Cuatro de los principales referentes de los concesionarios cordobeses opinan sobre el mercado de autos. Qué pasará con los precios y su relación con el dólar, el financiación y los planes de ahorro.
Todo parecía indicar que el mercado de autos 0km se encaminaba a un nuevo récord histórico en Argentina. Los cinco primeros meses de 2018 superaron a 2013 –hasta ahora, el mejor año- pero la devaluación del peso parece amenazar este crecimiento. El dólar, que arrancó el año en torno a los 18 pesos, ahora cotiza a 28, una de las devaluaciones más marcadas de la historia.
Los autos son productos en gran parte dolarizados y esta disparada del billete verde aleja a los compradores que tienen sus ingresos en pesos. Por eso, las automotrices ya están cambiando sus previsiones y ahora ven con buenos ojos un empate con el año pasado, en el que se vendieron 900 mil autos nuevos.
Aumentos y oportunidades
La crecida del dólar puso en alerta a los concesionarios, que coinciden en una cosa: más tarde o más temprano, los precios van a copiar el aumento del dólar. “El comportamiento que estamos viendo hoy es el de un cliente que busca la oportunidad. Los precios no han tenido la misma velocidad que la devaluación y eso da oportunidades, pero me parece que la mayor parte de la devaluación terminará yendo a los precios tarde o temprano”, dice Christian Ravenna, director de Mundo Maipú.
Desde la otra vereda en Tagle coinciden: “Los aumentos luego de la devaluación han sido de entre un 12 y un 15 por ciento, por lo que por ahora están muy por debajo de la devaluación. Creo que en el segundo semestre va a haber una caída en la demanda producto de la incertidumbre que genera en nuestro país la suba del dólar. Nosotros ya estamos notando una caída del 15 o 20 por ciento respecto a los meses anteriores y las fábricas están calculando una caída similar respecto a los pronósticos previos”, advierte Gregorio Tagle.
Tanto Sebastián Parra como Daniel Montironi remarcan que estos movimientos de precios también representan oportunidades. “Seguramente algunas decisiones de compra se han postergado, pero el que ya lo ha decidido sabe que es mejor ahora que más adelante”, cuenta Montironi. “La incertidumbre está, siempre los movimientos del dólar preocupan, pero en el medio hay oportunidades que la gente está capitalizando”, agrega Parra.
Financiación
Todos coinciden que la financiación es uno de los factores clave. “Si la inflación va a ser del 25 o 30 por ciento como se habla, y las terminales siguen ofreciendo tasas subsidiadas al 0, al 9 o al 20 por ciento, el que compra está haciendo un muy buen negocio”, dice Montironi.
«El que corre riesgo es el cliente de financiación, que con una tasa alta no compra. Ese el cliente sobre el que tenemos que trabajar y para eso necesitamos buenas tasas», cuenta Parra, y agrega un dato del que poco se habla: «Además necesitamos buenas tasas para las necesidades de inversión que tienen los concesionarios, ya que con este volumen tarde o temprano vamos a necesitar inversión.
Usados y planes
Una de las dificultades que está surgiendo es que, en estos cambios abruptos de precios, los usados se actualizan más lento. El cliente que va hoy a un concesionario nota que los 0km ya aumentaron, mientras que su auto usado todavía no se movió, y eso complica las operaciones. “El cliente de salón es el que está siendo más afectado, pero hay otro que se ha beneficiado, y es el agropecuario”, suma Ravenna.
En tanto, el cliente de planes de ahorro está viendo cómo su cuota mensual aumenta mucho en estos meses, ya que su valor está atado al del 0km. “Las administradoras de planes están prorrateando en muchos casos los aumentos para que no impacten tanto en las cuotas. El cliente de planes sabe que la cuota se actualiza con el precio de auto y también que su capital lo hace de la misma manera. También hay clientes que dudan y ahí debemos trabajar los concesionarios para ayudarlos a que no pierdan lo ahorrado”, dice Montironi.
Todos coinciden en que lo que ha bajado son las suscripciones (alrededor de un 15 por ciento) pero no ven, por el momento, aumento en los planes de ahorro caídos.
Futuro
Pese a que todos coinciden en que la devaluación afectará las ventas, en general los referentes cordobeses del sector son optimistas. Ravenna plantea un dato clave: “Hay que tener en cuenta que las terminales ya realizaron pedidos y las plantas ya tienen sus planes de producción, y eso no es fácil de cambiar. Los autos van a estar y habrá que venderlos, vamos a tener que buscarle la vuelta para ponerlos en el mercado. No podés mandarlos de vuelta a esos autos”.
Tagle coincide: “Soy optimista, porque si bien creo que va a haber una caída en la demanda, las automotrices van a amortizar el impacto de la devaluación subsidiando tasas. El stock es alto tanto en las fábricas como en los concesionarios”.
«Vamos a ver cómo funciona de ahora en más, esto no depende de los concesionarios sino de las fábricas y sobre todo de lo que decidan hacer con la financiación. Hay que verlo mes a mes, yo hoy no veo un futuro tan grave porque noto que hay oportunidades, no para todos los productos pero sí para algunos», dice Parra.
«Seguramente los precios van a seguir aumentando, como todo en este país. Si el dólar queda estable los precios quedarán como ahora, y si sube, seguirán subiendo. Seguramente eso afectará a las ventas, pero en la medida que podamos ofrecer tasas que resguarden al cliente de la inflación, va a seguir siendo una forma de ahorro«, cierra Montironi.
Una versión reducida de esta nota fue publicada ayer en el periódico Perfil Córdoba.
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