Probamos el restyling del Fiat 500, que ahora llega importado de Europa con el mismo diseño retro chic de siempre pero con nueva mecánica. Puntos altos y bajos de este pequeño que ya es un clásico.
A comienzos de año, Fiat comenzó a ofrecer en Argentina el nuevo 500, que no es otra cosa que un restyling o rediseño de esta idea genial: una auto urbano inspirado en un modelo clásico. Lanzado originalmente hace algo más de 10 años, el 500 o cinquecento se inscribe en la tendencia nostalgiosa muy de moda hace unos años, cuando surgieron también el New Beetle y el Mini.
Fiat traía este 500 de México, a precio competitivo pero dentro de una propuesta claramente aspiracional. Con esto queremos decir que no es tanto una solución de movilidad urbana (por su tamaño) como un chiche bonito y muy funcional.
Ahora, seguramente por cuestiones de homologación y la norma Euro 5, el 500 vuelve a ser importado de Polonia y de paso recibió el último rediseño que ya se ofrecía hace un par de años en Europa. Por gentileza de FCA Argentina, probamos en Córdoba el 500 en versión intermedia Lounge.
Fiat 5oo 1.4 16V Lounge
- Origen: Polonia
- Precio: $841.100
- Garantía de tres años o 100 mil kilómetros
Por fuera
Aquí hay que sacarse el sombrero: Fiat trató bien a este 500 a través de los años, con cambios sutiles y de buen gusto, sin exceso de decoraciones ni atajos llamativos. Ya no es novedoso en la calle como cuando salió, pero sigue levantando suspiros de quienes se enternecen con su aspecto de niño bonito.
Eso quiere decir que fue un diseño bien concebido y que con los años no se llenado de liftings para parecer más joven. Por supuesto, no es un auto para todos y muchos se horrorizan con la sola idea de verse al mando de uno. Problema de ellos.
Los cambios se notan bastante en el frontal, gracias a una nueva grilla inferior con «botones» (no se me ocurre otra palabra) cromados que están muy de moda, y si no ver las parrillas de Mercedes-Benz y tantos otros autos. Al estar ahí abajo no es tan agresiva como en otros modelos y le queda muy bien, casi como una joya sobre el pecho.
Las llantas son otra pegada, también de estilo retro y buen gusto (calza 195/45 R16) . Atrás el principal cambio es en las ópticas, que ahora tienen el centro del mismo color de la carrocería, un detalle bastante original.
Sinceramente, el 500 siempre me pareció lindo y me este restyling le dio un aire nuevo sin pasarse de la raya. Quizás ya encontró el límite de edad para un modelo, pero para mí envejeció de lo más bien.
Interior
En términos estéticos, aquí corre lo mismo que para el exterior. Ha cambiado poco, para mejor, y sigue viéndose bien. En lo funcional, sin embargo, no convence tanto.
Manejé por primera vez el 500 allá por el año 2012 (creo) y curiosamente no volví a subirme a uno. En ese momento me pareció un auto muy cómodo, pero no lo recuerdo con detalles. Ahora, no me sentí tan confortable en el 500.
La butaca del conductor baja y sube como en la mayoría de los autos, pero en este caso no baja todo el asiento, sino el culo. O sea, si bajamos mucho el asiento sentimos que nos hundimos un poco, pero el borde del asiento sigue estando alto, lo que no es molesto en tramos cortos, pero si uno está sentado todo el día al volante genera presión en la parte de atrás de las piernas.
La solución es subir el asiento, para que quede más plano, pero en ese caso el pelo roza el techo (mido 1,79 metros), algo que tampoco es cómodo. Esto se da porque viene con techo solar eléctrico, un equipamiento que «baja» la altura del techo para albergar el mecanismo de apertura.
Para completar el panorama, el techo solar tiene una cortina traslúcida y no un «cielo raso» oscuro, por lo que en esta época de alta temperatura calienta bastante. Si uno revisa los foros de usuarios, verá que la mayoría le compra un polarizado bien oscuro y con filtros UV apenas pasa su primer verano en el 500.
Dicho esto, también debo decir a subí a otras personas al asiento del conductor y no les pareció incómodo, por lo que la recomendación es la misma de siempre: probar siempre el auto antes de decidir una compra.
El resto del interior a mí me gusta mucho. El color carrocería en el interior es un plus de estilo, los materiales tienen buena textura (sin ser goma blanda), los tapizados están bien y el equipamiento es bueno. Me encanta el instrumental poco común, con pantalla al medio y símil relojes en los costados. El volante es algo fino y Fiat tiene mejores diseños, como en el Argo, con botones delante y detrás del anillo.
Viene con sistema Uconnect, que funciona muy bien y ya lo hemos elogiado en varios productos de FCA. No tiene navegador, pero la integración con Android Auto-Apple CarPlay hace las cosas más fáciles e intuitivas. Tiene climatizador automático de una zona (no es de los que congelan) y los levantavidrios en la consola central, algo a lo que cuesta acostumbrarse pero a mí no me molesta.
Ir atrás en el 500 es algo que uno no le desea a nadie que no sea un niño. El espacio es realmente pequeño y el ingreso (como para montar una silla infantil) tampoco es sencillo, pero es algo que el comprador de un autito como este lo sabe perfectamente. El baúl también es pequeño pero aprovechable.
Tiene excelente equipamiento de seguridad, con 7 airbags de serie y control electrónico de estabilidad. Tiene buen equipamiento (asientos y volante de cuero, el techo mencionado, espejos eléctricos, el climatizador, sensores de estacionamiento trasero, etc, ver ficha técnica) aunque le vendría bien tener algún detalle original y extravagante, como tienen algunos autos franceses.
En resumen, este 500 es tan bonito por dentro como por fuera, con buen nivel de equipamiento y seguridad destacada. Las personas altas deberías chequear la ergonomía antes de pensar en un 500.
En marcha
El cambio de origen también implicó reemplazo de la mecánica. Salieron los motores 1.4 8V de 85 CV y el 1.4 Multiair de 105 y fueron reemplazados por un único 1.4 Fire 16V de 100 CV, asociado a cajas manual de quinta o robotizada Dualogic también de cinco.
Vamos a decirlo de entrada: el motor está más que bien para los 930 kg de este citycar, pero la caja automatizada tiene un funcionamiento que puede ser frustrante. Sinceramente, pensé que la Dualogic estaba jubilada en Europa, pero se sigue ofreciendo.
Como lo explicamos en el video que reproducimos a continuación, es una caja que tiene respuestas lentas entre marcha y marcha. Las cajas robotizadas nacieron en la Fórmula 1, se pusieron muy de moda en los años noventa (de la mano de Magneti Marelli) pero hoy han sido superadas tanto por las de doble embrague como por las de convetidor de par (y las CVT). Fiat, de hecho, ofrece la excelente Aisin de seis marchas en el Argo que sale más barato que este 500 y es exponencialmente mejor.
Para no asustar a nadie: la caja funciona bien si uno lo que desea es ponerla en D (A en este caso) y salir andado sin preocuparse por nada. Pero quien ya haya manejado otro tipo de cajas automáticas difícilmente aprecie esta Dualogic. Lo mejor: el funcionamiento secuencial, muy poco invasivo y de accionamiento a través de la selectora (larga, si uno tiene mucha imaginación jugar a que maneja un auto de carreras) o de las levas al volante. La otra opción en comprarlo manual.
El 500 es un auto divertido de manejar, con esa pequeña distancia entre ejes que lo hace parecer un kárting y una puesta a punto tirando a dura (acentuada por los neumáticos de perfil algo bajo). Doble bien en velocidad, es estable y tiene dirección con asistencia eléctrica, de buen funcionamiento pero radio de giro algo corto para un auto urbano.
Se puede sacar a ruta sin problemas y también a la tierra, donde es algo saltarín. Los consumos son relativamente mejores en ruta que en ciudad (quiero decir: siempre son mejores en ruta, pero comparando con otros autos urbanos podría ser mejor), con sólo 6 litros cada 100 a 110 km/h (dato meramente referencial) y algo más de 9,5 litros en ciclo urbano, con aire acondicionado.
Llegando
El 500 sigue siendo un auto tan lindo como caprichoso, con un público pequeño (como el auto) pero fiel, que puede pagar de más por un objeto que es más que un medio de transporte. En ese sentido, el nuevo 500 no defrauda.
Desde el punto de vista racional es difícil justificar el precio elevado para un auto que no se destaca particularmente en nada en la parte mecánica. Sí se saca buenos puntos en seguridad y en estética.
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