Hicimos un test drive con el Nissan March 2014 en su versión tope de gama. Excelentes prestaciones y un rediseño que le sentó muy bien.
Desde que nos pudimos subir la primera vez a un Nissan March en la butaca del pasajero hace unos años, teníamos ganas de probar este pequeño auto urbano del segmento B que llega a nuestro país desde la planta que la marca tiene en Aguascalientes, en el centro de México. Se empezó a vender en 2011 en Argentina y tuvimos oportunidad de probarlo el año pasado, pero sabíamos que iba a tener un restyling y preferimos esperar.
El rediseño llegó en marzo, pero recién ahora pudimos hacernos de una unidad, gentileza de la gente de Egeo. El Nissan March 2014 viene en dos versiones y tres niveles de equipamiento: Sense, Advance y Advance Media Tech, que fue la que probamos. La parte mecánica es la misma y lo que cambia son los niveles de equipamiento.
- Nissan March Advance Media-Tech
- Origen: México
- Precio $ 150.979
- Garantía: 3 años o 100 mil km, lo que ocurra primero.
Exterior
Digámoslo de entrada, el Nissan March carga con un prejuicio mayoritario: «auto de mina» es la frase trillada surge más rápido cuando alguien menciona al March. Quizás sean las formas redondeadas, o su tamaño contenido, muy apto para el uso en ciudad. O quizás no tenga explicación, como la mayoría de los prejuicios.
No sabemos si Nissan está conforme o no con esta idea (hay marcas que reconocen modelos como femeninos, como Fiat con el Idea), pero nos parece bastante evidente que el último restyling buscó despegar un poco al March de este estereotipo. Los cambios han sido importantes y buscaron limar un poco las redondeces para darle una postura un poco más agresiva que le sienta muy bien.
Los cambios fundamentales han sido en la trompa, estrenando nuevo paragolpes y nuevas ópticas. Atrás también cambiaron las ópticas y el spoiler trasero, que integra la tercera luz de stop. En la vista lateral se destacan las nuevas llantas de aleación de 15″. Otro recurso que Nissan utilizó para despegarse de la imagen femenina del March fue el empleo de cromados, tanto en las manijas de las puertas como en la parrilla, con la típica V que da marco al emblema y los marcos de los antinieblas.
A nosotros el March ya nos gustaba de antes y nos parece que el nuevo restyling le sentó muy bien. Los cambios estéticos deberían ayudar a ampliar la base de clientes del modelo sin perder a los actuales.
Interior
Los cambios en el interior no han sido muchos pero se notan. También aquí Nissan quiso quitarle ese estilo tan curvilíneo de la versión anterior y cambió las dos salidas de aire del medio por unas cuadradas, lo que alcanzó para darle un aire nuevo al conjunto, si bien la de los costados siguen siendo redondas. Perdió un poco de estilo -el anterior era casi juguetón- pero ahora es más apto para todo público.
También se siguió la línea de los cromados exteriores con detalles en plásticos plateados en el interior, en los bordes del tablero central y en los apoyabrazos de las puertas. Los picaportes interiores directamente son cromados. El resto de los cambios son sólo válidos para esta versión tope de gama, que incluye la pantalla táctil con navegador y cámara de retroceso y el gran climatizador automático situado abajo. Las otras dos versiones traen un stereo doble din con luces anaranjadas y los tres controles del aire acondicionado con perillas plateadas.
La calidad percibida del interior es levemente superior a la media de productos del mercosur, sin ningún tipo de lujos ni plásticos blandos. Está bastante bien terminado para su segmento.
La posición de manejo acorde a cada gusto se encuentra con bastante facilidad gracias a que tanto el volante como el asiento se regulan en altura. En el caso del asiento, nunca llega a quedar del todo bajo como en el Gol Trend, por ejemplo. La posición de manejo del March privilegia el control del tráfico en ciudad por sobre la comodidad en un viaje largo en ruta. El espacio, tanto de hombros como para las piernas y cabeza, es más que suficiente.
El espacio de las plazas traseras es correcto y sorprenderá a más de uno que se deje llevar por sus medidas externas. Dos adultos entran bastante bien, con buen espacio para las cabezas y razonable para las piernas, teniendo en cuenta su segmento. Donde se resiente el espacio es en el baúl, que se queda en 228 litros, uno de los más chicos del mercado. Adentro del baúl esta el auxilio, que acertadamente es del mismo tamaño que las ruedas titulares.
El equipamiento de esta versión tope de gama está bien, con algunos items por encima de la media, como el gps, la cámara de retroceso y el climatizador automático. El equipamiento de serie también es interesante, con levantavidrios eléctricos en las cuatro puertas, el comando para hacer llamadas por bluetooth en el volante, cierre centralizado (y alarma) y cierre de puertas en velocidad, entre otros ítems. El detalle se puede consultar en la ficha técnica.
En seguridad trae practicante lo básico, doble airbag, ABS (eso sí, con repartidor electrónico de frenado), la mencionada traba de puertas en velocidad y cinturones de tres puntos para los pasajeros de los costados del asiento trasero, quedando el del medio con uno sólo de cintura. No trae anclajes isofix para sillas infantiles.
En marcha
Uno de los puntos fuertes del March -y que deberían tener en cuenta los prejuiciosos- es su motor. Denominado HR16DE, se trata del 1.6 16 válvulas que equipa a muchos modelos de la marca (como el Versa) y de Renault y que se fabrica en Japón. Brinda 107 caballos a 2.600 vueltas y 142 Nm de torque a 4.000 rpm, pero se lo siente empujar muy bien desde el comienzo del tacómetro. Hasta podría decirse que es mucho motor para un auto tan chico.
El motor alcanza y sobra para mover muy ágilemente los mil kilos del March en ciudad. Gracias a la caja de cinco marchas y la dirección con asistencia eléctrica, el March se mueve como pez en el agua en ámbitos urbanos y dan ganas de acelerar y meterse en cada hueco del tránsito. La dirección con mucha asistencia más la cámara de retroceso colaboran mucho a la hora de estacionar. Digamos que si no estacionás con el March es hora de que vuelvas a hacer el curso de menejo.
La suspensión también es blanda y se banca bien las horribles calles cordobesas. Pero también es la responsable de lo que menos nos gustó del March: en autopista, con viento lateral y a más de 110 km/h se mueve bastante. Tampoco la dirección con tanta asistencia ayuda en este sentido. Es cierto que el día que salimos a la autopista había mucho viento (así es Córdoba en esta época del año) pero la sensación de ir navegando a 130 km/h no es agradable. Con menos viento y a velocidad de ruta (110km/h) no hay mayores inconvenientes.
La aceleración del March es muy buena, apenas abajo de los 10 segundos para el 0-100 km/h y la velocidad máxima ronda los 180 km/h, lo que lo convierte en uno de los autos con mejores prestaciones del segmento. Los consumos son progresivos y están muy bien para su cilindrada. Si somos cuidadosos en las salidas bruscas, podemos lograr un consumo mixto de menos de menos de 7,5 litros cada 100km.
La aislación del habitáculo es bastante buena, los ruidos empiezan a aparecer arriba de los 120 km/h, tanto del motor como del viento en el parante A, pero no llega a ser molesto. Dos detalles del interior que descubrimos en movimiento fueron la falta de indicador de temperatura del motor y que la pantalla táctil refleja bastante la luz del sol, por más que le subamos el brillo al máximo. Cuesta trabajo ver algo cuando el sol pega directo en el tablero.
Llegando
El Nissan March 2014 debe ser uno de los modelos más subestimados de nuestro mercado. Tiene un motor que brinda una de las mejores prestaciones del segmento (quizás únicamente por debajo del Palio 16 válvulas y el Ford Fiesta KD), con buena confiabilidad y consumos acotados (aquí rivaliza con el Toyota Etios hatch). El equipamiento está en la media, sin lujos pero sin faltantes, y en el caso de esta versión Media-Tech, con ítems poco frecuentes como la cámara de retroceso. El nivel de terminación está muy bien para su segmento.
La habitabilidad es bastante buena tanto adelante como atrás, pero se resiente en el baúl, que es de los más chicos del segmento.
El confort de marcha también es muy bueno y es en la ciudad donde encuentra su hábitat natural, donde soporta muy bien las calles en mal estado. En ruta es muy ágil y rápido, pero su tren delantero blando no le va a gustar a todo el mundo.
El rediseño estético nos parece que es uno de puntos fuertes del March 2014, que le permite ser mucho más potable para un público mucho más amplio que la versión anterior. Si los precios no se disparan, el March va a empezar a ser visto con mejores ojos en esta nueva versión.
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