El gobierno suspendió la entrada en vigencia de la norma que obligaba a poner ESP (control de estabilidad) a los nuevos modelos. Para LatinNCAP, «los argentinos que decidan por más seguridad se vean forzados a pagar varias veces el costo real por ella».
A través de una resolución, el gobierno nacional suspendió en la última semana de 2017 el acuerdo que obligaba a las automotrices a instalar el control electrónico de estabilidad ESP en todos los nuevos modelos a partir este año que comienza. El ESP es un elemento de seguridad importantísimo que evita que el conductor pierda el control del vehículo en maniobras bruscas. Está demostrado que el ESP salva tantas vidas como el cinturón de seguridad.
La decisión del gobierno de Mauricio Macri se basa en el pedido de algunas automotrices, que dicen que es mejor armonizar con Brasil la puesta en marcha común de este protocolo. Sin embargo, estas mismas empresas habían firmado en 2013 el acuerdo con el entonces ministro Florencio Randazzo, colocando como fecha de entrada en vigencia el entonces lejano enero de 2018.
LatinNCAP, organización que vela por la seguridad en toda Latinomérica, fue dura con el gobierno argentino. La organización le pidió a la Presidencia de la Nación, Ministerio de Transporte y Agencia Nacional de Seguridad «que no sigan adelante con esta lamentable decisión«. «La postergación del requerimiento del ESP ignora a quienes han trabajado duramente por la seguridad vial y apoya a unos muy pocos que entienden que la seguridad vial es menos importante que sus propios beneficios económicos«, dijo LatinNCAP. «Hay marcas que han creído en este acuerdo y han dispuesto recursos para cumplirlo«.
Un punto interesante de la crítica de LatinNCAP es que, al obligar a las marcas a poner ESP en los nuevos modelos, la nueva normativa ahora suspendida bajaría los costos para el público del ESP. “Mientras esta tecnología que salva vidas no se haga obligatoria como estaba acordado en 2018, los fabricantes la seguirán ofreciendo como opcional cobrando por ella varias veces más del costo real haciendo pagar al argentino más por seguridad básica de otros mercados», dijo el ingeniero Alejandro Furas, Secretario General de la organización.
«Creemos que este es el peor efecto de dicha decisión, que los argentinos que decidan por más seguridad se vean forzados a pagar varias veces el costo real por ella. En tanto que si es obligatoria, todo argentino que compra un vehículo caro o barato con gran esfuerzo económico hubiera tenido esta protección básica desde 2018″, agregó Furas.
Algunos cálculos indican que valor de costo de la tecnología del ESP no sale más que 60 dólares para los fabricantes. Fuentes de la industria consultadas indican que el ESP viene en pack con otros elementos, como el asistente para salida en pendientes. El precio aproximado de todo el pack, según estas fuentes, es de $3.000 por auto.
«Argentina perdió la oportunidad de liderar en la región en esta materia», agrega la organización. «LatinNCAP ha demostrado que el mercado puede cambiar gracias al esfuerzo y presión de los consumidores».
«El gobierno debería haber antepuesto la seguridad de entre 1 a 2 millones de argentinos que en los próximos cuatro años comprarían un nuevo vehículo o harán uso de un nuevo vehículo para trabajar (sea taxi, remise u otro), ante el interés económico de unos pocos de demorar esta exigencia y ampliar sus ganancias por un tiempo más. Es preocupante que hoy, ya ocho años de iniciada la Década de Acción para la Seguridad Vial de la ONU, el motivo sea el bolsillo de unos pocos en beneficio de corporaciones multinacionales, a costa de la seguridad de los argentinos”, cierra Alejandro Furas.
El control de estabilidad, ESP o ESC, lo que hace es tratar de evitar que el conductor del automóvil pierda el control en maniobras bruscas, como esquivar un objeto o un animal en la ruta. Electrónicamente, frena una rueda en forma selectiva o quita potencia del auto, para tratar de que el auto siga la trayectoria marcada por el volante, más allá de la pericia del conductor. Muchas de estas maniobras repentinas terminan en accidentes fatales, ya sea por cambio de carril, choque contra objetos o vuelco del auto. Para comprender mejor, se recomienda el video del final.
La nueva reglamentación pospone hasta enero de 2020 la entrada en vigencia de la obligatoriedad del ESP para nuevos modelos que se vendan en el mercado argentino. En 2022, en tanto, este elemento deberá venir de serie en todos los 0km vendidos en el mercado. En Europa, desde 2011 es obligatorio para nuevos modelos y desde 2014 para todos los autos.
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