por Review: Toyota Corolla Cross híbrida
junio 18, 2021 en Pruebas por Mauro Osorio
La competencia entre los SUVs del segmento C se pone picante: Compass vs Taos vs Corolla Cross. El aventurero de Toyota tiene a su favor una eficiente mecánica híbrida y un diseño que no decepciona.
Repleto de jugadores el segmento B-SUV (allí donde ahora manda la T-Cross), la competencia entre los aventureros se trasladó al segmento C, con nuevo productos producidos regionalmente. La movida la inició la ex FCA con el Jeep Compass y este año se sumaron dos jugadores de peso, el Volkswagen Taos hecho en Argentina y Toyota Corolla Cross.
El o la Corolla Cross parecía ser una opción surgida para los llamados mercados emergentes, allí donde la RAV4 (ver review) no llega o es muy cara. Pero Toyota acaba de anunciar que también se venderá en los Estados Unidos, por lo que la estrategia sería más bien sub-segmentar: dos productos venden mejor que uno.
Aprovechando el servicio de alquiler de autos de Toyota llamado Kinto Share (ver video), saqué una unidad tope de gama SEG con mecánica híbrida y la probé por varios días. Si bien es difícil de conseguir, la versión de entrada de esta Corolla Cross es la más barata del segmento C, con un precio de lista de $2,73 millones, menos cara que varios SUVs del segmento B. Toyota, como otras marcas, está sufriendo la crisis de semiconductores que afecta tanto a la industria automotriz como a las de tecnología.
Toyota Corolla Cross HV 1.8 Hybrid SEG eCVT
- Origen: Brasil
- Precio: $4.012.000
- Garantía: 5 años o 150 mil kilómetros (8 años para el sistema híbrido)
Por fuera
Siempre digo que el diseño es algo muy subjetivo y en este caso la prueba soy yo: cuando se presentó este modelo en Tailandia, con renders de calidad dudosa, no me gustó. A medida que se conocieron las imágenes reales empecé con un está mal pero no tan mal y luego de mirarlo y fotografiarlo, ahora me gusta bastante.
Me agrada mucho de perfil, por su proporciones bien equilibradas, por cómo se ve la trompa de lado (perdón, pero le veo algo de Volvo) y me gusta mucho cómo está resuelto el 3/4 trasero, con esas curvas suaves totalmente opuestas al C-HR y también a la RAV4. No me gusta esa trompa tan grande de doble trapecio, pero me fui acostumbrando.
El perfil es muy agradable y bien proporcionado. El voladizo delantero está bien logrado y las curvas suaves de la parte trasera (muy europeas) son totalmente opuestas al diseño tan marcado de productos como C-HR o RAV4, más japonés.
Corolla Cross toma la misma plataforma del Corolla sedán y las mismas mecánicas. Con 4,46 metros de largo y 2,64 de distancia entre ejes, está muy en sintonía con sus dos rivales mencionados más arriba. Son 14 centímetros menos que la RAV4, lo que no es una gran diferencia, pero técnicamente están en sub-segmentos distintos.
Toyota dice en su comunicación que es un SUV urbano, y eso se nota con un despeje libre del sueño de 181mm, más que un sedán pero menos que rivales más identificados con la aventura, como el Compass. En algún punto esta Corolla Cross es más bien la rural-familiar-station wagon del Corolla, una carrocería que quedó casi en desuso.
La luneta trasera es algo chica cuando uno mira por los espejos (por suerte hay una muy buena cámara de retroceso con guías para estacionar). El silenciador, en cambio, es grande.
Por dentro
Lo importante: el interior del Corolla Cross es amplio, cómodo y silencioso. El volante se regula en altura y profundidad.
Por dentro, este Corolla Cross no defrauda pero tampoco sorprende. Es amplio (no tanto como el Taos), confortable, silencioso y con una calidad percibida media. Si lo comparamos con los SUVs tradicionales del segmento (los que no se hacen en la región), puede notarse que está un pequeño escalón por debajo en terminaciones, aunque la nota general es buena. Esto es algo que, por cierto, también le pasa a Taos.
Tiene revestimientos soft en las puertas y en parte del tablero, aunque no en todo. Tiene black piano en la parte central, donde también hay algunos botones ciegos que nos hacen pensar que le sacaron funciones. La consola central, que también es apoyabrazos, es de buena calidad y bien acolchada, con una toma de 12V en su interior.
La posición de manejo es sencilla de encontrar y con regulación eléctrica en esta versión. Por suerte Toyota no cayó en la tentación de elevar demasiado la butaca del conductor, lo que la hace más confortable en viajes. Los tapizados de cuero sintético micropreforado son confortables y las butacas también, con bastante ajuste lateral.
Tiene sus singularidades. La que más trascendió es el freno «de mano», que en realidad es un pedal, una solución que hace mucho no se ve. No es la más práctica (sus competidores tienen freno de estacionamiento eléctrico), pero uno se acostumbra y no tiene nada de malo.
La pantalla es muy buena en cuanto a funcionamiento (con Android Auto-Apple CarPlay) y tiene un muy buen navegador incorporado (y cámara de retroceso), pero los gráficos parecen haber nacido viejos, con una estética poco moderna. Así como se lo criticamos a Taos, hay que decir que Toyota no le sacó ni las perillas ni los botones físicos al sistema multimedia, lo que está muy bien.
El curioso freno «de mano», como venía en muchos autos de los años setenta.
Control de velocidad crucero adaptativo, una tecnología que suma seguridad y confort a la vez.
Arriba: botones «ciegos», que seguramente en otros mercados traerán algo que por acá no viene. La caja CVT no tiene funcionamiento secuencial, pero trae la posición B (Brake), para usar el freno motor en pendientes pronunciadas.
El equipamiento general es muy bueno, con 7 airbags de serie y esta versión que suma un radar y una cámara para ofrecer frenado autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo y luces altas automáticas, tres elementos importantísimos y que sirven mucho en el día a día. En confort, los únicos faltantes destacados son el techo solar y el cargador inalámbrico de celulares, dos cosas que sí vienen en Brasil.
El espacio trasero es amplio, aunque levemente inferior que el Taos. El baúl tiene 440 litros, lo que es menos que sus competidores. Seguramente, todo el sistema de baterías le ha sacado lugar y lo mismo para el auxilio, que es de tipo temporal, algo que no suele usar Toyota.
El espacio de carga es correcto, pero no tan amplio como se podría pedir a un segmento C.
Auxilio temporal, algo que no suele usar Toyota.
En marcha
Cuando probé la RAV4 dije que era el mejor auto que había manejado ese año y todo por la mecánica híbrida. Creo que es algo que está muy bueno por el ahorro de combustible en ciudad y por lo bien que ha logrado gestionar todo Toyota, sin que uno se entere de todo lo que está pasando para que el auto se mueva tan eficientemente. Con esta Corolla Cross lo reafirmo.
Son 122 CV, no demasiados para un SUV de 1.360 kg, gracias al motor 1.8 de ciclo Atkinson y el eléctrico. Para quienes quieran más potencia, está el 2.0 de 170 CV, que se ubicará por debajo del nuevo Compass turbo (alrededor de 180 CV) y por arriba del Taos (150 CV).
A mí me gusta esta mecánica híbrida, que logra consumos de sólo 5,3, 5,5 o 5,7 en ciclo mixto, dependiendo de muchos factores, pero teniendo en cuenta que en ciudad consume realmente poco. La situación más difícil es en ruta plana, a alta velocidad, donde las baterías no recargan, pero en el 90 por ciento del uso restante, la Corolla Cross se mueve muy bien.
El andar es confortable, bien equilibrado para que no sea un flan en ruta y ofrezca confort en ciudad. Respecto al Corolla sedán (y a sus competidores), perdió el esquema de suspensión trasero independiente, lo que empeora el confort de los que van atrás (es un poco áspero a la hora de pasar por limitadores de velocidad) pero no afecta demasiado a su desempeño dinámico. Tiene freno a disco en las cuatro ruedas y lo hace bien. El radio de giro es de 5,5 metros, que también está bien.
Acelera de 0 a 100 en 11 segundos y medio y resuelve bien los sobrepasos. La caja automática de tipo CVT hace las cosas bien si uno busca el confort, pero como suele suceder, no es la más rápida si uno la exige. No tiene ni levas al volante ni forma de administrarla secuencialmente, pero sí la función B (Brake) para usar el freno motor en pendientes.
Llegando
Corolla Cross, Compass y Taos son tres grandes productos en un segmento (C-SUV) donde las automotrices no se animaban en la región. Ninguno es decepcionante y, en el caso del de Toyota, suma toda la experiencia de la marca en mecánicas híbridas, algo que se agradece en 2021.
Su diseño me fue convenciendo con el pasar de las horas y ahora me parece un auto que no deslumbra, pero que se deja ver. El interior es muy correcto y sólo tiene pequeños faltantes que no van a ser decisivas a la hora de compra. Es amplio, confortable y se lo siente bien hecho.
Un gran punto a favor es la versión de entrada, que por $2,73 millones de pesos es una de las mejores opciones que hay en cualquier segmento del mercado, pero al igual que tantos otros autos, es difícil de conseguir (no menos de dos meses de espera y sin precio congelado). Esta versión híbrida, equipamiento full y garantía extendida de 8 años para la parte eléctrica, es un muy buena opción por 4 millones de pesos (un T-Cross full vale 3,86 millones).
Su desempeño comercial dependerá de la oferta, porque me parece que hay compradores para este modelo. ¿Será capaz de repetir el éxito del Corolla sedán en la región? No hay razones para pensar que no.
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Buena descripción, aunque adolece de un defecto general recurrente, cuando se refieren a cajas automáticas no mencionan el numero de velocidades, una pena ya que es un punto importante.