Durante la presentación de la Chevrolet Spin 2019 pudimos tener un breve contacto a bordo con uno de los últimos familiares del mercado argentino. Los cambios le sentaron bien tanto en el interior como en el exterior.
En Foz do Iguaçú, donde General Motors presentó la nueva Chevrolet Spin 2019 (ver detalles), pudimos hacer un test drive de alrededor de 120 kilómetros divididos entre varios conductores. Por supuesto, no alcanza para emitir una opinión definitiva del producto, pero sí para ver de qué se tratan las novedades. Además, y esto a veces no lo hacemos en las pruebas largas, tuvimos que viajar bastante tiempo en los asientos de atrás.
Lo primero que hay que decir es que los cambios son todos para bien, teniendo en cuenta que se trabajó mucho en la apariencia, que es uno de los ítems más criticados a este modelo. Sigue sin ser un auto particularmente bonito, pero al menos mejoró bastante su aspecto.
Los no-cambios son el problema, sobre todo en el motor, como veremos más adelante.
Exterior
Tanto en las versiones «normales» como en la aventurera Activ se tocó bastante, aunque sólo se trate de un restyling o rediseño. Capó, parrilla, faros, paragolpes, llantas, molduras en las puertas, portón trasero y portaequipajes son los principales lugares donde los diseñadores pudieron meter mano. El resultado está a la vista, mejoró mucho.
Personalmente, la vista trasera es la que más me gusta como quedó, con los faros bipartidos y el pequeño spoiler sobre la luneta. Además, al costado agregó luces de giro y atrás faro antiniebla. Son todos pequeños detalles pero van en buena dirección, lo redondea en un producto más agradable a la vista.
Un detalle importante: todas las versiones disponibles en el lanzamiento era LTZ automática de 7 asiento y Activ7 automática, con la misma cantidad de plazas. Los detalles y precios de cada una hay que leerlos en esta nota.
Además de lo estético, hay un cambio funcional en la versión Activ, ya que el auxilio dejó de estar colgado del portón y pasó a estar debajo de la carrocería. Esto es algo que siempre reclamamos, ya que el auxilio colgando molesta la vista y la carga, y queda muy expuesto. Como contrapartida, hay que decir que ahora es de tipo temporal.
Chevrolet menciona que, además, esto trae una mejora dinámica, ya que baja el centro de gravedad de estas versiones, algo que seguramente es cierto pero muy difícil de percibir en la práctica.
En resumen: el aspecto de esta Spin mejoró todo lo que podía mejorar, teniendo en cuenta que su diseño original nunca fue agraciado. Ahora se ve bastante mejor sin pasar a ser una belleza.
Interior
En el interior los cambios también son varios y todos para bien. Lo principal es un tanto subjetivo: la calidad percibida es mayor, se siente mejor. Objetivamente, cambiaron muchos detalles en el torpedo, el instrumental estilo motocicleta dejó lugar al mas tradicional de la Tracker y se cambiaron algunos revestimientos, como los de las puertas.
Se cambiaron, además, los tapizados, que según Chevrolet ahora son más sencillos de lavar, algo importante para un auto destinado a la familia. Las butacas delanteras ahora son 5 centímetros más angostas, para dejarle mejor espacio a las rodillas de los que van atrás.
En el mismo sentido, las butacas de la segunda fila ganaron rieles corredizos para moverlas hasta 11 centímetros, de modo de poder adaptar mejor los espacios de pasajeros y carga. Es un cambio muy bueno, sobre todo para cuando deben viajar adultos en esta segunda fila. Nos tocaron muchos kilómetros atrás y dos adultos caben bien sin molestarse, con el asiento corrido totalmente para atrás.
Respecto a la tercera fila-baúl, hay que decir que es sólo apta para niños, pero para niños pequeños. Traté de subir y apenas pude hacerlo, pero no pude correr el asiento hacia atrás sin cortarme las piernas.
Otro no-cambio que hubiese mejorado esta Spin son dos butacas individuales en la tercera fila, de modo que las familias con cuatro hijos puedan sacar una de las dos y ganar un espacio de carga razonable. Así lo ofrecía, por ejemplo, la Fiat Dobló, y era un recurso que se utilizaba mucho.
Lo que sucede es que con las tres filas desplegadas, el espacio de carga es prácticamente inexistente, de sólo 162 litros. En cambio, con el respaldo abatido sube a muy buenos 553 litros, y sin la tercera fila es de excelentes 710 litros, los mayores de la categoría.
Hay otras mejoras en seguridad, que en realidad eran deudas de este Spin. Por un lado los anclajes Isofix con Top Tether, para colocar en forma sencilla y segura sillas infantiles en la segunda fila. Por otro, ahora hay tres cinturones inerciales y tres apoyacabezas en esta fila.
Como contrapartida, sigue sin ofrecer control electrónico de estabilidad ESP en ninguna versión, algo muy importante para un vehículo familiar como éste. Tampoco hay posibilidad de colocarle más airbags además de los dos frontales, ni como opcional. Son faltantes importantes que el comprador deberá evaluar.
El nivel de equipamiento es bastante bueno salvando la versión inicial LT. La LTZ probada trae, entre otras cosas, control de velocidad crucero, volante multifunción revestido en cuero, cámara de retroceso y sensores de estacionamiento, tapizado simil cuero, espejos eléctricos, sensores de lluvia y crepuscular y el asistente OnStar.
Por último, algo ya comentado varias veces, ahora existe la versión Activ7, de 7 pasajeros.
En resumen: en el interior también los cambios son positivos y apuntan a la funcionalidad. Lo mejor es la calidad percibida, que mejoró. Lo peor son los faltantes en seguridad.
En marcha
Los cambios mecánicos son pocos. Se mejoró la puesta a punto, muy orientada al confort de marcha, como corresponde a un auto de esta propuesta. Además se mejoró un poco la aislación sonora y se cambió la puesta a punto de la caja automática.
Son cambios pequeños, que vienen bien, pero que no hacen la diferencia. El motor sigue siendo el viejo 1.8 de 8 válvulas y 105 CV de potencia, una antigüedad que deja ver a también antiguo 1.8 E.torQ de FCA como moderno (130 CV). No pudimos medir consumos, pero es sabido que es uno de los impulsores más gastadores del mercado.
Dicho esto, también hay que decir que este Spin se mueve muy bien con este motor. Al menos con la caja automática (todas las unidades disponibles eran automáticas), las reacciones son bastante rápidas aún con el auto cargado. Resuelve bien la recuperación 80-120 km/h y es seguro a la hora de los sobrepasos.
Los ajustes en la caja mejoraron esta caja que ya era buena y se nota sobre todo en el confort de marcha. Su funcionamiento automático es muy bueno, no así el secuencial. No me gusta que la última posición hacia atrás de la selectora sea M (manual) y no D (drive), ya que cuesta ubicarla sin mirar. Los botones + y – en el costado de palanca tampoco son cómodos para pasar los cambios manualmente.
La dirección es hidráulica y funciona bien, aunque no tanto como las eléctricas que se usan ahora. La puesta a punto de la suspensión es apropiada y se banca bien las calles en mal estado. Por supuesto, si doblamos exigidos no se siente muy segura, pero no es la intención de este tipo de autos. No hubo viento lateral significativo como para evaluar su desempeño en este aspecto.
Llegando
Esta Chevrolet Spin 2019 está mucho mejor que la anterior, con mejoras estéticas significativas, mayor confort a bordo y un poco más de versatilidad. Sus puntos bajos son el viejo motor 1.8, muy poco eficiente, y la seguridad, sin ESP y con sólo dos airbags.
Los precios parecen algo altos (desde $506.900 hasta $625.900) pero hay que tener en cuenta que todos los autos subieron. En 5 asientos hay muchas opciones de vehículos orientados a la familia, y algunas más económicas. Por caso, un Cruze sedán base ($614.900) es una gran opción, más segura y eficiente.
En 7 asientos la cosa cambia y ahí sólo podemos mencionar a la china Lifan MyWay como una opción ($625.900), ya que los otros productos son mucho más caros. Spin es un producto muy singular en nuestro mercado.
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