Chevrolet se le planta a los deportivos alemanes con el nuevo Corvette C8, el primero de motor central. Acelera de 0 a 100 km por hora en menos de tres segundos, pero cuesta sólo 60 mil dólares.
En una jugada no libre de riesgos, GM presentó anoche en Estados Unidos el nuevo Corvette C8 Stingray, la nueva generación de este deportivo que por primera vez tiene el motor montado en posición central (y no delantera), para rivalizar con superdeportivos alemanes como el Audi R8. Si bien no se conoce el precio porque todavía no está a la venta, se especula que rondaría los 60 mil dólares en su versión más básica. Lo mismo que un Nissan Leaf en Argentina.
Decimos que no está libre de riesgos porque algunos consideran que los tiempos de estos deportivos tan agresivos, con capacidad para sólo dos personas, están terminando y que ahora lo que es rentable son los SUVs coupé. Desde aquí, por supuesto, aplaudimos el riesgo.
Desde sus inicios en 1953, la arquitectura del Corvette nunca cambió. Motor delantero y tracción trasera. Sin embargo, en esta octava generación el V8 de 6.2 litros y 495 CV (atmosférico) está situado detrás del conductor y por delante del eje trasero.
El diseño, en tanto, es más italiano que alemán, con bastante de Ferrari, no hay por qué negarlo. El motor central le permite unas proporciones bien agresivas, pero para muchos perdió la esencia americana del Corvette. Como dijimos, es una apuesta arriesgada. ¿El comprador de deportivos alemanes se pasará a un americano? ¿Y el americano aceptará este cambio de propuesta? Son algunas de las dudas que rondan las petrolheads alrededor del mundo.
El V8 es totalmente nuevo y no tiene nada que ver con el V8 que equipa el Corvette C7. Va asociado a un cambio automático de doble embrague de 8 relaciones realizado por Tremec y a un diferencial autoblocante controlado electrónicamente. Para más adelante se esperan versiones más potentes, como el motor V8 biturbo Blackwing de Cadillac.
En cuanto a suspensiones, el Corvette C8 viene con la nueva generación de amortiguadores magnetoreológicos Magnetic Ride que se estrenaron en el Corvette C5. Se trata de amortiguadores cuya dureza es controlada en tiempo real. Trae, además, hasta seis modos de conducción a disposición del conductor: Weather, Tour, Sport, Track, MyMode (configurable de forma individual) y Z Mode (el más deportivo y en honor a Zora Arkus-Duntov).
En el interior la evolución es impresionante y en la configuración bitono es realmente espectacular. Lo único que hace algo de ruido es la disposición de esa larga botonera central, que parece demasiado aleada del conductor. Cuenta con dos pequeños baúles, uno adelante (ver video).
Es difícil saber si algún día GM se animará a traerlo a Argentina, pero no es imposible. La de anoche fue sólo la presentación en sociedad, ya que no saldrá a la venta inmediatamente ni nadie lo ha manejado por el momento.
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