La escasez mundial de chips y semiconductores ya afecta a la industria automotriz en esta parte del mundo. General Motors mostró en Brasil la cantidad de electrónica que tiene un Onix.
Una cosa llevó a la otra: la pandemia intensificó el trabajo remoto, lo que aumentó la demanda de productos electrónicos, que llevó a una crisis de oferta de chips que hoy afecta en mayor o menor medida a muchas industrias en todo el mundo. La automotriz, por supuesto, no está exenta, y las distintas compañías están tratando de surfear la crisis de distinta manera.
En los Estados Unidos, por ejemplo, algunas marcas están sacando autos de la línea de montaje sin algunas funciones consideradas no esenciales, como el sistema de Start/Stop, que apaga el motor cuando el auto está detenido. Otras, directamente, están frenando la producción por plazos más o menos largos.
En la región
Las automotrices reconocen el problema pero tratan de no hablar demasiado del tema. General Motors, en cambio, difundió ayer una gacetilla en Brasil en la que enumera la cantidad de semiconductores que tienen sus autos, en particular el Onix. Como es de esperarse, la cantidad de electrónica que posea un auto va a hacer que su producción está más o menos afectada por esta crisis.
Según la marca, un Chevrolet Onix tiene aproximadamente mil semiconductores, distribuidos de la siguiente manera: 30% en los sistemas de seguridad, 30% en los sistemas de confort, 25% entre los sistemas de conectividad y un 15% en la mecánica propiamente (todo el sistema de propulsión del vehículo).
De acuerdo a un estudio publicado por la consultora Deloitte, la electrónica representa actualmente un 40% de los costos de un vehículo en la actualidad, el doble de lo que significaba hace sólo una década.
GM no le va a sacar nada a sus autos
«Chevrolet transformó sus vehículos en referencia de seguridad, confort, conectividad y performance. No vamos a dejar de ofrecer aquello que nuestros clientes más valoran ni enfocarnos en versiones básicas por la escasez momentánea de autopartes, aunque esto impacte en nuestra producción», blanqueó el argentino Carlos Zarlenga, presidente da GM Sudamérica.
GM ha hecho distintas pausas de producción en sus plantas de Brasil debido a este problema, lo que por supuesto también afecta a sus ventas y participación de mercado. Al resto de las automotrices tanto en Brasil como en Argentina también está afectando este problema en menor o mayor medida.
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