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Según Jaime Ardila, presidente de General Motors para América Latina, la compañía no importará más autos de Brasil. Los modelos son Celta, Onix, Prisma, Spin, Tracker, Cobalt, Aveo y S10.

Mientras el gobierno y las automotrices siguen discutiendo la implementación del ProCreAuto 2, la cuestión de fondo de cómo saldar el déficit comercial del sector sigue sin resolverse. Las automotrices dicen que el Banco Central no les autoriza la compra de dólares necesarios para pagar deudas de autos y autopartes; y el gobierno dice que sí les venden y que 2.500 millones de dólares no es deuda sino capital de trabajo (ver más abajo).

Lo cierto es que General Motors será la segunda automotriz en dejar de importar autos de Brasil, después de que Renault anunciara que por lo que queda de 2014 y todo 2015 no traerá más Sandero, Logan, Duster ni Master. En una nota de la publicación brasileña Valor Econômico, Jaime Ardila, presidente de General Motors para América Latina, señaló que hasta que se resuelva el tema de los holdouts (tenedores de deuda que no entraron al canje), la compañía no importará más autos desde Brasil para intentar equilibrar la balanza comercial.

«Las cosas se van a normalizar cuando el problema de los holdouts sea solucionado» dijo Ardilla, en tono conciliador. Las automotrices -no sólo GM- van a priorizar el envío de autopartes hasta que las restricciones a la compra de dólares se levanten. Valor Econômico repite lo que las filiales argentinas vienen señalando por debajo: se ha generado una deuda de por lo menos 2.500 millones de dólares y hay temor a una exposición cambiaria, sobre todo frente a la posibilidad de una nueva desvalorización del peso.

Cledorvino Belini, presidente del grupo Fiat Chrysler de América Latina, también señaló que la tendencia de la industria es disminuir los volúmenes de exportaciones de vehículos de Brasil a Argentina y continuar con las importaciones, para intentar bajar el déficit histórico que nuestro país tiene con su mayor socio. De esta manera, Brasil perderá su principal mercado exportador en materia de automóviles, que concentra nada menos que el 85% del total.

Así, al menos por lo que queda de 2014, es muy probable que la gran mayoría de las automotrices reduzcan notablemente su oferta de autos importados y traten de sobrellevar la tormenta con autos de industria argentina.

General Motors de Argentina no confirmó esta información que llega desde Brasil, pero Isela Constantini, presidenta de la filial, lo dejó entrever. En una nota a la agencia Télam, destacó la importancia del ProCreAuto pero indicó que no contempla la posibilidad de incorporar al plan autos Chevrolet de fabricación brasileña. «En nuestro caso, mientras no tengamos una tranquilidad con las divisas, estimular la venta de autos importados a General Motors no le funciona como modelo de negocio«, señaló.

Constantini adelantó que apoyará la continuación del ProCreAuto, como se espera que suceda con la mayoría de las automotrices, siempre y cuando se revean los precios. «La idea es que se mantenga el ProCreAuto, que se extienda, que siga para poder mantener en movimiento el mercado y mantener la producción, pero resta definir en qué condiciones«, dijo Costantini a Télam, y agregó:  «el plan es positivo» para las automotrices, pero «hay preocupación respecto a si existe capacidad para producir toda esa demanda«.

General Motors produce en Argentina el veterano Classic y el Agile. El resto de su oferta viene de Brasil y Corea del Sur (Cruze, Spark y Sonic), con la excepción del Camaro que llega sólo a pedido desde Canadá.  En términos de volumen, las bajas más sensibles para Chevrolet serán el dúo Onix/Prisma, que el mes pasado vendieron 1.743 unidades sobre un total de 8.500 autos patentados por la marca. Otros productos importantes que llegan de Brasil son la S10 (que es, además, la que cuesta más dólares en el intercambio), Tracker (585 unidades) y el viejo Celta (466). Todos estos ya han dejado de ingresar, según la publicación brasileña.

Es probable que sigan ingresando los vehículos comprometidos con los planes de ahorro, como sucede con Renault.

El gobierno dice que es falso que no venden dólares a las automotrices

Hace un par de días, la ministra de Industria Débora Giorgi sostuvo que es falso que no se le estén vendiendo dólares a las automotrices, pero implícitamente reconoció el monto de 2.500 millones que las empresas dicen que deben al extranjero.

En diálogo con radio Vorterix, Giorgi dijo que en el año 2014, por sobre el pago de autopartes, «las terminales tuvieron u$s 2.800 millones para pagar autos importados y hacer otros giros». Y agregó: «reclaman una supuesta deuda que se le acumula porque no pueden girar, son los famosos u$s 2.500 millones. Le voy a hacer un cálculo muy simple, el sector automotriz maneja un giro de negocios de más de u$s 27 mil millones; eso no es deuda, es capital de trabajo, es el crédito comercial que le da un kiosquero a un cliente«, graficó al periodista Reynaldo Sietecase.

Hoy es el turno de las más complicadas

Hoy empiezan las reuniones individuales con cada automotriz, y si bien se dijo que sería por orden alfabético, el gobierno recibirá a las tres empresas más complicadas con sus balances: Honda, PSA Peugeot-Citroën y Renault. Las empresas tratarán de negociar un aumento de precios y establecer algún tipo de cupo para quedar a resguardo.

Si hay acuerdo en estos temas, se espera que la gran mayoría o todas las automotrices reingresen al ProCreAuto, como lo adelantamos en esta nota.

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