La compañía nipona sorprendió con el anuncio de una nueva inversión de 130 millones de dólares en Santa Isabel, luego de los 600 millones anteriores. Buscarán desarrollar nuevos proveedores y asegurar el proyecto a mediano plazo.

El anuncio fue sorpresivo por el momento de crisis global: Nissan le informó al presidente Alberto Fernández que invertirá otros 130 millones de dólares en la planta de Santa Isabel, donde ya puso 600 millones desde 2015.

Esa primera inversión todavía no pudo ser explotada del todo, ya que Nissan esperaba producir 70 mil unidades al año entre las pickps Frontier, Renault Alaskan y Mercedes Clase X. Esta última se cayó, la de Renault arrancó con dos años de demora y la Frontier se produce, pero en un ritmo de 10 mil unidades anuales, claramente un valor que no la hace industrialmente rentable.

Con la incorporación de la Alaskan, la alianza informó que busca crecer a 40 mil unidades anuales como primer paso, un valor que, dadas las circunstancias, es un muy bueno. En medio de esto, el Gobierno argentino anunciará en las próximas horas un acuerdo con el sector, que busca aumentar la producción local y bajar las importaciones para equilibrar un poco la balanza comercial del sector. Como una de las variantes para distribuir el cupo de importaciones es el nivel de inversión, la primera sospecha vino por ahí.

Sin embargo, la decisión anunciada el jueves fue tomada con varios meses de anticipación y tiene más que ver con la situación global de la marca y con pedidos de los sindicatos argentinos. El Smata venía reclamando hace bastante por una mayor radicación de piezas de las camionetas, que tiene un nivel de integración bastante bajo. A la vez, algunos proveedores amagaban con irse, debido a que los bajos volúmenes no hacían rentable el negocio.

Cierra Barcelona

Vista aérea de Nissan Motor Ibérica (NMISA).
Vista aérea de Nissan Motor Ibérica (NMISA).

Algunas de esas autopartes llegan a Argentina desde la planta de Nissan en Barcelona, donde también se hacen las mismas camionetas y que la marca informó en mayo que va a cerrar. Luego de presiones de los sindicatos españoles, se acordó manterla activa hasta el 31 de diciembre de 2021.

Pero la situación es complicada: por ejemplo, el 6 de agosto la autopartista Acciona ha roto el contrato con Nissan, despidiendo a 500 trabajadores debido a que no considera rentable el acuerdo, ahora que saben que Nissan de todas maneras cerrará. La planta debía retomar la producción este lunes, pero ahora tiene un hueco logístico y recién lo hará el 31 de agosto, si es que pueden.

Es decir que, más temprano que tarde, algunas piezas españolas dejarán de llegar. El Smata está interesado en que Nissan radique al menos dos autopartes: los mazos de cable en la planta de Lear en San Francisco, que actualmente trabaja al 20 por ciento de su capacidad; y los asientos en Magna, de la ciudad de Córdoba. Además hay intenciones de que Gestamp haga las puertas traseras, que actualmente se traen de Brasil. No importa que en parte de esos proveedores tangan convenio de Uom.

Por eso, el grueso de la inversión no será en la planta de Santa Isabel sino en el desarrollo de algunos de estos proveedores (u otros), lo que a su vez debería bajar el costo de producción de las camionetas, ya que son piezas que dejan de estar atadas al dólar. Es, por cierto, una gran noticia para Santa Isabel y todo Córdoba, porque asegura el futuro de este proyecto, en uno de los momentos más difíciles para la industria.

El futuro de la Frontier

La Frontier es muy nueva en Argentina, pero nivel mundial ya lleva bastante tiempo en el mercado y se acerca a un rediseño.

El comunicado habla de “ampliar la oferta de vehículos pickup producidos actualmente”, lo que podría ser interpretado como la radicación de un nuevo modelo. Pero en realidad lo que parece es que Santa Isabel se asegura la producción del restyling de Frontier, pautado para fines de 2021 o comienzos de 2022. Hay Frontier y Alaskan para rato.

Además, la nota de prensa habla de “incorporar la más alta tecnología disponible y de acuerdo con la normativa de emisiones”, lo que es un poco más complejo de dilucidar. El motor de Frontier se importa de Francia y cumple la norma Euro 5, lo que lo hace más moderno que el que equipa a la Frontier mexicana. Detrás de esto está la posibilidad de abrir nuevos mercados de exportación, pero no queda claro cuáles serían, ya que la versión actual es suficientemente moderna para cualquier país de Sudamérica.

No se va a producir el motor en Córdoba (hoy nadie lo hace), pero quizás sí alguna parte o algo que por el momento desconocemos.

Pese a lo que viene señalando un medio de Brasil, la Alaskan sí se exportará a ese mercado (aunque no hay comunicación oficial) y se está buscando que Chile cambie de origen mexicano a argentino, algo que seguramente no será fácil. Una cuestión nadie discute: la calidad de las camionetas hechas en Córdoba han gustado en todos los lugares que se presentó. Eso podría abrirle nuevas puertas a las pickups, pese a que la competitividad de la industria argentina es muy baja.


Seguinos en Facebook o Twitter.

Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín gratuito.

Comentarios