Las restricciones a la compra de moneda están comenzado a complicar las operaciones de las automotrices, que tienen un límite de US$ 2 millones mensuales para pagar importaciones.

Las automotrices comenzaron a levantar su voz contra el cepo. Según informan varios diarios, el límite mensual de dos millones de dólares para pagar importaciones está complicando las operaciones, ya que por arriba de ese límite es necesaria una autorización especial.

Por ejemplo, el nuevo presidente de Volkswagen Argentina Thomas Owsianski le dijo a La Voz del Interior que necesitan que el gobierno flexibilice esta operatoria. “La cuestión es que, cuando se necesite, la autorización del Banco Central sea ágil. Las autoridades se comprometieron a buscar un mecanismo rápido”, dijo María Ángeles Stelzer, directora de Asuntos Corporativos de la compañía

En tanto, el diario La Nación indica que el sector automotor tiene una deuda de US$1.000 millones con sus casas matrices, con las que se desarrolla casi el 90% de su intercambio comercial. Según el diario porteño, las consecuencias pueden ser dos:

  • O las casas centrales no les venden más productos hasta que se regularice la situación, lo que termina en falta de oferta y aumento de precios;
  • o la empresa debe recurrir, para conseguir más dólares, al contado con liqui o al dólar bolsa, un alza de costos que impacta en el margen de la empresa o termina en la suba de los precios de lista.

El diario Clarín indica que el pasivo con las casas matrices es de 800 millones de dólares y que es producto de la compra de vehículos y autopartes importadas. La mayor parte de esa deuda forma parte del giro comercial habitual de las automotrices: desde que el Gobierno eliminó el cepo cambiario en enero de 2016, las importaciones de autos se multiplicaron y llegaron a constituir dos tercios de las 900.000 unidades que se vendieron en 2017.

Según el diario, en un cálculo moderado, a un precio FOB de US$ 15.000 por unidades, arroja un piso de importaciones, cada mes, de unos 400 millones de dólares sólo en vehículos completos. Eso, sin contar las autopartes, que constituyen entre 60% y 80% de cada uno de los vehículos que se producen dentro de las fábricas automotrices locales.

Además, al menos tres de las automotrices tienen acumulada deudas con proveedores de bienes de capital del exterior, por inversiones que están haciendo sus plantas. Es el caso de PSA Peugeot Citröen, Volkswagen (planta Pacheco) y General Motors.


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