Volkswagen T-Cross

Desde su lanzamiento, el Volkswagen T-Cross recibió críticas por las bajas prestaciones de su motor y su precio elevado. Sin embargo, es un éxito de ventas y se prepara para recibir nueva mecánica y tecnología. 

Por distintas razones no había podido manejar como corresponde el/la T-Cross, esperado primer SUV chico de Volkswagen. Cuando salió, en 2019, probé por unos pocos kilómetros la versión manual y luego, en un préstamo más familiar que laboral, algo de la versión Comfortline Automática. Por eso, pese a no ser una novedad, cuando VW me dijo que en la planta de Córdoba había una unidad Highline no lo dudé.

El T-Cross está a punto de cambiar. En junio (si no hay demoras producto de la pandemia) recibirá el motor 1.0 200 TSI (turbo), el mismo de Nivus, además de la central multimedia VW Play. Mientras, la unidad que yo manejé sigue con el viejo 1.6 MSI de 110 CV, que seguirá disponible sólo en la versión Trendline manual.

Este conocido motor atmosférico, junto a su precio elevado, ha hecho que se critique mucho al T-Cross, y algo de razón siempre hubo. Sin embargo, hay que decir que fuera de la prensa especializada y sus seguidores, el T-Cross ha sido un éxito de mercado, al punto de ser hoy el SUV más vendido de Argentina y por más de un año.

Luego de una semana y casi mil kilómetros recorrido, esgrimo algunos argumentos que podrían explicar este éxito.

Diseño e imagen de marca

Volkswagen T-Cross
No, no es original, pero se ve muy bien.

Volkswagen tardó muchísimo en dar una respuesta a la Ford EcoSport, que se lanzó en 2003. Perdió al menos una generación de ventas (la Renault Duster se lanzó en 2011), pero no por eso le fue mal, ya que hace 16 años es la marca que más autos vende en Argentina. Podemos decir que, a su pesar, generó enormes expectativas en su primer SUV regional.

Da la sensación de que cualquier cosa que hubiese ofrecido VW iba a funcionar bien, ya que el segmento B-SUV ha crecido como una ola que todo lo arrastra. Pero VW ofreció mucho de lo que sus clientes esperan de ellos: un producto sobrio, elegante, de plataforma global, similar al modelo europeo y con nivel de seguridad cinco estrellas. Tenía un asterisco grande en el motor, sí, pero ya veremos que no es tan grave.

La apariencia del T-Cross no conmueve a quienes estamos siempre con un ojo en el mundo de las tendencias de diseño, porque es excesivamente Volkswagen. Pero sus diseñadores saben que a los consumidores les gusta lo que sus Volkswagen dicen de ellos: precisión alemana, sobriedad, elegancia, status económico, una vida bien resuelta, confiabilidad, occidente, familia. Acá no hay experimentos japoneses propios de la saga Rápido y Furioso ni decorados chic franceses.

T-Cross es compacto (4,2 metros de largo), tiene buen espacio para la familia y se lo nota bien alto en la calle. Este no es un dato menor: hay muchos consumidores (y consumidoras) que aprecian mucho avanzar por el tráfico desde una altura elevada.

Volkswagen T-Cross
Compacto, elevado, con una buena distancia entre ejes (2,65 metros), así es el (o la) T-Cross.
Volkswagen T-Cross
El remate trasero es clásico, bien vertical. Nivus, con la misma base, tiene otra resolución.

Interior amplio, cómodo y seguro

Volkswagen T-Cross
El interior dice Volkswagen por todos lados. Cuando conocés a uno conocés a todos.

Cada vez más, los autos son pensados como espacios donde transcurre parte de la vida moderna. El T-Cross está muy bien resuelto para ser un auto de 4,2 metros de largo: tiene buen espacio en las dos filas de asientos y un baúl muy razonable, con una solución práctica que ya la voy a explicar.

El puesto de conducción es confortable, de ergonomía muy bien lograda, con una posición de manejo alta, que permite ver el tráfico desde arriba. Pese a usar un instrumental digital HD (las otras versiones vienen con instrumental analógico), Volkswagen diseña sus gráficos de una manera bastante tradicional, lo que para mí es un acierto. Creo que los excesos de 3D que se ven en productos como el nuevo 208 no van a envejecer bien.

Una cosa que me gustó del T-Cross es que la pantalla multimedia conserva un par de perillas y algunos botones físicos, algo que el Nivus no tiene y que probablemente se lo saquen a este auto. Me parece un retroceso no poder bajar el volumen de la radio sin tener que mirar una pantalla, por más que lo podamos hacer del volante. En algún momento las automotrices se darán cuenta cuánto aprecian los clientes las clásicas botoneras.

Volkswagen T-Cross
Todo digital, pero de diseño más bien clásico. La calidad de los plásticos está bastante por debajo de productos como Renegade o Kicks.
Volkswagen T-Cross
Butacas bastante confortables, sin destacarse especialmente. Imperdonable que le falten agarraderas superiores.

2,65 metros de distancia entre ejes le da un excelente espacio posterior al T-Cross, con centímetros para piernas propio de un segmento C, aunque no tanto el ancho de hombros. Esa, me parece, es otra clave del éxito de T-Cross: estos vehículos, por precio, han reemplazado en la elección popular a productos del segmento C, pero la mayoría resignó espacio. T-Cross suple bastante bien este déficit.

A esto se suman una salida de aire para las plazas traseras (algo que no todos los productos del segmento C tienen), más respaldos abatibles por tercios. Sólo la plaza del medio es medio incómoda, pero es normal. Imperdonable la falta de agarraderas en el techo.

Volkswagen T-Cross

Baúl, otro problema del segmento (pensar en EcoSport o Renegade), bastante bien resuelto en T-Cross: un volumen de 373 litros con el piso a la altura del borde de carga, ampliable a 420 litros bajando el piso. Aunque parezca increíble, una de las razones por las que los SUVs están tan de moda es porque a la gente no le gusta agacharse a la hora de depositar objetos en el baúl (sedanes). Con esta doble solución, el piso queda a la misma altura en el uso diario y se puede ampliar cuando hace falta. Bien jugado.

Volkswagen T-Cross
En el nivel superior el espacio de carga queda a la altura de la boca de carga, ideal para el uso diario sin agacharse.
Volkswagen T-Cross
Si necesitamos más espacio para un viaje, el piso se puede bajar y llega a los 420 litros, volumen más que razonable para un segmento B.

Seguridad

A los periodistas que probamos autos nos encanta pensar que la gente valora mucho el ítem seguridad, pero hay sobradas pruebas de que no es así. Yo creo dos cosas: que el consumidor le presta cada vez más importancia a este tema y que, si bien no es lo primero que mira en un auto, sí incide bastante al momento final de la compra, poniendo todos los otros puntos en consideración.

Bueno, T-Cross se sacó máxima nota posible en la valoración de LatinNCAP y eso es un gran punto a favor en un auto decididamente familiar. Volkswagen le pegó la medalla de 5 estrellas en la luneta y los vendedores usan mucho este argumento. De nuevo, elegir un auto que dice que es 5 estrellas en seguridad, habla del auto y habla del comprador del auto.

Es lento, pero anda (y no consume tanto)

Volkswagen T-Cross

Los puntos más problemáticos del T-Cross son su motor y su precio. Para un producto tan moderno, el viejo 1.6 MSI 16V de 110 CV, que ya venía en la Suran Highline, es un punto flaco. Más teniendo en cuenta que en Brasil desde un comienzo se vendió con el mucho más nuevo 1.0 TSI turbo de 116 CV y 200 Nm de torque (contra 155 Nm de este motor).

En un producto de algo más de 1.250 kg, este motor se queda corto. T-Cross hace el 0 a 100 en algo más en casi 14 segundos, lo que es un montón y lo coloca más o menos al mismo nivel del Jeep Renegade, otro producto que se vende muy bien y no tiene buena mecánica.

Y sin embargo se mueve. Decenas de veces hemos hablado bien de la caja automática japonesa Aisin, que es la más usada en productos del segmento B. Esta caja, que VW llama Triptronic, suple bien parte de las deficiencias del motor. La caja hace todos los rebajes que sean necesarios para que el T-Cross tome impulso y luego usa la sexta para bajar las revoluciones y los consumos.

Si usamos la caja en D el T-Cross se mueve más que bien, tanto en ciudad como en ruta, y para los sobrepasos o retomadas podemos usar las levas al volante (que son muy útiles en este caso). El modo Sport (S) es un exceso de optimismo de parte de Volkswagen y lo que hace es enroscar el motor todo el tiempo estirando el paso de marchas, algo que resulta más molesto que útil. Me hizo acordar a la puesta a punto del Renegade con esta misma caja.

Los consumos son muy razonables para un vehículo de este peso y esta aerodinámica. En ruta, a velocidad constante, tiene muy buenos resultados a 100 km/h (alrededor de 6 litros cada cada 100 km) y a 130 sube a 8 o 8,4 litros/100 km (depende mucho del viento por ser alto). En ciudad, dependiendo del tráfico, ronda los 9,2 a 10,5 l/100 km, siempre contando un solo ocupante.

Un punto destacado es la puesta a punto, suave para ser un Volkswagen pero suficientemente firma para la ruta. Doblar rápido no es su fuerte (tiende a subvirar o irse de trompa, como muchos productos hechos en la plataforma MQB), pero su excelente diámetro de giro y el progresividad de la asistencia eléctrica se agradecen mucho en ciudad. Ah, y no menos importante, no toca en ningún badén ni lomo de burro.

T-Cross es un vehículo familiar, y como tal, cierra por todas partes. Además, no hay que olvidar que hay dentro del público argentino hay un segmento muy conservador, que aprecia mucho las mecánicas clásicas y de confiabilidad probada.

Faltantes

Volkswagen T-Cross
Luces principales halógenas en una versión de 3,66 millones de pesos. No da.

El T-Cross es un vehículo muy completo, pero su elevado precio (va desde los $2.270.976 de la Trendline manual a los $3.665.300 de esta versión Highline) hace que debamos exigirle mucho. En particular, esta versión debería venir con todo lo que en su momento VW le puso al pack Hero: techo solar, luces full-LED y sistema de estacionamiento automático.

También debería venir con el paquete de asistencias a la conducción como frenado autónomo de emergencia o control de velocidad crucero adaptativo, todos elementos que sí trae el Nivus y que seguramente VW le pondrá en los próximos meses a T-Cross.

Y, por supuesto, el motor turbo, que saldaría la mayor deuda del T-Cross. En igualdad de condiciones, ¿cuál venderá más? ¿T-Cross o Nivus? Será un duelo interesante porque la diferencias son mayormente estéticas.

Volkswagen T-Cross
Puesta a punto equilibrada: se siente bien en asfalto y también en tierra y calles en mal estado, como abundan por aquí.

Volkswagen T-Cross


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