Finalmente, Tesla entregó las 30 primeras unidades de su Model 3 con el diseño final. La empresa de Elon Musk piensa producir 500 mil unidades en 2018, lo que cambiaría el escenario premium.
Todo lo que tenga que ver con la empresa Tesla debe ser tomado con mucho cuidado. Nada de lo que hace se parece a los movimientos de una automotriz clásica y todo el hype que rodea a cada uno de sus anuncios la hace sospechosa. Pero hay hechos que confirman sus pasos: esta semana se entregaron las primeras unidades de su Model 3, el eléctrico que puede cambiarlo todo por su precio relativamente accesible.
Tesla está invirtiendo fuerte y dice que al final de 2018 puede llegar a producir 500 mil unidades de sus tres autos, Model S, Model X y Model 3. Las cifras son astronómicas para un fabricante premium, si tenemos en cuenta que el líder de esta franja en los Estados Unidos es Mercedes-Benz, que vendió 340.237 unidades en 2016. Suponiendo que sólo 300 mil autos de Tesla se quedaran en el mercado local, ya sería un enorme golpe en la mesa para las marcas tradicionales.
Del dicho al hecho hay un largo trecho, dicen. Pero Tesla tiene en qué sostenerse: hay alrededor de 500 mil señas pagadas de mil dólares cada una, sólo para obtener un Model 3. Si bien son señas reembolsables, vale la pena imaginar qué automotriz clásica no desearía tener una situación similar, con 500 millones de dólares en el bolsillo para producir un modelo.
Y todo esto tiene que ver con el Model 3, cuyas primeras unidades ya circulan, seguramente por California.
El Model 3 es un fastback del segmento D (como un Serie 3 de BMW o un Clase C de Mercedes) de 4,7 metros de largo, 1,85 de ancho (sin espejos) y 2.87 metros de distancia entre ejes. Lo que lo hace distinto es su precio: hasta ahora los autos eléctricos tenían un valor bastante superior a un equivalente diésel o naftero, pero el Model 3 larga en los US$ 35 mil, lo que iguala valores en Estados Unidos con la competencia.
Si alguien quiere amargarse, podemos hacer una conversión directa a pesos argentinos y nos da $630 mil, algo más que una Hilux de trabajo.
¿Y qué se obtiene por ese dinero? Un eléctrico de alrededor de 350 kilómetros de autonomía real, que debe pagar por usar los supercargadores de Tesla (en los Model S y X es gratis), que acelera de 0 a 100 km por hora en menos de 6 segundos y puede llegar a los 200 km/h de máxima.
Luego hay una versión Long Range con 500 km de autonomía y 0 a 100 en casi 5 segundos, con velocidad máxima de 225 km/h, por alrededor US$ 44.000. Como sucede siempre en los premium, los opcionales son los que mueven la chequera. Desde el color (si no querés negro tenés que pagar US$ 1.000) hasta el interior (todos los chiches como asientos calefaccionados o equipo de audio con 12 parlantes salen US$ 5.000).
Y, hablando del interior, por dentro el Model 3 es cuanto menos polémico. Seguramente con la idea de darle un aire minimalista extremo como algunos otros productos (como algunos de Apple) y ahorrarse unos cuántos dólares, pero lo cierto es que se ve despojado. A quien escribe estas líneas el diseño interior no le gustó nada.
Todo lo que hay es una enorme pantalla de 15,4 pulgadas orientada al conductor, que debe usarse para absolutamente todo. Sólo hay dos palancas más, la de los «cambios» (adelante, atrás y parking) y los guiños. La clave son dos joysticks en el volante, que permiten navegar por las distintas funciones de la pantalla.
Más allá de lo estético, lo cierto es que el Model 3 tiene mucha tecnología encima, si pagás -nuevamente, opcionales- por ella. Lo más importante es el Autopilot o piloto automático, la función que sin duda transforma a este auto en un producto diferente.
Quien quiera conducción semi-autónoma deberá pagar US$ 5.000 y quien quiera gozar en el futuro cercano del manejo totalmente autónomo deberá agregar otros US$ 3.000 para contar con todo el harware necesario. Tesla ya tiene todo listo para el máximo nivel de conducción autónoma, pero la legislación todavía no ha alcanzado a la técnica.
Otro aspecto muy importante es la seguridad, y el Model 3 viene con 8 airbags de serie y freno automático ante una posible colisión, entre otras cosas. Tesla difundió un pequeño video de una prueba propia de choque lateral contra un poste y el resultado es excelente. En el video se compara el crash test con un Volvo S60, uno de los modelos más seguros del mercado.
Watch a Tesla Model 3 vs. Volvo S60 side-pole impact test pic.twitter.com/dXBQkstrdo
— Tesla (@Tesla) July 29, 2017
Es decir, que más allá de es interior tan despojado, el Model 3 sube mucho la vara en términos de tecnología y seguridad, y eso es lo que lo puede transformar en un hito en la historia de la automoción. No contamina, es rápido, muy seguro y se maneja solo. Ahora son las automotrices tradicionales las que tienen la pelota.
Las fotos corresponden a la publicación MotorTrend, que hizo el primer test drive y puede leerse (en inglés) en este link.
Seguinos en Facebook o Twitter.
Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín gratuito.