Review del Volvo V40 2018, con motor 2.0 de 190 CV. Cuando uno piensa en un Volvo lo asocia con tecnología y seguridad. Pero este V40 (US$ 36.000) se destaca en lo básico: el placer de manejar.
Volvo en Córdoba, como en todo el mundo, tiene prestigio. Pero también pesa sobre sus espaldas la falta de un representante local durante muchos años, lo que la convierte en un exotismo. No sucede lo mismo, por ejemplo, con Land Rover, otra de las tres marcas que desde este año ofrece MAC Wagen en su local del la Rafael Núñez, donde antes funcionaba Jeep, Ram y Dodge.
La tercera es Jaguar, y todas comienzan la tarea de volver a ser reconocidas por el público. Por eso, MAC Wagen adoptó una interesante política de demos (así se denomina en la jerga a los autos de test drive), en cuya flota suele haber excelentes vehículos. De esos autos tomamos prestado un Volvo V40 2018.
El V40 tiene sus años. Lanzado originalmente en 2013, tuvo uno vida comercial intermitente, acorde a las vicisitudes de las políticas de importación de Argentina. El año pasado recibió una actualización, no tan importante desde lo estético, pero sí en sus entrañas: el motor 1.6 turbo (EcoBoost) fue reemplazado por un 2.0 turbo de 190 CV y se agregó la versión Cross Country (tracción en las cuatro ruedas).
Probé el V40 en su versión intermedia Momentum.
Volvo V40 2.0 turbo 2018 Momentum
- Origen: Bélgica
- Precio: en Córdoba lo ofrecen por US$ 36.000 (lista US$ 46.900)
- Garantía: 2 años o 100 mil kilómetros
El V40 es uno de los últimos productos de Volvo realizados cuando era controlada por Ford y por eso comparte plataforma con el Focus. Parte de esto se puede ver en sus líneas de diseño, ya que tienen el mismo largo (4,36 m.) y la misma distancia entre ejes (2,65 m.). Pero hasta ahí llegan las similitudes: su estética es 100% Volvo y las sensaciones al volante son bastante distintas, tomando lo mejor del auto global de Ford y mejorando muchas otras.
Volvo actualmente es propiedad de la china Geely, pero inteligentemente ha mantenido toda su identidad europea, que la hizo mundialmente famosa por producir los autos más seguros del mundo. Este V40 sigue siendo un auto muy bello y es inconfundiblemente Volvo.
Si bien este V40 es en esencia el mismo, hace un año recibió un restyling o rediseño que abarca sobre todo al frontal y la mecánica. En la versión más cara se incluyeron las ya famosas luces diurnas martillo de thor pero este Momentum no las trae. Hay cambios en los dos paragolpes, en las llantas y en varios detalles menores.
No tiene sentido demorarse demasiado en la estética del V40, ya que es un auto muy conocido. A mí me parece francamente muy lindo, aunque se note que tiene sus año (o, quizás, justamente por eso). Hay una ironía en eso de que Volvo es actualmente una marca china, pero de las premium es la que menos concesiones hace a lo que demanda ese mercado (mucho cromado y embellecedores). El diseño de este V40 es lindo por sus líneas simples y bien resueltas.
Interior
Aquí hay menos novedades aún, y se nota. Desde la pantalla embutida a es botonera cuasi telefónica, todo denota un diseño que ya cumplió una década. Sin embargo esto no quiere decir que haya perdido calidad ni funcionalidad: por ejemplo, esas pantallas embutidas se siguen viendo mejor que muchas de las más modernas flotantes, porque el sol no les pega directo.
Con lo botones pasa lo mismo, pasaron de moda pero las soluciones táctiles no son mejores necesariamente. Un botón con relieve es fácil de encontrar al tacto y no requiere desviar la mirada del camino, como sí lo pide una pantalla táctil. Lo mejor es una pantalla de buena resolución combinada con botones físicos e información complementaria en el instrumental.
El instrumental es 100% digital y se ve muy bien, aunque no sea tan moderno como el de rivales como el Mercedes Clase A o BMW Serie 1. La pantalla multimedia tiene buena resolución y un navegador satelital que funciona muy bien, pero adolece de Android Auto-Apple CarPlay, un equipamiento que debería ser norma hoy en día.
En seguridad, este V40 fue en su momento el auto más seguro del mundo, aunque eso fue hace bastante y la propia marca lo superó. Pero sigue siendo un auto súper seguro, con 7 airbags, control de estabilidad, frenado de emergencia de uso urbano y varias cosas más.
Tiene, entre otras cosas, asientos tapizados en cuero con ajuste eléctrico y 3 memorias (conductor), control de velocidad crucero, volante multifunción revestido en cuero, climatizador de dos zonas, espejos exteriores eléctricos rebatibles y calefaccionados, faros con ajuste eléctrico y sensores de estacionamiento traseros.
No tiene cámara de retroceso ni sensores delanteros ni el techo solar panorámico, exclusivo de la versión Inscription. El espacio interno está pensado para cuatro adultos, aunque esté configurado para cinco personas. El baúl es pequeño para el segmento, con 335 litros y un doble fondo, debajo del cual se encuentra un auxilio de tipo temporal.
Pero, más allá de las especificaciones, este V40 se destaca por su confort y ergonomía. Las butacas son excelentes, con muy buen agarre lateral, todo está al alcance de la mano y la insonorización es muy destacada (sólo el ruido del motor cuando le damos a fondo). Todos los materiales se sienten muy bien y la calidad de terminación belga es sobresaliente.
En resumen: el interior de este V40 puede no ser el más moderno del segmento, pero se siente muy bien en cada detalle y no tiene grandes faltantes. Digamos que es un poco clásico, para bien o para mal.
En marcha
Volvo es sinónimo de tecnología y seguridad, pero este V40 sobresale por el placer que produce al conducir. Con esto me refiero a algo básico pero que muchas veces se pierde: que el auto responda siempre bien, con velocidad (0 a 100 km/h en 6,9 segundos) y aplomo, tomando las curvas por donde uno le dice y no por donde puede. En tiempos en que Volvo trabaja en la conducción autónoma, este V40 es un auto para reencontrarse con la vieja costumbre de manejar por muchos kilómetros.
El motor 2.0 turbo de 190 CV tiene 300 Nm de torque, que están disponibles desde las 1.300 RPM, lo que implica reacciones inmediatas y parejas. La caja automática de sexta es rápida y eficiente y se disfruta más en modo secuencial (lástima que esta versión no tenga levas al volante). Seis marchas son más que suficientes cuando el motor tiene una curva de torque tan plana.
La combinación de dirección y suspensión es excelente, con una puesta a punto tirando a dura aunque sin llegar a ser molesta, lo que es lógico si tenemos 190 caballos bajo el capó. Los consumos son bajos (alrededor de 9,5 litros cada 100 en uso mixto), siempre y cuando no nos pasemos con el acelerador (algo bastante difícil, por cierto).
Todas las sensaciones al volante son buenas si a uno le gusta manejar. En el tráfico urbano uno disfruta avanzar entre el tráfico gracias a sus reacciones, aunque la suspensión sea algo seca con los baches (eso sí: pensé que iba a tocar en los baches por su altura, pero en general no toca nunca). En ruta es todo placer y llega hasta los ilegales 220 km/h.
Llegando
Este V40 no será el más moderno ni el más chic del segmento, pero se disfruta a cada kilómetro gracias a su fórmula clásica: mecánica brillante, puesta a punto aplomada y buen equipamiento sin excentricidades. Es un auto para sacarse las ganas de manejar.
El precio informado en Córdoba es sumamente competitivo (US$ 36.000) aunque probablemente su valor de reventa no sea el mejor, dado que hace poco está la marca en Córdoba. Para los amantes de Volvo: agéndense un test drive que no se van a arrepentir de la experiencia.
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