Este sábado se corre un nuevo track day en el Cabalén y quisimos conocer cuáles son las experiencias de los que ya corrieron y vuelven a la pista. «Con cualquier auto podés correr en un circuito y te divertís un montón».
Este sábado 30 de septiembre, Track Day Argentina vuelve a Córdoba con una jornada de pista en el autódromo Cabalén. Hace varios años que Sebastián Auad (el cerebro detrás de TDA) organiza este tipo de eventos en todo el país, pero todavía queda gente que no entiende bien cómo es esto de correr con tu propio auto en un circuito profesional, con instructores y seguridad. Por eso quisimos conocer la experiencia de algunos participantes.
Para saber todos los detalles del track day del sábado (inscripción, requisitos, horarios y entradas para el público en general) se recomienda leer esta nota.
César es de Río Tercero y se dispone a correr su sexto track day en el Cabalén con su Mustang V8 modelo 2000. Pese a ser un auto potente, no es estrictamente hablando un deportivo. «Cuando compré el auto mi idea no era participar en los track days, los conocí por Sebastián. Siempre me gustaron los autos americanos, tengo un Falcon también. De los track days lo que me interesa es poder girar en un lugar seguro, uno cuando es chico se manda algunos mocos, pero las rutas hoy son muy peligrosas. Cuando sos más grande empezás a entrar en razón y eso es lo bueno de un track day: te podés medir y estás seguro del lugar«.
Nahuel está por correr su quinto track day, el primero en el Cabalén y también el primero con su nueva coupé Mégane RS 265, uno de los autos preferidos para este tipo de actividad (anteriormente tenía un Alfa Romeo Mito). Se vino desde el sur de la provincia de Buenos Aires para pasear y correr este sábado en el autódromo de Alta Gracia. «La primera vez que corrí en un track day fue hace como dos años y la verdad es que está muy bueno, porque podés disfrutar del auto en un ambiente seguro y tranquilo, con gente que labura muy bien como la de TDA. Lo mejor es poder sacarte las ganas de andar fuerte«, explica.
Sigue César: «De chico me gustan las carreras, soy de Río Tercero y lo tenemos a Pechito López, íbamos siempre a las carreras. Tengo amigos que corren, pero por un tema de presupuesto yo no lo pude hacer, hasta ahora que descubrí los track days. Sin mucho presupuesto te podés divertir un montón, con un auto común podés correr en un circuito. Por supuesto, si tu idea es bajar los tiempos te podés gastar mucha plata, pero no hace falta para divertirse. Además conocés mucha gente a la que le gusta los autos, empezás a hacer amigos. La primera vez que fui a un track day conocí a uno que tenía un Audi R8 y ahí nomás me invitó a dar una vuelta».
El Mustang de César está casi igual que como vino. «Al motor no le hice nada, sólo algunas cositas como los filtros y las bobinas. En el tema de suspensión trabajamos algo, porque las primeras veces que fuimos el Mustang se movía mucho, compramos otros espirales y amortiguadores. Lo que sí hice fue comprar unas llantas y les puse cubiertas slicks usadas, eso es algo que mejora mucho los tiempos en la pista y te conviene porque gastás menos», explica. Las slicks son cubiertas lisas como las que se usan en competición.
Nahuel sabe que en su primer incursión en el Cabalén y con auto nuevo, tendrá mucho que aprender. «La Mégane la tengo hace sólo un mes, tenía miedo que fuera muy dura para el uso cotidiano pero no tiene problemas, me vine desde Buenos Aires manejando. Lo mejor es la tenida y la potencia que tiene, dobla realmente rápido», cuenta.
«Sé que los tiempos que haga el sábado van a ser sólo de referencia, ya que es la primera vez que vengo. La idea es conocer el circuito y el auto, son condimentos muy lindos para pasarla bien«. Le preguntamos si estuvo viendo videos del circuito: «Me pasaron un par de videos para conocer el Cabalén, ya me voy a poner a verlos, sé que es un circuito técnico y no tan trabado como el Gálvez».
César, en cambio, lo conoce bien. «El Cabalén es un circuito que me gusta mucho, con un amigo que corre lo practicamos mucho en simuladores. Pero cuando vas la primera vez te das cuenta que no es lo mismo y menos con un auto de calle. Lo bueno de los track days es que hay instructores y ellos te enseñan la técnica y los secretos que tiene el circuito, porque ellos corren profesionalmente ahí».
«Vos con el simulador podés conocer el circuito pero ellos te marcan el agarre de ciertas curvas, o el serruchito a la entrada de tobogán o el pozo que está antes de la curva 1, aunque ése está hace tanto que algunos simuladores ya lo traen (risas). La primera vez que fui creo que hice 2:08 y con lo que fui aprendiendo con los instructores llegué a 1:57, es mucha diferencia y se logra conociendo las curvas«, cuenta César.
Sabe que su auto está menos preparado que otros, pero eso no es problema. «En la mayoría de los track days los autos son alemanes o franceses, se usa mucho el Mégane RS. El Mustang tiene potencia pero no es un auto deportivo, los americanos no son ideales para un circuito, pero lo divertido es tratar de hacer buenos tiempos con un auto menos preparado que el resto. A mí me encanta la tracción trasera, en mi casa siempre los autos fueron de tracción trasera, he manejado autos más rápidos de delantera pero me quedo toda la vida con los trasera, son más entretenidos.
A un track day se puede ir con cualquier auto en buen estado y César lo sabe. «Conocí un chico que fue con un Clio 1.600 standard, sólo estaba bajado de suspensión e hizo muy buenos tiempos, mejor que muchos con autos grandes, y por supuesto se divirtió mucho. Además, yendo al track day ves autos que normalmente no se encuentran en la calle y hay mucha camaradería, hacés amigos».
Entre el público que asista este sábado al Cabalén se van a sortear vueltas de acompañante en la coupé RS de la organización. Todos los detalles de cómo comprar entradas se pueden consultar haciendo clic acá.
Seguinos en Facebook o Twitter.
Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín gratuito.