El Gobierno nacional y las automotrices están trabajando en un esquema que reduzca la sangría de dólares vía importaciones de autos. Desde un esquema «uno a uno» como el de Guillermo Moreno a cupos.

El «uno a uno» aludido en el título de esta nota no es el de Domingo Cavallo, sino el del exsecretario de comercio kirchnerista Guillermo Moreno, que obligaba a las automotrices a exportar cualquier producto (hasta vinos) para compensar cada dólar importado en forma de auto. Con cambios, ese esquema podría volver.

Es uno de los tantos rumores que recorren la prensa y que se transformarán en anuncios probablemente la semana que viene. El Gobierno nacional busca frenar la sangría de dólares de las reservas vía importación de autos y está trabajando junto a las terminales para imponer algún tipo de cupo, aunque prefieran usar eufemismos.

Según La Nación, el objetivo no es eliminar el déficit histórico del sector, sino reducirlo un poco vía el aumento en la producción y un tope de autos a importar de acá a fin de año, que sería de 80 mil autos. Si el período arranca en septiembre sería bien visto por las automotrices, ya que es un número razonable para la proyección de mercado y le daría previsibilidad al sector, algo que no sucede ahora con trabas para desembarcar autos.

Si esos 80 mil autos, en cambio, corren retroactivamente desde julio, ahí podría acentuarse la falta de stock y los consiguientes sobreprecios, que ya se ven en los concesionarios. En cualquier caso, las automotrices se comprometerían a aumentar la producción en 20 mil unidades.

¿Cómo se repartiría ese cupo?

Producción Peugeot 208
PSA comenzó a producir el nuevo Peugeot 208 hace pocos días en El Palomar.

Uno de los principales temas de este esquema es cómo se repartirían esas importaciones. Según La Nación, eso lo definirá el Gobierno en base a criterios como la balanza comercial, la inversión o la integración nacional. En este punto, desde el ministerio de Matías Kulfas saben que la sustitución de piezas importadas por proveedores locales es un proceso de varios años y por eso las autopartes no estarían involucradas en la balanza en una primera instancia.

El otro tema que puede generar conflicto es el del mecanismo de comercio con Brasil, llamado flex, que ya estipula cupos de importación-exportación entre los dos socios más grandes del Mercosur. Una nueva limitación por parte de Argentina podría generar conflicto con Brasil, aunque los volúmenes actuales son tan bajos no justificarían una disputa.

El uno a uno

Nissan Argentina retoma exportación a Brasil (1)
Unidades de Nissan Frontier hechas en Córdoba a bordo de un barco rumbo a Brasil.

Según iProfesional, uno de los esquemas que piensan desde el ministerio de Desarrollo Productivo es el uno a uno (compensar cada dólar importado con un dólar exportado) pero, a diferencia del esquema que estuvo vigente con Guillermo Moreno, ahora no se permitiría la exportación de ninguna otra cosa que no sean autos o autopartes.

«No puede ser que Rattazzi nos pida dólares a nosotros pero cuando vende a Brasil, allá acepta que le paguen en reales. Si Fiat o las demás terminales van a querer importar vehículos tendrán que salir a exportar. Un dólar por un dólar», dicen en iProfesional que les dijeron fuentes allegadas al Gobierno.

Las importadoras, en problemas

importacion exportacion

Si la situación es compleja para las automotrices que producen en Argentina, para las importadoras netas es dramática. Pese a que todas pagan 35 por ciento de aranceles extra zona, el Gobierno les está apretando el cerrojo cada vez más, incluso de autos que ya están abonados y que esperan en el puerto.

Estas automotrices están reunidas en Cidoa, y por ahora parece que no han sido consultadas al respecto. Hay gran cantidad de marcas que están en esta situación, desde las de lujo como BMW (que es una filial de la casa central alemana) y Porsche (un importador local) a la gran cantidad de automotrices chinas que aparecieron en los últimos años.

En el mencionado uno a uno de Moreno, muchas de estas marcas tuvieron que salir a buscar productos de lo más diversos para exportar, que los compraban a productores locales. Por el momento no se sabe qué pasará con este sector, que si bien no tiene fábricas en Argentina, mueve muchos puestos de trabajo entre concesionarias, talleres, repuestos y otros servicios.


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