Como parte de un millonario plan orientado a los mercados emergentes, General Motors invertirá 2 mil millones de dólares para sustituir a Onix, Prisma, Cobalt y Spin.
La automotriz de origen estadounidense General Motors anunció ayer un ambicioso plan de inversiones destinado a los llamados «mercados emergentes». El programa consiste en una inversión de 5 mil millones de dólares para desarrollar una nueva plataforma junto a la china SAIC Motor Corp., que sirva de base a toda una nueva familia de autos compactos (fundamentalmente, segmento B).
El nuevo plan de inversión identifica cuatro países clave desde donde se abastecerá a los respectivos mercados emergentes. Por supuesto que China será uno de los principales y los otros son India, México y Brasil, desde donde deberán llegar los nuevos productos a Argentina. Respecto al país vecino, el desembolso será de 6,5 mil millones de reales (alrededor de US$ 2 mil millones) que se suman a una cifra muy similar, anunciada hace un año.
La nueva arquitectura que está desarrollando GM deberá dar lugar a toda una nueva familia de autos del segmento B (autos chicos o compactos) y quizás también del segmento A (citycars), comercializados bajo la marca Chevrolet. Esta nuevos modelos deberán sustituir en el largo plazo a los modelos que hoy ocupan esa parte de la gama, es decir Onix, Prisma, Cobalt y Spin. Los autos más antiguos como Celta y Classic se retirarán antes.
La nueva familia de autos para mercados emergentes estará compuesta por seis modelos y el primero deberá llegar al mercado brasileño en 2019 y el resto en un plazo de un año y medio. «Creemos que el crecimiento ocurrirá fuera de los mercado maduros y Brasil tendrá un papel importante en ese escenario», señaló Dan Ammann, presidente mundial de GM. «Aunque este no sea el mejor momento de Brasil, creemos que hay un gran potencial», completó.
Dan Ammann agregó que la compañía ve muchos cambios en los hábitos de los consumidores en estas regiones y buscan autos con más «conectividad, seguridad y economía«. El millonario proyecto incluye el desarrollo de nuevas transmisiones y nuevos motores, más enfocados en la eficiencia. Si bien la compañía no especificó detalles de la inversión, el foco estará puesto en la planta de Sao Caetano do Sul, cerca de San Pablo. No se esperan nuevas plantas ni ampliación de la existente.
Los nuevos modelos que pueden esperarse, si se da la lógica, deberían ser un sedán y un hatch de precio razonable para reemplazar a Onix y Prisma. Luego un sedán de mayores dimensiones que quede por debajo del Cruze; un SUV para competir con EcoSport (y todos los otros productos que aparecieron en el segmento; una minivan; y probablemente una pickup de tamaño intermedio (más grande que la Montana) para competir con Renault Oroch y Fiat Toro.
Recordemos que además de Brasil, General Motors viene ejecutando una inversión de 740 millones de dólares en Argentina en el marco del denominado Proyecto Fénix, destinado a producir a partir del año que viene el nuevo Cruze. De ese monto, US$ 450 millones corresponden propiamente al nuevo auto, US$ 220 a la fabricación de modernos motores y US$ 20 a la modernización de la planta cercana a Rosario.
De esta manera, GM sigue el plan trazado por varias automotrices para el Mercosur: los productos de mayor volumen se fabrican en Brasil y los de mayor valor de mercado (productos del segmento C y pickups del segmento D) se producen en Argentina. Resta saber si Fiat Chrysler se suma o no a esta tendencia.
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