Se inauguró el nuevo concesionario Automont, con el que la familia Montironi entra en la red oficial de Hyundai Argentina. Hablamos con el vicepresidente de la compañía, Ernesto Cavicchioli.
Tal y como lo adelantamos en mayo, al red de concesionarios Hyundai en Córdoba tuvo cambios, con la salida de Tiempo Motor y la llegada de la familia Montironi, que ayer inauguró su local Automont, sobre Caraffa, a metros de donde ya tiene la concesión de Ford. El nuevo espacio tiene 1.200 m2 cubiertos e incluye servicio de postventa.
La inversión -no precisada- ha sido importante y seguramente la decisión fue tomada en otro momento económico del país. Sin embargo, se trata de un proyecto a largo plazo y todos tienen confianza en que la crisis actual será pasajera.
Como gesto de respaldo, Hyundai Argentina decidió hacer aquí la presentación de la Tucson 2019. Se trata de un leve restyling -o, mejor dicho, un facelift- luego de un par de años en el mercado. Son cambios menores, de cara y parte del interior, pero se notan bastante, sobre todo el por tamaño de la nueva parrilla.
En la presentación pudimos hablar con Ernesto Cavicchioli, vicepresidente de Hyundai Argentina y gran conocedor del mercado argentino, ya que operan hace más de 25 años. Por supuesto, el gran tema fue el momento que vive la economía argentina luego de la brutal devaluación que tuvo el peso argentino.
«Nadie esperaba era esta devaluación, que fue muy brusca y nos sorprendió a todos, a Hyundai que es una empresa chica, pero también a las más grandes. Todos dependemos mucho de la importación, porque los que están radicados traen la gran mayoría de piezas y autos de afuera. Como la devaluación nos sorprendió en un momento de fuerte crecimiento, hay exceso de stock en toda la cadena y estamos viendo cómo bajarlo un poco y cumplir con los pagos al exterior», explica Cavicchioli.
Para bajar el stock excesivo, muchas marcas han salido con promociones. «Cada marca hizo su estrategia. Nosotros vendimos Creta a dólar $20,50 cuando ya estaba a $28, para darle una herramienta a los concesionarios. Hicimos algo parecido con Tucson Style y ahora estamos con bonificaciones en productos puntuales».
Más allá de la devaluación, lo que está complicando mucho a todo el sector son las altísimas tasas de interés, ya que todo el sistema funciona financiado. «Hay muchos problemas financieros, porque nosotros recibimos las unidades a crédito y las pagamos después. Todos tuvimos que asumir algún grado de pérdida para honrar los compromisos que asumimos afuera y poder seguir comprando unidades«.
Consultado sobre cómo seguir a futuro, Cavicchioli se muestra tranquilo, teniendo en cuenta que ya han vivido otras crisis. «Ahora estamos repensando qué es lo que se puede vender, todas las marcas estamos en esa etapa. Todas estas crisis son distintas, la de 2009 parecía una catástrofe y duró tres meses. La esperanza de muchos hoy está puesta en el trigo ahora y en la soja a partir de marzo de 2019. También hay que tener en cuenta que éste es un año electoral, siempre los años impares son mejores que los pares, y lo podés comprobar en ventas de camiones. Lo más difícil es tener paciencia para salir de estos meses, el año que viene creo que va a ser mejor».
Impuestos internos
En los días pasados se conoció que en el Presupuesto 2019 el gobierno pretende modificar los impuestos internos a los autos, un tributo que comenzó a tener relevancia en tiempos de Axel Kicillof y que este gobierno modificó, pero no quitó. Actualmente, tras la fuerte devaluación, este impuesto -que comienza a operar en los autos de más de $1.250.000- vuelve a tener relevancia.
«En el borrador del proyecto de cambios en los impuestos internos no está la cifra a partir de la cual se va a calcular, sólo que lo van a modificar cada tres meses. Siempre dije que estaba en desacuerdo con este impuesto y hay que decir que la actual escala única está por debajo de la primera escala que hubo en su momento, si lo contamos en dólares. Hoy una Toyota SW4 no puede valer $1.200.000, que son US$ 31.000 cuando históricamente salió US$ 60.000, y es un SUV hecho en Argentina, se genera una enorme distorsión», explica Cavicchioli.
«Si alguien me preguntara a mí, le diría que saquen un decreto para actualizar la base imponible, así todos los autos que están en la aduana juntando tierra pueden entrar al país, pagar arancel de importación, generar negocios, que argentinos los vendan y que todos los estados, desde el municipal hasta el nacional, recauden impuestos. Hay autos parados que van a quedar hasta enero cuando lo que necesitamos es vender ahora«.
Novedades
Sobre lo que se viene, Cavicchioli cuenta que el nuevo Veloster turbo ya está próximo a llegar al país (ver detalles) y que la idea de la marca es poder ofrecer la versión extrema N (desarrollada por el área de competición de la marca coreana) para comienzos de 2o19.
Antes, en el mes de octubre, llegará el utilitario H350 y para el año que viene se proponen traer el Kona, un SUV del segmento B, que se colocará por encima de la Creta («no es fácil porque no se vende en el resto de Latinoamérica todavía», dice Ernesto). Para la segunda mitad de 2019 está agendada la nueva Santa Fe.
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