Si bien su participación en el mercado argentino todavía es baja, cada vez se venden más autos con caja automática. Presentamos cinco cuidados básicos para quienes recién se inician.
La caja automática es un viaje de ida. Resistida por muchos que consideran que se pierde autonomía del conductor, la resistencia se quiebra luego de recorrer algunos kilómetros y tener que volver a pisar el embrague y usar la mano derecha. Salvo casos particulares de vehículos deportivos, las cajas automáticas llegaron para quedarse.
Mientras en otros mercados son mayoría absoluta -en Estados Unidos los jóvenes no saben usar un auto manual-, las cajas automáticas en Argentina son una minoría, con no más del 18% de los nuevos patentamientos. Pese al número bajo (en Brasil se habla de arriba de un 40% de los nuevos autos-, su participación sigue creciendo.
La principal limitación para su masificación es el precio. Para acceder a una caja automática hay que pensar en no menos de 30 mil pesos de más respecto a un auto de igual equipamiento con caja manual. En otros modelos esa diferencia puede superar los 60 mil pesos.
Tipos
- Robotizadas: Son las más baratas pero casi no quedan en el mercado. Estrictamente hablando, son cajas manuales con accionamiento automático y Volkswagen las hizo durante mucho tiempo en su planta de Córdoba bajo el nombre de iMotion. Fiat también las usó mucho como Dualogic y sigue en algunos autos, como el 500. Su funcionamiento no siempre es satisfactorio, ya que son muy lentas y hacen complicadas las maniobras de estacionamiento en pendientes.
- Convertidor de par: las más comunes en la actualidad, su masificación se logró en parte gracias a la japonesa Aisin, que la vende a muchas automotrices, logrando escala y precios más bajos. Por ejemplo, son las que vienen en Gol, Polo, Virtus, T-Cross, C3, 2008, Renegade y Toro, entre muchos otros productos (con seis relaciones y nombres como Triptronic). Su funcionamiento y confiabilidad están probados, por lo que es la mejor opción para autos de gamas medias y bajas.
- Doble embrague: más caras y rápidas, están reservadas a vehículos de gama media y alta. Ford hizo uso de este tipo de cajas en modelos más populares como la EcoSport, pero su resultado no fue bueno, un caso estudiado mundialmente. El grupo Volkswagen las usa en su propia gama alta y en modelos de Audi y Porsche, entre otros, con el nombre de DSG.
- CVT: la más común en autos de origen japonés como Toyota, Honda o Nissan, se ha masificado mucho en el último tiempo. A diferencia de las anteriores, no tiene engranajes sino una cinta continua que va cambiando constantemente las relaciones, por lo que su funcionamiento es muy suave. Algunos clientes la consideran muy artificial y con sienten que patina, por lo que se le agregaron «cambios virtuales» y por esos se dice que tienen X cantidad de marchas.
Siglas
No todas las marcas usan las mismas siglas, pero las más comunes son:
- D, de drive (en Argentina muchos dicen directa, pero no es correcto), significa manejar y es la posición para ir hacia delante.
- N, de neutro, su uso es mínimo.
- R, de reverse, es la marcha atrás.
- P, de parking, es la posición en la que se debe dejar el auto al estacionarlo.
Además, a veces se usa la sigla S para secuencial (para pasar los cambios manualmente, no confundir con el botón S de modo Sport) y L de low para baja (reductora, vehículos todoterreno).
Cinco consejos
No usar N
A diferencia de los que muchos creen, no es necesario usar la posición N (punto muerto) al detener el auto en un semáforo. Esta costumbre, que viene de los autos con caja manual para evitar el desgaste prematuro del embregue, no es aconsejable en los automáticos. Simplemente hay que dejar en D con el pie en el freno.
La posición D mantiene el sistema hidráulico presurizado y la salida es más rápida. N fue creada sólo para casos de emergencia en los que hay que liberar las ruedas para remolcar el auto, por ejemplo. En algunos autos la caja se desacopla automáticamente cuando está parado, para ahorrar combustible.
No baje una pendiente en N
Algunas personas gustan de poner en punto muerto la caja automática para bajar una cuesta, pensando en ahorrar combustible, lo que es una práctica errada. Mientras no estemos pisando el acelerador, el auto no inyecta combustible (sólo lo necesario para mantenerlo en marcha). De hecho, en N sí gasta combustible.
Hay un problema adicional y es que las ruedas libres en una pendiente hace que necesitemos usar más los frenos, como veremos en el punto siguiente.
Use freno motor
Al igual que en los autos manuales, se puede bajar un cambio a la hora de descender una larga pendiente, para que el auto frene con el motor y no se recalienten los frenos (y pierdan efectividad). Para bajar un cambio se pueden usar las levas del volante en caso de tenerlas, pasarlo a secuencial desde la caja o usar las funciones 2 y 3 en los autos que las traen, lo que no deja pasar los cambios más allá de esas marchas.
P al estacionar
Como su nombre lo indica, la posición de parking es fundamental, por lo que muchos autos no dejan sacar la llave si no se coloca en esta posición al apagar el auto. Es importante también combinarla con el uso del freno de mano, ya que protegerá el sistema en caso de un choque mientras el auto esté detenido.
Han ocurrido muchos accidente en el mundo por bajarse del auto sin dejar el auto en P, ya sea por olvido (y, al soltar el freno, el auto comienza a moverse) o por fallas de los fabricantes, que permiten su accionamiento involuntario. En casi todos los autos nuevos hay algún botón que es necesario presionar para mover de P a D y evitar de esta manera accidentes.
La caja automática hace que muchas veces relajemos demasiado la atención en este punto y se produzcan accidentes tontos.
Atención al aceite de transmisión
Las cajas automáticas son caras de reparar y por eso hay que tener algunos cuidados. Mucha gente piensa que no necesitan mantenimiento, un error grave. Hay que ver bien en el manual de instrucciones cuándo realizar el cambio de aceite de caja, y algunos recomiendan cambiar incluso antes, preventivamente.
Muchas veces se puede pasar varios años sin cambiar el aceite, pero el calor que generan las cajas automáticas hacen que el aceite vaya perdiendo propiedades y genere pequeños daños en todo el sistema, que suelen aparecer años después.
Fuente: Uol Carros.
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