Prueba de manejo con el nuevo Jeep Renegade 2020, en su versión más potente y aventurera: Trailhawk con motor 2.0 turbodiésel de 170 CV, tracción 4×4 y caja automática de nueve marchas.
El Renegade es el símbolo de la resurrección de la marca Jeep bajo el paraguas de Fiat Chrysler. Es el SUV más urbano que haya hecho la marca y también el más pequeño y barato. Se hace en tres plantas para todo el mundo: Melfi, Italia; Guangzhou, China; y Pernambuco, Brasil. De esta planta llega a Argentina desde el año 2016.
Sus ventas mundiales superaron el año pasado el medio millón de unidades, sin dudas un éxito. Se dice que gracias a esta resurrección, la marca Jeep vale actualmente más que todo el grupo FCA.
Desde un principio el Renegade enamoró con su diseño cute: es cuadradito pero moderno, retro y actual, es un Jeep pero no es tosco. Pensemos en cuántos SUV compactos existen hoy en el mundo y cuántos tienen una parrilla hexa-octogonal, líneas similares, techo pintado, etc etc. En ese panorama, el Renegade se distingue claramente.
Si ustedes fueran niños, ¿de qué modelo del segmento pedirían un modelo en escala?
Por gentileza de la gente del concesionario oficial Vespasiani, pudimos probar la versión tope de gama del Renegade con el último restyling que recibió este año, con motor 2.0 turbodiésel de 170 CV y tracción integral.
Renegade 2020 Trailhawk AT9 AWD
- Origen: Brasil
- Precio: alrededor de $1.918.900 (paga impuestos internos)
- Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros
Por fuera
Como decíamos, el diseño del Renegade es exitoso y equipo que gana no se cambia. El año pasado recibió a nivel mundial un leve rediseño, que es el que se vende ahora en Argentina. Los cambios son bien pocos: los faros con tecnología LED es lo más destacado. Además, se mejoró el paragolpes, algo que afectaba al ángulo de ataque de las otras versiones (ésta siempre estuvo bien en ese aspecto).
Las otras modificaciones son menores, como las llantas en todas las versiones (la unidad probada tenía una protección plástica negra, que se vende como opcional) poco más. En cuanto al aspecto, es el mismo Renegade de siempre.
Esta versión viene, además, con los pintorescos ganchos rojos de remolque, tanto adelante como atrás, y puede tener techo bitono.
Lo dicho: el Renegade sigue siendo muy lindo para su segmento y se distingue del resto, guste o no. Tiene toques retro que lo hacen un auto bonito de mirar y eso no es poco en una industria tan homogeneizada.
Por dentro
Por dentro los cambios también fueron pocos. La pantalla del Renegade (y de su prima, la Fiat Toro) era muy pequeña para los tiempos actuales, por lo que la agrandaron. En las otras versiones ahora es de 7 pulgadas (la medida estándar de la industria) y en ésta, de 8,4″.
Además incorpora Android Auto-Apple CarPlay y se cambiaron algunas configuraciones: todas las versiones ahora tienen climatizador bizona y puerto USB para las plazas traseras. La Trailhawk además tiene una pantalla color en el tablero, de 7″.
El resto es conocido. El Renegade es uno de los autos hechos en el Mercosur de mejor calidad de terminación para su segmento, con goma blanda en el torpedo y plásticos de buen encastre. En general, es un auto que se siente bien por dentro, y se disfruta.
Por supuesto, la posición de manejo es alta, como en todos los vehículos del segmento, y la ergonomía general es muy buena, con regulación del volante en profundidad y altura. Los botones están todos a mano y se agradece que la música y la climatización tengan comandos físicos, además de los digitales de la pantalla. No nos cansamos de decirlo: los botones son necesarios para no tener que desviar la mirada del camino.
Esta versión se distingue por su gran techo solar panorámico, que abarca tanto adelante como atrás y le da mucha luminosidad, aunque a veces puede ser un poco caliente. El espacio es bueno adelante, correcto atrás y el baúl es algo chico, otro defecto general del segmento. Lo bueno: viene con auxilio de igual tamaño a las ruedas titulares, y hasta con la misma llanta.
Todos los detalles de equipamiento se pueden consultar en la ficha técnica.
En marcha
Así como el diseño del Renegade siempre me gustó, es sabido que el motor 1.8 naftero E-torQ de 130 CV es poco para la carrocería de 1.600 kg del Renegade. Por eso, desde que salió, quiero probar la versión Trailhawk, que viene con motor 2.0 turbodiésel de 170 CV y 350 Nm de torque, el mismo de la Toro. Gracias a la gente de Vespasiani, lo pude hacer.
El Renegade con este motor se convierte en el referente del segmento, para quienes buscan un vehículo pequeño, con capacidad off-road y que se mueva con bríos. Olvidate de todo lo que conocés de las otras versiones: ésta se mueve muy bien.
El motor entrega torque desde abajo, se siente cuando el turbo comienza a soplar y la caja automática de 9 marchas hace todo bien para que siempre haya potencia disponible. Esta caja conjuga mucho mejor con este motor diésel que con el 2.4 naftero del Compass.
No es un vehículo rápido partiendo desde cero, porque no es su función (alrededor de 13 segundos para el 0 a 1o0 km/h) pero sí muy ágil en todos los sobrepasos y en la velocidad máxima, de 190 km/h. Hay que recordar que las versiones Trail Rated están pensadas para el desempeño fuera de camino.
Y ese es el fuerte de este Renegade: es de lo mejor que se puede comprar si uno es un amante de la aventura y no quiere un vehículo grande. Tiene un sistema de tracción integral a demanda, con cinco modos de conducción según el tipo de terreno y bloque de diferencial para repartir torque parejo cuando un rueda está en el aire o empantanada. Tiene una función baja que no es una reductora, pero estira el uso de la primera y segunda para salir de un atasco.
No toca casi nunca, no se queda, empuja y empuja. Por supuesto, no es un Wrangler: no está pensado para un safari por tierras inhóspitas, pero en la mayoría de las situaciones difíciles se la banca más que bien. Los neumáticos de uso mixto son equilibrados entre uso de asfalto (no hacen mucho ruido) y tierra. Si lo tuyo el la aventura extrema en barro, quizás debas pensar en otros zapatos.
Los consumos son muy medidos, excelentes en ruta a 110 km/h (alrededor de 6 litros cada 100 gracias a la caja de 9), en ciudad no llegan a 9 litros y más o menos lo mismo en ruta a 130, donde penaliza su altura y su aerodinámica.
Llegando
Este Renegade Trailhawk es un chiche. Es un auto para andar y andar, no dan ganas de bajarse nunca. Se la banca siempre y es confortable en todos los usos. El motor 2.0 turbodiésel es ideal para emprender grandes viajes, arriba o abajo del asfalto.
Por supuesto, su precio no es para cualquiera y por eso es una versión de nicho. Con la suba del dólar y la falta de actualización del impuesto interno a los autos (mal llamado impuesto al lujo), su valor se va a alrededor de 1,9 millones de pesos. Por ese precio se pueden conseguir vehículos de segmento superior, pero no tan aptos para el off-raod como éste.
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