Citroën C4 Aircross

Estética francesa con mecánica japonesa para el Citroën C4 Aircross, primera incursión de la marca en el mercado de los SUV. Fotos imperdibles del test drive.

  • Citroën C4 Aircross Tendance 2.Oi 150 CVT 4WD
  • Origen: Japón
  • Garantía: Tres años o 100 mil km.
  • Precio: $316.730

El Citroën C4 Aircross es el primer SUV (Sport Utility Vehicle, o 4×4 para nosotros) que saca al mercado la marca del doble chevrón. Y decimos que saca al mercado y no que fabrica, porque es la experta japonesa Mitsubishi quien elabora el C4 Aircross a pedido de Citroën, como parte de un convenio que además incluye al Peugeot 4008, que también llegó a nuestro mercado en estos días. Como te contábamos en esta nota, el Outlander Sport, 4008 y C4 Aircross son trillizos con distintos emblemas en el frente.

Sin embargo, Citroën se encargó de darle forma a las partes “blandas” del coche para distinguirlo de sus hermanos y podemos decir que lo logró. El C4 Aircross es, a simple vista, un Citroën con todas las letras, al menos por afuera. Por dentro la cosa no está tan clara, pero ya llegaremos a eso.

CarsDrive pudo probar el Citroën C4 Aircross Tendance 2.Oi 150 CVT 4WD, que tiene un precio de $316.730 y viene con un motor de dos litros de 150 Cv (y 199 Nm de torque a 4.200 vueltas), tracción integral “a demanda” asociado a una caja de tipo CVT (variador continuo). La otra opción de la gama tiene el mismo equipamiento Tendance y el mismo motor, pero con tracción simple y caja manual de cinco marchas. El C4 Aircross Tendace 2.0i 150 2WD sale $273.388.

 

Exterior

Citroën C4 Aircross

Como te contábamos, los trillizos no sólo comparten chasis y toda la parte mecánica, sino que son iguales hasta en la mayoría de la chapa. Los principales diferenciadores para darle la personalidad de cada marca son los plásticos, ópticas, llantas y demás decorados, tanto adelante como atrás. Hay que decir que en el caso del C4 Aircross, esta adecuación estética quedó muy bien y nadie podría decir que no se trata de un Citroën. De los tres, está cabeza a cabeza con el 4008 en el apartado estético en nuestro gusto.

C4 Aircross

El C4 Aircross pertenece al segmento C de los SUV y mide 4,34 metros de largo, 1,80 m de ancho y su altura es 1,63 m. La  distancia entre ejes es de 2,67m. Sus dimensiones nos dan una pauta clara de las intenciones más citadinas que rurales de esta propuesta, que es más chica que los dos principales referentes del segmento: Toyota RAV4 (que ya la probamos) y Honda CR-V. Su plenteo se parece más al del Ford Kuga o Volkswagen Tiguan, por mencionar solo algunos rivales.

Interior

Citroën C4 Aircross

En el interior, las diferencias entre los tres modelos es menor todavía. Aquí es donde más se nota la sencillez a la japonesa, a diferencia de modelos emblemáticamente sofisticados de Citroën (pienso, por ejemplo, en el DS4 y su volante repleto de botones y rueditas). Curiosamente, el Outlander Sport fue el único que llegó al país con pantalla táctil para  comandar  el sistema multimedia. Tanto el C4 Aircross como el 4008 traen un equipo de audio de excelente sonido pero de estética muy desfasada, con iluminación naranja muy 1990. Lo bueno es que traen conectividad USB y bluetooth.

El habitáculo es muy práctico y confortable, con una posición de manejo muy lograda, elevada como es normal en este tipo de vehículos, pero sin exageraciones. Tanto asiento como volante se regulan en altura y profundidad, y el tacto de este último es excelente, en parte al revestimiento en cuero. El instrumental es muy claro y con buena información, con indicadores de temperatura y combustible en formato digital y dos relojes analógicos para velocidad y tacómetro.

Los comandos detrás del volante son varios y con muchas configuraciones, que llevan un tiempo entenderlas. En el volante están los controles de la radio y de velocidad crucero. Detrás, los de las luces y limpiaparabrisas, ambos con infinidad de variables. También hay teclas para atender y cortar llamadas si el teléfono está conectado y dos grandes levas para accionar manualmente los pasos de la caja. Las levas son de gran tamaño porque no giran con el volante, y de esta manera es posible encontrarlas aunque estemos doblando.

Las dos versiones del C4 Aircross vienen con un enorme techo solar no corredizo, que abarca tanto a las plazas delanteras como traseras, lo que le da iluminación muy especial al interior. En días de mucho calor es mejor dejarlo cerrado o se necesitará poner el climatizador al máximo, que por cierto, funciona muy bien y es de una sola vía.

La calidad de terminación es buena, combinando goma blanda en algunas zonas del tablero con otros plásticos más económicos en zonas como la contrapuerta. La insonorización general es muy buena.

Las plazas traseras son cómodas, aunque no tanto como las del RAV4, por ejemplo. El espacio para las piernas es correcto, y la altura del techo también, aunque más justa debido al espacio necesario para recoger la cortina. Trae tres cinturones inerciales y tres apoyacabezas ajustables y el respaldo se rebate para aumentar el espacio del baúl, que no es tan grande. Tiene 416 litros, piso plano pero elevado, y debajo del mismo un auxilio de medidas similares pero con llanta de chapa. Agradecemos que Citroën no se haya plegado a la moda de los auxilios temporales, más teniendo en cuenta el espíritu aventurero de esta propuesta.

Equipamiento

Citroën C4 Aircross

Salvo por la falta de pantallas modernas (el nuevo Kuga trae dos) que incluyan navegador satelital y cámara de retroceso, el nivel de equipamiento del Citroën C4 Aircross es bueno. Se destacan el mencionado techo panorámico (aunque algunos preferirán uno más chico pero que se abra), climatizador, butacas delanteras calefaccionadas, guantera refrigerada, encendido automático de las luces, sensor de lluvia, apertura y cierre sin llaves, encendido por botón, sensores de estacionamiento y el mencionado equipamiento manos libres, con comandos por voz. Dos faltantes de confort en relación con la competencia son los asientos de cuero y la regulación eléctrica de los mismos.

En seguridad  el C4 Aircross es ejemplar: incorpora, de serie, siete airbags (incluyendo uno que protege las rodillas del conductor), ABS, control de estabilidad y tracción, asistencia a la salida en pendientes, anclajes para sillas infantiles, paragolpes y capó con zonas deformables para protección de peatones y faros de xenón con lavafaros, entre otras.

En marcha

Citroën C4 Aircross

Es un dato bien conocido por las marcas que quienes adquieren estos SUV raramente lo sacan fuera del asfalto. Recientemente, en una charla informal con un gerente de Peugeot, me contaba que un estudio que habían hecho ellos les decía que los clientes de este tipo de vehículos le daban un uso que justificara la tracción integral de no más de 3 o 4 salidas en toda su vida útil.

Es por esto que el diseño de los SUV se ha ido aggiornando y el caso del C4 Aircross es un claro ejemplo. Despeje del suelo acotado, llantas muy lindas pero con neumáticos de asfalto y dimensiones compactas que facilitan el uso en ciudad, son algunas de sus señas distintivas. Pero no hay que olvidarse que debajo del C4 Aircross hay un Mitsubishi, marca con sobrada experiencia en vehículos para uso off-road.

En ciudad, el motor 2.0 atmosférico (sin turbo), la dirección y la caja CVT hacen del C4 Aircross un vehículo bastante suave y maniobrable, sin reacciones bruscas y muy apto para el día a día. Para quienes nunca hayan probado este tipo de caja, hay que mencionar que en posición D (Drive) casi no realiza saltos de marchas como las cajas automáticas tradicionales, sino que va ajustando las relaciones de acuerdo a la necesidades de manejo. Solamente si pisamos el acelerador a fondo sentimos algún tirón.

Los consumos son acordes al tamaño del motor: en ruta, a 130, gasta casi 10 litros cada 100 km y en ciudad se va arriba de los 12 litros si no lo exigimos demasiado.

Citroën C4 Aircross
Grandes y prácticas levas metálicas detrás del volante.

Si queremos tener más control, podemos hacer los cambios manualmente con el selector o con las levas metálicas que están detrás del volante. En este modo, aparecen seis relaciones, pero el funcionamiento no deja de sentirse un tanto artificial. Seguramente, quien utilice este auto, lo hará en un 95 por ciento del tiempo en posición D.

Decíamos que en ciudad es una auto muy maniobrable gracias a su dirección bastante blanda. En cambio, la puesta a punto mixta de la suspensión -ni tan blanda ni tan dura- combinada con los neumáticos de perfil bajo (Bridgestone 225/55 R18) se sienten algo ásperos en ciudad, transmitiendo algunas de las irregularidades del asfalto. Esta puesta a punto benefician mucho al comportamiento del C4 Aircross en ruta, donde a pesar de la altura, se siente muy seguro y firme.

El comportamiento dinámico del C4 Aircross cuando lo exigimos es muy destacado y no sufre al doblar fuerte, si bien tiene algunas inclinaciones obvias de este tipo de vehículo. El ESP no necesita entrar en acción en la mayoría de las circunstancias por más que lo forcemos.

Se puede optar por tres tipos de tracción, que se cambian desde una ruedita ubicada delante del freno de mano. La posición 2WD es la más habitual, en la que tenemos tracción solamente en las ruedas delanteras, para ahorrar consumo de combustible. Girando a 4WD, el sistema hace un reparto automático del par motor entre las cuatro ruedas de acuerdo a la adherencia, con preponderancia del tren delantero. Por último, el modo LOCK asegura la máxima tracción en superficies de poca adherencia (nieve, arena, barro, etc.) al enviar de forma constante un 50% de par a las ruedas traseras.

Citroën C4 Aircross

Las prestaciones off-road del C4 Aircross nos sorprendieron para bien, con dos limitaciones: el despeje del suelo (y la falta de protección para el cárter) y los neumáticos poco aptos para el barro. En caminos de tierra sin tráfico es posible andar muy rápido sin ningún tipo de problemas, doblando fuerte sin miedo a perder el control y encontraremos siempre muy buena respuesta de la tracción y la suspensión. Es un auto que permite divertirse mucho fuera del camino, siempre y cuando tengamos presentes las limitaciones mencionadas.

Llegando

Citroën C4 Aircross

¿Cómo puede evaluarse la primera incursión de Citroën en segmento de los SUV compactos? Para empezar, hay que señalar que no defrauda, lo que es un muy buen punto de partida. Su estrategia de alianza con un experto en la materia como Mitsubishi le permitió arrancar con ventaja.

Como contrapartida, esta decisión de «tercerizar» la producción le quitó algo de personalidad en el interior. Si bien es correcto, no es lo que se espera de un producto Citroën de más de 300 mil pesos. Para una marca de tradición en innovación y sofisticación, se espera un poco más.

En un mercado con una oferta enorme de productos en el mismo segmento (mencionamos de memoria: Kuga, Koleos y X-Trail, Tiguan, Sportage, RAV4, CR-V, Tucson y seguro nos olvidamos de alguno), al C4 Aircross le cuesta sobresalir en algún ítem en particular, en parte debido a sus dos hermanos de sangre. No tiene el mejor motor, ni el mejor equipamiento ni el mejor precio. Pero tiene buenos puntajes en casi todos esos apartados (sin olvidarnos de un muy buen equipamiento de seguridad), lo que lo convierten en una opción más que válida. Además, cuenta con el respaldo de la experiencia y confiabilidad japonesa para desarrollar este tipo de vehículos.

Hay que sumar además su diseño, que si bien no es original, créannos que llama mucho la atención en la ciudad y no va a defraudar a los fanáticos de la marca, que son muchos. Tampoco hay que olvidar que todos ls SUV nombrados se fabrican en extra zona y como tales, todos tienen dificultades de entrega (conseguir una Outlander Sport en Córdoba, por ejemplo, es todo un desafío a la paciencia) y tanto Peugeot como Citroën cuentan con una amplia red de concesionarios que pueden facilitar su penetración en el mercado, logrando cumplir con sus objetivos de ventas, que claramente no apuntan a liderar sino a ofrecer una muy buena opción.

Citroën C4 Aircross

Galería de fotos

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