por Review: Toyota Yaris hatch, llamado a ser el referente del segmento
diciembre 20, 2018 en Pruebas por Mauro Osorio
Prueba de manejo del nuevo Toyota Yaris hatch (5 puertas), que ahora llega a nuestro país desde Brasil y en una gama más amplia. Por motor, diseño y equilibrio, podría ser el nuevo referente del segmento.
El lanzamiento más importante de Toyota en este año que termina fue el Yaris brasileño. Este modelo de la parte alta del segmento B venía a nuestro país desde Asia, pagando 35% de aranceles extra Mercosur. Toyota quería testear el gusto sudamericano, prueba que concluyó con la radicación de el Yaris en planta paulista de Sorocaba.
Con el cambio de origen, Toyota amplió además la gama, con una nueva carrocería sedán (ver prueba) y más versiones. A su vez, la llegada del Yaris amplía el porfolio de la marca en Argentina: el exitoso Etios cubre la parte baja del segmento B, el nuevo Yaris la parte alta, y más arriba queda el omnipresente Corolla.
La idea de la marca es fidelizar aún más a sus clientes y que puedan hacer toda la escalerita sin moverse nunca de concesionario. En este plan, dio un golpe fuerte en la mesa con la ampliación de la garantía para todos los modelos de la marca a cinco años o 150 mil kilómetros, transferible. En este plan, sólo le falta ofrecer un SUV a precio razonable para tener una gama realmente completa.
Toyota Yaris hatch S manual
- Origen: Brasil
- Precio: $711.700
- Garantía: 5 años o 150 mil kilómetros
Por fuera
Así es el nuevo Yaris hatch (cinco puertas).
Con el cambio de origen, este Yaris hatch recibió además un intenso rediseño o restyling. Teniendo en cuenta que la plataforma es la misma, hay que decir que el trabajo ha sido realmente notable, con un nuevo frontal más agresivo y agradable a la vez, y una trasera mucho más estilizada. A los diseñadores no siempre les agrada esta tarea de trabajar sobre una base ya establecida, pero se ve que en este caso la libertad fue mucha.
Y así era el anterior.
La clave es que los diseñadores pudieron tocar la chapa del auto, algo prohibido en un restyling de media vida, donde sólo se pueden modificar los plásticos (más baratos de cambiar). En el nuevo Yaris se cambió el capó, todo el frontal, el techo y la parte trasera, entre otras cosas.
El resultado es de lo más agradable. Tiene un toque de deportividad, mucho de estilización, recursos bien utilizados (como la pintura negra en el parante C o en el borde de la luneta) que, junto a unas proporciones bien pensadas, dan un auto de muy bajo rechazo estético. El equilibrio, como se verá, es la clave del nuevo Yaris.
En esta versión S, Toyota además recurrió a detalles en color rojo tanto en el frontal, como en los espejos y el portón trasero. Se supone que agregan deportividad.
De atrás se ve muy bien, con el techo simulando una caída más marcada de la real y la pintura negra «rebajando» volumen. Las ópticas traseras son más grandes y van desde el lateral hasta la patente.
Un detalle poco notado y que queda muy bien: el techo tiene un par de curvas. Lo que no queda tan bien es la continuidad de la líneas en esta parte del auto.
Cuando hablamos del Yaris hatch, hay que mencionar siempre a dos de sus competidores directos: el Fiat Argo y el Volkswagen Polo (y, dentro de poco, el nuevo Chevrolet Onix). Por supuesto, hay muchos más autos en el segmento, pero estos tres son nuevos y comparten especificaciones similares.
El Yaris es el más largo de los tres, con 4,15 metros y tiene una distancia entre ejes muy similar, de 2,55 metros (2,56 el Polo y 2,53 el Argo). En lo estético, el Yaris queda al medio: no es tan sobrio como el alemán ni tan llamativo como el italiano. Como dijimos, la clave está en estar siempre al medio.
Por dentro
Por dentro el Yaris no tiene nada de espectacular, es bien racional y, como sus dos competidores, ofrece buen espacio para 4 adultos, lo que habla a las claras de un crecimiento en el segmento (en este aspecto, el Ford Fiesta quedó desactualizado). Con más años, los Peuegot 208-Citroën C3 y Renault Sandero también ofrecen espacio similar.
Noto una intención de Toyota de ofrecer buenas sensaciones a bordo del Yaris, aunque sin salirse de presupuesto en la elección de los materiales. Todo es plástico duro, pero de relativa buena calidad y detalles de símil costura, que en este caso son rojos.
Lo más interesante del Yaris viene por el lado de la computadora de a bordo, que ofrece mucha y variada información. Se destacan los cálculos de consumo de combustible, que pueden verse por minutos, por días y hasta por meses, configurado en litros o en moneda. Ideal para los que usan excel para llevar los gastos.
Entre otras formas de ver los consumos está este curioso podio con las mejores performances.
La otra pantalla, la multimedia, es mucho mejor que la anterior, lo que no quiere decir mucho, ya que era bastante mala. La nueva tiene buena resolución y navegación, pero carece de Android-Auto Apple CarPlay. Como no tienen navegador, se puede usar una app de Tom Tom en el celular y espejarla en la pantalla. No es la mejor solución.
Lo que sí trae, y que sus rivales han abandonado, es techo solar eléctrico, un plus de esta versión S. Además viene con climatizador automático, 7 airbags, control electrónico de estabilidad (de serie en todos vehículos de la marca vendidos en Argentina), encendido por botón, ingreso manos libres, cuatro levantavidrios eléctricos, sensor de lluvia, cámara de retroceso (sin sensores) y espejo interior con antiencandilamiento automático.
Curiosamente, trae espejos plegables eléctricamente pero hay que apretar un botón (no se pliegan al cerrar el auto). A esta versión le falta control de velocidad crucero, que está presente sólo en la gama automática. Todos los detalles pueden consultarse en la ficha técnica.
Otro faltante es el de más tomas USB, algo que hoy el público al que apunta este Yaris toma en cuenta. Trae una sola, en la gaveta central, que además obliga a dejar el celular dentro. Hoy lo mínimo deberían ser dos tomas USB, accesibles tanto para los pasajeros delanteros como para los que van atrás.
Techo solar, un equipamiento que va con el segmento al que apunta el Yaris.
El espacio trasero es bueno y el baúl es de los más amplios del segmento, con 310 litros. Un plus importante: Toyota sigue sin renunciar al auxilio de igual tamaño a las ruedas titulares, en este caso con llanta de chapa pero con las mismas medidas (15 pulgadas en toda la gama).
Como contrapartida, el tanque de combustible carga sólo 42 litros.
Atrás tiene buen espacio para dos adultos.
El baúl tiene buena capacidad para el segmento. La tapa que oculta el equipaje debería mejorarse, ya que se sale con mucha facilidad.
En resumen, el interior de este Yaris hatch es completo, espacioso y bien terminado. En tecnología multimedia podría mejorarse.
En marcha
El Yaris viene con el mismo motor 1.5 dual VTI de 107 CV del Etios, asociado a caja manual de seis marchas (como en la unidad probada) o automática de tipo CVT. Tracción delantera, eje trasero con barra de torsión y frenos a tambor. Todos los Yaris vienen con llantas de 15 pulgadas, aunque con distinto diseño y material.
Es un motor cadenero bien conocido y confiable. Las prestaciones son moderadas (tiene menos potencia que el 1.6 del Polo, de 110 CV y más que el 1.3 de del Argo, de 99 CV) pero se destaca por su curva de torque, que superado cierto umbral mínimo, es muy pareja, lo que le da un excelente despeño y bajos consumos (gracias a la variación inteligente en la sincronización de las válvulas).
Pero hay otro factor más importante en el desempeño de este Yaris, y es la caja manual de sexta, que no ofrecen sus competidores. Gracias a tener un cambio más, el Yaris tiene una primera, una segunda y una tercera bien cortas y arrimadas, lo que le da muy buena respuesta en ciudad. Gracias a estos tres cambios, tiene mejor 0 a 100 que sus competidores.
A su vez, la sexta marcha hace que el motor viaje más relajado en ruta y baje los consumos. A 100 km/h puede consumir sólo 6,5 litros cada 100 kilómetros y a 130 km/h pide un litro más. En ciudad, va de los 9 a los 11 litros dependiendo del estilo de conducción y del tráfico.
La selectora de la caja es bastante buena, mejor que la del Argo pero peor que la del Polo. Primera y segunda no siempre engranan con facilidad.
La puesta a punto de la suspensión es, al estilo Toyota, más tendiente al confort que a las prestaciones, aunque dobla bastante bien. Es algo bajo adelante (toca en algún lomo de burro), pero en general tiene buen desempeño.
La dirección tiene asistencia eléctrica y, para mi gusto, es demasiado blanda y artificial. Uno no se entera de nada de lo que está pasando a nivel ruedas, lo que puede complicar en uso intenso. Como contrapartida, es muy maniobrable en ciudad y tiene muy buen radio de giro.
El confort acústico es medio, con algo de ruido del motor y bastante buen control de los sonidos del viento, sin ser demasiado destacado. Las butacas también están en la media y la posición de manejo es bastante fácil de lograr, aunque el volante no regule en profundidad. Si usted es muy alto, muy bajo o le gusta ir con la butaca bien atrás, debería probar este Yaris antes de decidir una compra.
Llegando
Este Yaris tiene todo para ser el referente del segmento. No sobresale mucho en ningún ítem, pero logra un promedio de lo más destacado. Diseño bastante atractivo y de bajo rechazo, mecánica confiable y eficiente, buen espacio para el segmento, buen equipamiento de seguridad, interior sin grandes faltantes (para algunos puede ser un pecado que no tenga Android Auto-Apple CarPlay, pero no para todos) y precios razonables.
Pero, con el respaldo de Toyota por detrás, suma puntos extras, como la garantía de tres años o 150 mil kilómetros transferible, algo que ningún competidor ofrece. El comprador racional va tildando punto por punto y termina cerrando por todos lados.
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