La prensa brasileña señala que Chevrolet está trabando en un «nuevo Onix» para fines del año que viene, que convivirá con con Onix actual al menos hasta 2022, cuando será obligatorio el control de estabilidad.
Hace un tiempo venimos reportando que Chevrolet está trabajando en una nueva dupla hatch-sedán para la parte alta del segmento B, ahí donde en el último tiempo llegaron gran cantidad de modelos como Argo, Polo, Yaris, Cronos y Virtus. Ahora parece haber más claridad: se llamarían Nuevo Onix y Nuevo Primsa y convivirían con la actual generación, que tendrá una extra vida hasta 2022.
Según el veterano periodista brasileño de industria automotriz Fernando Calmon, está confirmado que este New Onix será producido en Gravataí en el último trimestre de 2019. La estrategia de hacer convivir dos generaciones de un mismo producto (uno largamente amortizado) es un clásico del Mercosur: productos megavendidos como Gol, Palio o Fiesta tuvieron en su momento los prefijos nuevo y viejo.
La prensa brasileña viene fotografiando hace bastante a vehículo de prueba de General Motors que dan cuenta de nuevos modelos del tamaño de un segmento B, pero más grandes que los actuales Onix y Prisma. En general, toda la industria va a vehículos de tamaño compacto pero más amplios por dentro. Tanto Polo como Argo ofrecen mejor espacio interior que Gol y Palio, respectivamente.
Según Calmon, la generación actual seguirá a la venta, probablemente con el nombre de Onix y Prisma Joy, como se conoce a las versiones entrada de gama que han permanecido en los últimos años sin ninguna actualización de diseño. Su vida llegará al menos hasta 2022, cuando en el Mercosur comience a ser obligatorio el control electrónico de estabilidad (ESP). Si este esquema es correcto, el vehículo que morirá será el Cobalt.
El «Nuevo Onix» (y su hermano Prisma) serán parte de la anunciada nueva familia de vehículos de General Motors para mercados emergentes, desarrollados junto a la china SAIC. En este nueva plataforma llamada GEM hay contempladas una variedad grande de carrocerías, con más de un SUV, como marca la tendencia mundial.
Respecto a la mecánica, GM ya confirmó que está invirtiendo en la planta catarinense de Joinville para producir nuevos motores, aunque no se confirmaron cómo serán. Se esperan variantes 1.0 de tres cilindros, y otros más grandes de 1.4 o 1.5 litros de cilindrada, con variables aspiradas y turboalimentadas.
Si bien su producción ocurrirá en 2019, se espera que la llegada a los concesionarios sea a comienzos de 2020.
Fuente: Alta Roda.
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