Toyota Yaris

Pudimos hacer un pequeño test drive con el nuevo Toyota Yaris que ya se vende en Argentina. Motor equilibrado, caja automática CVT, equipamiento básico y buen andar.

DESDE BUENOS AIRES. La semana pasada, durante los eventos por el millón de Hilux fabricadas en Zárate, Toyota puso a disposición nuestra una unidad de su última propuesta para Argentina. El Yaris es un hatchback del segmento B que se importa de Tailandia y que en nuestro país se posiciona por encima de Etios brasileño y por debajo del Corolla. También tiene una versión sedán llamada Vios, que probablemente llegue en 2017 como prueba para una posible fabricación en el Mercosur.

Lo manejamos por un par de días por Buenos Aires, Zárate y alrededores para conocer un poco más de esta propuesta que es parte de una ampliación cada vez más fuerte de la gama de Toyota en Argentina. Hace poco la marca vivía de Hilux y Corolla y ahora ocupa cada vez más segmentos, por lo que su participación en el mercado no deja de crecer.

  • Toyota Yaris CVT.
  • Origen: Tailandia.
  • Precio: $353.900.
  • Garantía: tres años o 100 mil kilómetros.

Exterior

Toyota Yaris

El Toyota Yaris llega a Argentina en una única versión llamada CVT por el tipo de caja automática que trae. En Tailandia, esta versión con el trapecio de la trompa pintado de negro es la deportiva de la gama, pero aquí por suerte no fueron tan lejos. El único rastro del origen Sport de esta versión es una S en la quinta puerta.

Este Yaris tiene una estructura muy similar al Etios brasileño y es distinto a la versión europea, que será la que Toyota tome de base para el auto que en 2017 correrá el Rally Mundial. El Yaris tailandés es un poco más largo, casi igual de ancho y tiene mayor distancia entre ejes que el Etios hatchback. Esto implica que el interior es un poco más amplio y que tiene un baúl con mayor capacidad.

A primera vista, las proporciones hacer recordar a un auto muy querido por el público argentino: el Nissan Tiida. Es un segmento B de cotas alargadas que, como tal, no tiene mucha competencia en nuestro mercado.

Toyota Yaris
Toyota Yaris.

Estéticamente tiene líneas sencillas y bien marcadas, que en mi opinión lo harán reconocible rápidamente entre el público. Sus marcas de identidad son el mencionado trapecio en el frontal, que si bien el Etios Cross también lo tiene, acá luce un poco más deportivo y no tan sonriente; el parante C  pintado de negro -un recurso muy de moda-; y la forma de los faros traseros, que van hasta el lateral.

No es un diseño que enamore pero está bien logrado y proporcionado. La altura no es exagerada como se acostumbra ahora, las llantas de aleación de 15″ le sientan bien y tampoco abusa de un recurso tan caro a los orientales, como son los cromados. El efecto caída del techo está bien planteado visualmente sin que tenga una caída real que afecte el espacio interno. Le da fluidez al diseño.

Toyota Yaris

En general, el diseño del Yaris me gustó, sin deslumbrar. Quizás le falta algo de trabajo en el frontal, donde las luces diurnas fueron colocadas en el espacio de los antinieblas y no, por ejemplo, en el contorno de los faros principales. La vista 3/4 trasera me parece la más lograda, pero en términos generales creo que está muy bien, no causa rechazo y seguramente irá metiéndose en el gusto argentino.

Por dentro

Toyota Yaris

Por dentro se nota más que es un segmento B, por la calidad de los materiales y por un nivel de equipamiento básico. No quiere decir que esté mal, pero costará ubicarlo más arriba de lo que indica su origen.

Donde más gana el Yaris es en habitabilidad, tiene un espacio interno muy interesante para sus 4,115 metros de largo. El puesto de conducción tiene buena ergonomía general y la posición de manejo es fácil de lograr. Atrás se pueden acomodar 2-3 adultos según sea su tamaño, hay espacio para piernas y cabezas, aunque no como en algunos segmento C. El piso totalmente plano ayuda al tercer pasajero trasero, que por otro lado tiene cinturón de tres punto (como deberían tener todos los autos de esta época).

Toyota Yaris

El Etios hatch también tiene buen espacio atrás para su segmento, pero el baúl es muy pequeño. En el Yaris tiene 326 litros, que es una muy buena medida(el nuevo Cruze, de segmento C, tiene 290) y se puede ampliar su capacidad rebatiendo los respaldos por tercios. Para mejor, Toyota es una de las únicas automotrices que resisten la tendencia de la industria de utilizar ruedas de auxilio temporales y trae debajo del piso del baúl una quinta cubierta de igual tamaño (Dunlop 185/60 R15) y con la misma llanta. Excelente.

Toyota Yaris

La calidad de materiales es superior al Etios, lo que no implica que sea muy buena. El tablero utiliza un plástico duro que simula unas costuras de cuero, lo que no queda mal. Los asientos, con tapizados de tela, se sienten mucho mejor que en el Etios, aunque no necesariamente están por arriba de productos del Mercosur. El volante sí tiene revestimiento en cuero.

Toyota busca que Yaris compita contra las versiones caras de Fiesta, el mencionado 208, C3, Punto, Fox y otros. El problema es que el nivel de equipamiento no acompaña el intento: el Yaris no tiene ningún plus respecto a una versión base-intermedia del segmento B.

Toyota Yaris
La pantalla rebatible que también está en algunos Etios tiene un defecto de diseño: cuando abrimos la tapa, el botón para cerrarla queda en la propia pantalla abatida. Es imposible cerrarla sin detener el auto y mirar desde arriba.

El equipamiento de la única versión trae aire acondicionado manual, cierre centralizado, levantavidrios en las 4 puertas, volante regulable sólo en altura, sensor de estacionamiento trasero, espejos de regulación eléctrica, apertura del baúl desde el interior y audio con pantalla táctil de 7″, CD, MP3, bluetooth, USB y SD card. Los detalles pueden consultarse en la ficha técnica.

En seguridad también es base: ABS (con asistente al frenado de emergencia), doble airbag, los tres cinturones inerciales atrás, antiniebla trasero (los delanteros dejaron lugar a las luces diurnas obligatorias) y anclajes isofix para sillas infantiles. Productos de entrada de gama como el Ka más caro (SEL, $268.000) ya traen control de estabilidad, un importantísimo elemento de seguridad que evita la pérdida de control del auto en situaciones extremas.

Toyota Yaris
Un stereo con control remoto, toque retro noventoso. Le falta GPS o Android Auto-Apple Carplay para al menos poder usar los mapas del teléfono.

El instrumental tiene buena visibilidad pero la información disponible en la pantalla monocromo de la computadora de a bordo es básica. No trae reloj de temperatura de agua, un faltante cada vez más común en toda la industria.

La pantalla multimedia funciona bien, pero trae algunos defectos de diseño. Por una cuestión de seguridad, no deja hacer llamadas con el auto en movimiento cuando tenemos el celular conectado por bluetooth. El problema es que, al no tener comandos por voz ni botones en el volante, no hay ninguna posibilidad de hacer llamadas. Es una restricción que no he visto en otros autos actuales.

Toyota Yaris
Plásticos de buena calidad que simulan costuras de cuero.

A modo de conclusión del interior, lo que más me gustó del Yaris es su habitabilidad, ya que los espacios están bien distribuidos para los pasajeros y el espacio de carga, en un largo total de apenas 4,10 metros. La calidad de materiales es buena y la insonorización correcta. El nivel de equipamiento es básico y se queda atrás de productos de menor o igual precio. La pantalla, de buena calidad, está desaprovechada sin navegador satelital o algún sistema de conexión de teléfonos.

En marcha

Toyota Yaris

La mecánica es otro de los puntos fuertes del Yaris. El motor es el mismo 1.5 naftero 2NR-FE de 16 válvulas con sistema Dual VVT-i (doble variación inteligente de sincronización de válvulas), pero en Tailandia le exprimieron unos caballitos más, hasta los 107 Cv. El torque, en tanto, llega hasta los 140 Nm a un régimen de 4.200 vueltas.

La caja es la misma CVT del Corolla. CVT quiere decir variador continuo y es un sistema automático muy de moda sobre todo en las marcas orientales. No tiene marchas propiamente, sino que las relaciones se van cambiando a medida de las necesidades. De todas maneras, los fabricantes simulan cambios mediante relaciones, y en este caso está seteado en 7 marchas que pueden accionarse secuencialmente desde la palanca.

El motor no es el más potente del segmento, ya que competidores como el Fiesta tienen 120 Cv o el 208 1.6 115 Cv. Sin embargo, este motor es bien elástico y equilibrado, con buenas reacciones y consumos controlados. La caja CVT le va muy bien y es plus en el apartado confort de marcha.

La combinación del motor y la caja logran un andar sereno tanto en ciudad como en ruta. Esto no quiere decir que sea lento, pisando el acelerador logramos reacciones rápidas y una recuperación de 80 a 120 km/h con la caja en modo automático está apenas encima de los 8 segundos, lo que está muy bien para sobrepasos en ruta.

Lo mejor con este tipo de cajas es dejarlas en «D» (Drive) y que hagan todo solas, el funcionamiento secuencial nunca llega a ser del todo satisfactorio. Una vez alcanzada la velocidad que queremos en ruta la caja bajará las revoluciones para que el motor no vaya a más de 2.300 vueltas a 130 km/h, lo que beneficia los consumos y ruidos.

La puesta a punto de la suspensión delantera es otro punto que me gustó del Yaris. Tiene un muy buen equilibrio, absorbe bien los pozos pero no por eso se siente blanda cuando doblamos fuerte. En general es un auto que se siente bastante bien plantado dentro de la propuesta de un auto familiar.

La dirección tiene asistencia eléctrica y ofrece un radio de giro de de algo más de 5 metros, lo que está muy bien para maniobrar en estacionamientos y lugares pequeños. En ruta se endurece más para no dar sensación de ir navegando. El viento que había en los días que probamos eran leve y no se sintió en la dirección.

Frena bien, sin inclinaciones y no parecen cansarse en exceso los frenos cuando se los exige (discos adelante y tambor atrás). No pude medir correctamente los consumos pero en principio son algo más elevados que en el Etios manual de sexta. En ruta a 110 ronda los 7,5 litros cada 100 km y en ciudad los valores suben a 9,5. El tanque carga 42 litros, algo poco para viajes largos.

Toyota Yaris

Llegando

La sensación que me deja el Yaris es que es una muy buena base para desarrollar un producto mejor. Tiene un diseño muy agradable sin ser impactante, el motor, la caja y la puesta a punto son puntos a favor que con el uso uno le agarra el gusto; y las proporciones/espacio interno son justas para un uso familiar. No es grande para la ciudad y se pueden hacer viajes confortables sin problemas.

Lo que necesita es más equipamiento o un precio más bajo. No ofrece ningún plus respecto a una versión intermedia del segmento B, ni en seguridad (sólo dos airbags, sin control de estabilidad) ni en confort, como podría ser un control de velocidad crucero, techo solar, climatizador o cualquiera de los chiches tan de moda ahora.

Quizás la clave está en el origen tailandés del Yaris, que debe pagar 35% de aranceles extrazona. Se sabe que Toyota va a usar a Argentina como prueba de campo para decidir una posible producción en Brasil, con la base del Etios. En este sentido, hay que decir que el producto en sí es bueno, pero necesita una mejor configuración para encontrar un lugar apropiado en el mercado.

Toyota Yaris

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