La Toyota SW4 nacional aumentó en septiembre nada menos que un millón de pesos. Es porque comienza a ser afectada por los impuestos internos a los «autos de lujo». Es el único auto de industria argentina impactado.
El llamado «impuesto al lujo» existe hace muchos años en Argentina, pero tomó relevancia cuando en diciembre de 2013 el kirchnerimo modificó escalas de este impuesto interno para gravar a los autos supuestamente de lujo. El tributo tiene límites en pesos y sólo meses después de su modificación, con la devaluación de Kicillof de comienzos de 2014, empezó a afectar a autos de todos los segmentos.
En la práctica, más que un impuesto al lujo, lo que se buscaba era frenar la fuga de dólares en momentos de cepo cambiario y dólar restrasado vía la compra de autos importados. Pero como el impuesto está en pesos y los autos son productos altamente dolarizados, con cada devaluación de la moneda, el piso del impuesto abarca cada vez a más autos.
El macrismo eliminó la primera escala y subió la segunda, con promesas de actualización constante. Sin embargo, en momentos de salto del dólar como el actual, el impuesto interno vuelve a pegar en un auto de industria argentina, como la Toyota SW4.
A decir verdad, Toyota venía haciendo malabares en el último tiempo para que su producto estrella no sea impactado por los impuestos internos. Lo vendía debajo del límite (alrededor de 2.2 millones de pesos). Por eso, debía recurrir a un cupo mensual y en los concesionarios se formaban listas de espera.
A partir del 1 de septiembre la SW4 argentina paga impuestos internos a los autos y su precio pegó un salto de casi un millón de pesos. Es el resultado del acomodamiento al precio real del vehículo más el impuesto.
Así, la versión SR con caja automática pasó de $2.027.300 a $2.910.000 del 31 de agosto al 1 de septiembre. La versión SRX, también automática, paso de $2.140.400 a $2.980.000, en tanto que la entrada de gama con 5 asientos aparece sin precio, por lo que dejaría de ofrecerse.
Ahora, con impuesto interno, la SW4 queda fuera de mercado y es muy posible que sus ventas bajen notablemente y se convierta en un producto de industria argentina destinado en su mayoría a exportación. Mercedes tuvo un problema similar en su momento con la Vito de pasajeros, que finalmente fue cancelada.
Como los impuestos internos no afectan a los vehículos comerciales, su hermana la Hilux y el resto de las camionetas no pagan este tributo.
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