¿Qué mejor época que el verano para comenzar a mostrar el hermoso nuevo Jeep Wrangler? Esa era la idea de FCA, pero la crisis del mercado y la suba del dólar pusieron en pausa la llegada del nuevo aventurero.
Los concesionarios tenían marcado el último trimestre para comenzar a trabajar en la llegada del nuevo Jeep Wrangler. Como otros vehículos de este tipo, el verano es la época ideal para comenzar a mostrarlo en los balnearios de la costa, entre dunas y paisajes agrestes.
Las capacitaciones ya tenían fecha para fuerzas de venta y postventa, pero ahora todo está en stand-by, como tantas otras novedades para el mercado argentino. La crisis del mercado que con suerte llegará a las 400 mil unidades (en 2013 se vendieron un millón de autos) y la suba del dólar dejaron al hermoso nuevo Wrangler en pausa.
El nuevo Wrangler fue presentado a nivel mundial a comienzos de 2018, con un diseño bien clásico pero con muchas mejoras tecnológicas y motores más modernos. Nadie se podía quejar de las capacidad off-road del Wrangler actual (leer crítica) pero sí de su falta de eficiencia, algo que hoy aparece como un ítem importante en toda la industria.
Por eso Jeep hizo cambios sutiles y otros más evidentes: nuevos motores turbo, diésel, mejoras aerodinámicas (inclinación del parabrisas, por ejemplo) y rebaje de peso gracias a la utilización de aluminio en algunas partes.
El clásico motor Pentastar V-6 de 3.6 litros y 285 CV de potencia se seguirá ofreciendo en el nuevo Jeep Wrangler, pero con mejoras de eficiencia. Ahora cuenta con el sistema Stop-Start y mejoró la entrega de torque a bajas revoluciones, aspecto crucial en conducción todoterreno. Para este motor las cajas serán dos: manual de seis velocidades y una nueva automática de 8 velocidades.
La innovación viene por el lado del dos nuevos motores. Por un lado algo que le pedimos a FCA cuando probamos la versión actual: un motor V6 3.0 turbodiésel (llamado EcoDiesel) de 260 caballos de potencia y 352 Nm de torque, que se combina con una caja automática de 8 marchas.
También tiene un inédito motor turbo naftero, 2.0 litros, 4 cilindros en línea de 270 CV y 400 Nm de torque (tecnología eTorque) con inyección directa de combustible por common-rail a alta presión ( 2900 PSI). Por supuesto, viene con doble tracción desconectable, reductora y bloqueo de diferenciales.
El interior siguió la misma lógica: el mismo estilo clásico pero con mucha más tecnología. Por supuesto, techo, parabrisas y hasta las puertas se pueden sacar como ya es un clásico pero se hicieron mejoras para que la operación sea más sencilla. Como novedad, todos los Wranglers disponen barras sport de la carrocería que están soldadas al chasis y cuentan con agarraderas integradas.
No se sabe por el momento cuál será la configuración para Argentina, como tampoco cuándo finalmente llegará a nuestro mercado. Como se fabrica en los Estados Unidos, debe pagar 35% de aranceles extra Mercosur, lo que hace difícil posicionarlo en un mercado tan alicaído.
¿Y el Gladiator?
El Gladiator, la vesión pickup del Wrangler, también estaba en los planes para Argentina, pero su situación es similar, también se encuentra pausado. A su favor, el Gladiator tiene que no paga impuestos internos a los autos, ya que en el fondo se considera un vehículo de trabajo.
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