahí Renault trabaja bien. Hoy por hoy, en el pelotón debajo de Hilux, el stock es otro factor de compra importante. No hay productos realmente malos en el segmento y a veces se termina decidiendo entre lo que hay (y Renault debería tener unidades garantizadas).
Salir de las ciudades y recorrer Argentina te hace entender por qué somos uno de los países con mayor consumo de chatas per cápita del mundo. Me veo jubilado en las sierras con una pickup.
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