DESDE SAN PABLO. Primeras impresiones del nuevo Fiat Argo luego de un pequeño test drive por las calles paulistas con la versión 1.8 de caja manual de quinta. Llega este año.
La verdad, uno no sabe cómo los paulistas siguen comprando autos para circular a 30 km/h en el mejor de los casos. El tránsito, créanme, es un caos a toda hora y una prueba de manejo por San Pablo se parece más a una tortura que a algo para disfrutar. Cuando Google presente oficialmente su auto sin conductor, debería hacerlo en San Pablo.
Por eso, esto no es más que un breve contacto para pasar en limpio las sensaciones que deja el totalmente nuevo Fiat Argo. Este hatch, que se hace en Betim, viene para reemplazar al Punto y buscará hacerse ancho y ganarle mercado desde al Onix hasta al nuevo Polo, que Volkswagen venderá en la región a partir de este año.
Todos los detalles y versiones que se venderán en Argentina se pueden consultar en esta nota.
Exterior
Aquí podemos entrar en comparaciones de todo tipo, pero es innegable que el nuevo Fiat Argo se ve bien. Las elecciones estéticas lo alejan del clasisismo del Punto pero lo arriman a las líneas más actuales de diseño, donde se prioriza la idea de dinamismo y deportividad. La tendencia lleva a los perfiles más horizontales y afilados. No todo el diseño va hacia este lado, pero sí en esta parte del mundo.
Fiat logró meter bien el nuevo family feeling de la Toro y el Mobi en un producto totalmente nuevo y, a mi entender, lo logró bien. Se lo nota bien plantado, con buen ancho, pasos de rueda bien resueltos y ningún detalle que desentone. Las vistas lateral y 3/4 trasera son las más logradas.
Fiat hace hincapié en la nueva plataforma que es el alma de este Argo, resaltando su robustez gracias a la utilización masiva de acero de alta resistencia. Si bien lo importante son las pruebas independientes como la de LatinNCAP, Fiat mostró a la prensa pruebas propias de choque frontal, lateral y trasero, con muy buenos resultados. Más allá del puntaje, que puede variar por cuestiones de equipamiento, resulta evidente que Fiat tiene confianza en la estructura del Argo y se arriesga a mostrarla.
Interior
En trabajo de Fiat con el interior del Argo es notable. El enfoque, según me parece, ha sido poner al usuario en el centro y diseñar el habitáculo en torno a él.
La ergonomía del Argo está muy bien lograda, con comandos sencillos y bien ubicados. En esto ayuda mucho el volante, de radio y grosor muy apropiado y que puede regularse en altura y profundidad.
El protagonismo se lo llevan las dos pantallas, la multimedia y la del instrumental. A mí, en general, no me gustan estas pantallas tipo tablet, pero aquí hay que destacar el funcionamiento, al menos en esta corta prueba. La visibilidad y la rapidez son notables. Según el diseñador del Argo, este tipo de pantalla flotante permite un diseño del torpedo más chico y estilizado.
La otra pantalla (ambas van a venir en el segundo escalón de la gama pero se podrán pedir como opcional en la base) es realmente grande y útil, con mucha información configurable. El único pecado es que, al no tener el Argo un GPS propio (solo el de Android Auto), no se pueden ver las indicaciones del camino en esta pantalla.
El otro punto fuerte es el espacio en las plazas traseras y el baúl. A la espera de la llegada del Polo, el Argo se convierte en el referente del segmento en este ítem. Hay buen espacio para las piernas y la cabeza de los que van atrás y no se resignó baúl (como en el Etios), ya que tiene 300 litros.
En el interior del baúl hay una llanta de chapa de 15′, que es el mismo rodado que trae la versión Drive. En las otras, funciona como auxilio temporal. Fiat trabajó bastanten en la insonorización del habitáculo y el resultado es bueno. Pero el motor 1.8 es conocido por su rumorosidad y se hace escuchar en la cabina.
En marcha
Esta es la parte más relativa de la prueba, ya que hicimos pocos kilómetros y todos en ciudad . Tómese sólo como una descripción.
El motor 1.8 E.Tor.Q es un viejo conocido del mercado argentino, ya que viene en modelos como el Linea y el Renegade. Si bien su ficha técnica dice 135 CV, en Argentina rinde 130 por el tipo de combustible. Se combina con una caja manual de quinta, otra vieja conocida.
En el breve recorrido urbano la sensación es de deja vu. El motor y la caja se sienten muy parecidos al Punto, con poco empuje de abajo y mejor desempeño en la parte alta del tacómetro. No se lo siente pesado como el Renegade pero más de una vez tenemos que acelerar de más para que no se apague al salir. El start&stop, que no se va a ofrecer en Argentina, es más una molestia que una solución en el tráfico paulista.
La caja es correcta y le será muy familiar a cualquiera que haya manejado un Fiat. Algo larga de recorrido, no es la más precisa del mercado. Habiendo manejado varios autos con la caja automática Aisin de sexta, creo que es la mejor opción.
Una vez más, y no sorprende, el punto fuerte del Argo es la puesta a punto de la suspensión. Se banca bien las calles de San Pablo, con cráteres que evitan que un cordobés sienta nostalgia. Absorbe bien el camino pero no es blanda y da toda la impresión que puede bancarse curvas a fondo, pero no tuvimos oportunidad.
La dirección, eléctrica en todas las versiones, es bien blanda a baja velocidad y se endurece progresivamente. No mucho más que decir hasta que lo manejemos en serio.
La gran duda que no me pude sacar por falta de tiempo es el motor 1.3 Firefly. ¿Por qué Fiat hace un motor totalmente nuevo de 8 válvulas y no 16? Según charlas informales con ingenieros, la prioridad está en el torque a bajas vueltas y se sabe que los viejos 8V tienen mejor desempeño de abajo que de arriba. Con este foco más el sistema start&stop, Fiat se garantiza muy buenos notas para este motor en el instituto brasileño que mide los consumos y las emisiones.
Un ingeniero nos contó que hizo miles de kilómetros por Argentina con el motor 1.3 y que tiene desempeño notable en consumos y prestaciones. Habrá que esperar para sacarse las dudas.
Llegando
Las sensaciones luego de conocer al Argo son más que positivas, sobre todo por su diseño y carrocería. Se lo nota bien plantado, firme, seguro. El diseño llama las miradas y tendrá admiradores y detractores, pero no tengo dudas que va a funcionar. Es un auto pensado en y para Latinoamérica, y es difícil que tantos estudios previos se equivoquen.
Un punto fuerte es el interior, con un diseño más bien clásico y sin errores. Los materiales no tienen lujo pero se sienten mucho mejor que un Palio y la terminación está más cerca de Toro que de Mobi. Lo mejor es el espacio trasero, no sólo para las piernas y las cabezas, sino también en el ancho de hombros. Si pensamos que sólo tiene 4 metros de largo, están muy bien resueltas las proporciones.
El motor 1.8 no es mi preferido en ciudad, porque no tiene buena respuesta en baja. En ruta saca lo mejor, pero no tuve oportunidad de probarlo. Habrá que esperar hasta la primavera.
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