Honda confirmó que la versión final de producción del su nuevo vehículo eléctrico llamado simplemente «e» usará cámaras en lugar de espejos retrovisores. Cuáles son las ventajas del sistema.
No es algo tan nuevo y de hecho modelos recientes como el Audi Q8 ya lo traen, pero no deja de ser un cambio importante y conviene darle una mirada porque es lo que se viene. Honda anunció que esperado nuevo auto 100% eléctrico llamado «e» no contará con espejos retrovisores externos tradicionales, sino que serán reemplazados por cámaras y pantallas.
Hasta ahora la principal limitación del sistema es legal, ya que los espejos retrovisores han estado casi del comienzo de la historia del automóvil y todos estamos extremadamente acostumbrados a usarlos. Pero la realidad es que el nuevo sistema sólo ofrece ventajas.
Repasemos antes de qué modelo se trata. Honda viene presentando en los salones de todo el mundo un concept de auto eléctrico urbano de diseño retro chic, que ha causado admiración en todo el mundo del automóvil. Si bien lo que se ve en estas fotos no es el modelo final de producción, poco va a cambiar.
En una reverencia al minimalismo que representa, la gente de Honda ha optado por un nombre mínimo: se llamará simplemente e (de eléctrico, obviamente). El modelo final llegará a fin de año y Honda ya está registrando interesados en Europa, donde dice tener 25 mil clientes en carpeta. El Honda e tendrá una autonomía de 200 kilómetros, pensado para ciudad, y se podrá cargar al 80% en menos de media hora.
Ahora volvamos a los «espejos», que no serán tales. De acuerdo con Honda, el nuevo sistema de cámaras ofrece ventajas de estilo, seguridad, aerodinámica. La última es bastante obvia y ha sido el motivo por el cual los diseñadores han querido sacar los espejos durante años. Por más diseño en forma de bala que intenten, el espejo siempre ofrecerá resistencia al viento e implicará ruido. Según Honda, la resistencia al viento del auto se reduce un 3,8% (la de los espejos propiamente es del 90%).
Con las nuevas cámaras el tamaño y la resistencia al viento se reduce, y le permite a los diseñadores jugar un poco más con la silueta, sin atarse a esos dos apéndices a los que estamos tan acostumbrados. Por cierto, Honda no ha ido muy lejos y dejó las cámaras bastante visibles, destacadas en color negro, cuando tranquilamente podría haberlas escondidas en la carrocería.
Pero la principal ventaja es funcional, ya que la imagen se proyecta en cámaras a los costados y es más versátil. Para empezar, mejora el ángulo de visión con un lente más amplio y la posibilidad de adaptarse a las circunstancias. Además, el sistema mide las luces tanto del interior del auto como del exterior, para no encandilar ni distraer.
Esta mejora funcional redunda en seguridad, ya que las cámaras permiten mejor visión nocturna y cuentan con sistema hidrófugo, que evita que gotas de agua se formen en su superficie, mejorando de nuevo la visibilidad en condiciones climáticas adversas, un histórico problema de los espejos, que se ha ido mejorando con el tiempo gracias a sistemas bastante caros, como la calefacción.
Por último, el nuevo sistema mejora la maniobra de estacionamiento, ya que las cámaras pueden adaptar su ángulo de visión a la circunstancia, como ya hacen algunos autos que bajan los espejos al poner marcha atrás, para poder ver mejor el cordón.
Por supuesto, el sistema de cámaras (y sobre todo las pantallas) es por ahora más caro, pero seguramente cuando su uso comience a masificarse bajarán considerablemente los costos industriales, como ya sucedió con otros implementos.
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