Nos tomamos el trabajo de revisar las primera opiniones del Renault Kwid, que acaba de ser presentado en Brasil. «Honesto es su propuesta», «claustrofóbico», «revolucionario por su precio» y más.
La llegada del nuevo Renault Kwid a Brasil está haciendo bastante ruido. La marca de rombo nunca hizo pie del todo en ese país y cuando llegó, su portfolio ya estaba orientado a productos de la gama Dacia. Ahora quiere dar un golpe fuerte en la mesa con este auto económico, que se ofrece como «el SUV de los compactos» pero que en la práctica va a reemplazar al viejo Clio II.
Renault quiere atraer por el precio. No oculta el perfil ultra low cost de Kwid y cuenta hasta su proceso productivo, en el que cada pieza fue evaluada para bajar peso y precio. Con esto, logró lanzar una preventa con una versión entrada de gama que rompió el piso de los 30 mil reales, bastante más barato que sus competidores Fiat Mobi y Volkswagen Up. Eso sí, es una versión sin aire ni estéreo, pero en Brasil son bastante comunes estas variantes totalmente despojadas.
Si bien la preventa ya lleva más de un mes, ayer se presentó oficialmente y la prensa brasileña pudo tener su primer contacto. Lo que hicimos fue relevar algunas opiniones del Renault Kwid de periodistas de las publicaciones Quatro Rodas, CarSale, CarPlace, AutoSegredos y Noticias Automotivas.
Lo que primero señalan todos son las limitaciones de la propuesta. Como dijimos, la propia Renault contó en la presentación cómo se redujeron los costos al máximo, lo que incluyó traer piezas de India. Pero lo fundamental es su desarrollo de cero como auto económico: «Simplificar un modelo que ya existe para que cueste menos termina saliendo más caro que crear un auto nuevo«, dijo el Jefe de Ingeniería del nuevo Kwid, Manual Tavares.
Para Guillerme Siva (CarPlace) la propuesta de Kwid es honesta. No tiene ningún lujo pero ofrece mejor equipamiento que sus rivales por menos dinero. «Los plásticos son simples pero no tienen rebarbas o piezas mal encastradas. Sólo la versión más cara trae lo que se denomina black piano, es decir, plástico negro brillante».
Todos los periodistas enumeran los detalles que han hecho bajar el precio del Kwid entrada de gama, llamado Life: no trae aire acondicionado, dirección asistida, estéreo, tacómetro, desempañador trasero ni siquiera oscurecedor del espejo interior.
Otros recursos que ha adoptado toda la gama para bajar precio son curiosos, como los tres bulones por rueda en lugar de cuatro, un sólo limpiaparabrisas, levantavidrios en la consola central (y no en las puertas) y llantas de chapa en todas las versiones. Aquí destacan el trabajo de mimetización: hay que ser muy despierto para darse cuenta que en la versión más cara las llantas no son de aleación.
Renault destacó en los comerciales previos el espacio interior del Kwid y en general, los periodistas le dan la razón. Para todos es más amplio que el Fiat Mobi (sobre todo atrás y en el baúl) y muy similar al Volkswagen Up. Quatro Rodas hizo una crítica en video (ver) y ahí se destacan algunas cosas interesantes:
- La distancia entre ejes es casi la misma que el Up, pero no el ancho del vehículo, y para uno de sus periodistas lo que se conoce como el ancho de hombros (el espacio interior lateral) es algo claustrofóbico («como cuando vas en un tren o colectivo lleno y estás demasiado cerca del otro»).
- El espacio atrás es muy bueno para su categoría, sobre todo para piernas y cabeza. Acá llaman la atención en dos cosas: si bien el techo es alto, las ventanillas son algo bajas y eso hace que al mirar al costado dé sensación de encierro. Además, las manijas del techo quedan bajas y las cabezas pueden golpearlas en un movimiento lateral.
- Dos adultos van razonablemente bien atrás para el segmento, pero es imposible que vayan tres como se muestra en los comerciales.
Los periodistas de este mismo medio muestran que el capó trae aislamiento acústico en su interior, lo mismo que los pasaruedas. Sin embargo, los otros colegas señalan que el nuevo Kwid es más ruidoso de lo esperado en movimiento, sobre todo por el sonido del motor. Además, el motor de tres cilindros vibra bastante cuando regula, algo que también le pasa al tricilíndrico del VW Up.
¿Y cómo anda el Kwid con su motor de un litro de 66 caballos? Las opiniones son solamente orientativas, ya que la prueba de manejo que se hizo en San Pablo no fue muy larga. En general todos destacan que el Kwid se mueve bien, gracias a su bajo peso: la balanza arroja sólo 800 kg para este superpluma, que recibió entre 100 y 118 kg de refuerzos estructurales de acero de alta resistencia respecto a la versión india, a la que le fue pésimo en las pruebas de choque.
A propósito, la prensa señala que los directivos de Renault se mostraron confiados en una prueba de choque de LatinNCAP, ya que han hecho bastante trabajo en reforzar al Kwid, que por otro lado es el primer auto económico en traer cuatro airbags de serie.
Tanto AutoSegredos como Noticias Automotivas destacan el andar en ciudad y la buena respuesta de la dirección con asistencia eléctrica, mucho mejor que la hidráulica que aún persiste en otros modelos de la marca. La caja de cambios de cinco marchas es de origen chileno y también fue elogiada en su escalonamiento.
Finalmente, los consumos no fueron medidos pero Renault difundió datos del Inmetro, el ente estatal que mide la eficiencia energética. El Kwid sacó la mejor nota AAA en eficiencia, con un consumo de 14,9 kilómetros por litro (6,7 litros cada 100 km) en ciudad y 15,6 km en ruta (6,4 litros cada 100), siempre cargando nafta.
El nuevo Renault Kwid llegará este año a Argentina. Se desconoce por ahora cuáles serán las versiones para nuestro mercado.
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