En sólo dos meses, Volkswagen, General Motors, Toyota y Stellantis anunciaron inversiones récord en Brasil, la última, de nada menos que 6 mil millones de dólares.

Dos cosas son ciertas: las inversiones en la industria automotriz no se deciden de un momento a otro, en general llevan años de estudio. La otra: el presidente de Brasil Luiz Ignacio Lula da Silva ha sido, históricamente, un gran aliado de todo el sector más industrial de ese país, y en particular de la industria automotriz.

Lula siempre ha apostado por el mercado interno, la generación de empleo y las exportaciones, mientras que su antecesor, Bolsonaro, intentó una mayor apertura al mundo y eliminar los aranceles para autos importados. El cambio de clima desde que asumió Lula, el 1 de enero de 2023, es notable.

Sólo en lo que va de 2024 cuatro automotrices anunciaron inversiones que son récord en varios sentidos, y que se suman a otras que ya lo habían hecho desde mediados de 2023. Las últimas cuatro fueron las siguientes:

  • Enero: General Motors informó una inversión de 1.400 millones de dólares, un monto muy elevado para esta industria y que despejó las dudas que había sobre el fabricante estadounidense. Los sindicatos temían que GM tome una decisión similar a la de su par Ford, que dejó de producir en Brasil en enero de 2021.
  • Febrero: Volkswagen anunció inversión de 3.250 millones de dólares, una de las más grandes de la historia, para producir nuevos vehículos, entre ellos una pickup compacta que por años se barajó para Argentina,
  • Marzo: el día 5 de marzo quedará en la historia de la industria automotriz sudamericana porque tanto Toyota como Stellantis anunciaron inversiones récord. La japonesa pondrá 2.200 millones de dólares, el desembolso más grande de esa marca en el país, y el Stellantis anunció nada menos que 6 mil millones de dólares, la mayor inversión de una automotriz en toda la historia de Sudamérica.

Incentivos para autos «verdes»

Lula, junto a los directivos de Stellantis, entre ellos el CEO mundial de la automotriz, Carlos Tavares.

Gran parte de todas las inversiones anunciadas irán hacia el desarrollo e implementación de nuevas motorizaciones híbridas o 100% eléctricas. Lula anunció el plan MoVer («Movilidade Verde») hace un año, plan que obliga a las automotrices invertir en eficiencia energética y reciclado, y contempla incentivos fiscales para producir autos que contaminen menos.

El plan incluye distintas metas de descarbonización desde este año hasta 2028, que serán compensadas con millonarios incentivos fiscales, lo que hará que buena parte de estas inversiones sean amortizadas. Es, también, un cambio de dirección respecto a Bolsonaro, ya que durante su presidencia se hicieron pocos esfuerzos por mitigar la emisiones de gases responsables del efecto invernadero.

Este rumbo verde le viene muy bien a las automotrices, no tanto porque estén seguras de la vía de electrificación (de hecho, Tavares ha sido bastante crítico del proceso), sino porque ya han sido obligadas a tomar esa vía en Europa, China y Estados Unidos. Entonces, les conviene que la región Sudamérica vaya en el mismo sentido y no tener que seguir desarrollando tecnologías anteriores.

De todas maneras la vía brasileña de descarbonización será distinta ala europea. El país ha sido pionero a nivel mundial en el uso del etanol (combustible derivado de plantas) y la mayoría de las automotrices están desarrollando sistemas híbridos flex, combinan la electrificación con el uso del etanol. Otras, en cambio, sí irán directamente a la tecnología 100% eléctrica, como las chinas.

Automotrices chinas también invierten en Brasil

Acto durante la inauguración de la fábrica de la empresa china de automóviles BYD en Camaçari, estado de Bahía, Brasil, en julio de 2023.

Las automotrices chinas también están haciendo desembolsos millonarios en Brasil, en gran parte destinados a la producción de autos 100% eléctricos. En 2023, primer año de la presidencia de Lula, BYD anunció nada menos que 2 mil millones dólares para la planta que era de Ford, en Bahía. Posteriormente, Great Wall también anunció 500 millones de dólares en el país.

Las inversiones chinas han desatado una carrera por el mercado de autos eléctricos, ya que la respuesta del consumidor fue mejor a la esperada, pese a que la infraestructura todavía es muy precaria. En los grandes centros urbanos brasileños, como San Pablo, los autos eléctricos tiene muy buena recepción.

Marcas como Renault o Nissan han hecho grandes esfuerzos por moverse rápido en este mercado incipiente, ante el temor de que las marcas chinas puedan copar el nicho. China es hoy el principal fabricante y consumidor de autos eléctricos del mundo.


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