(Desde Bariloche) Test drive con una de las novedades más esperadas de 2016, la nueva Duster Oroch. Buen tamaño y precio competitivo para la primer pickup de Renault.
- Renault Duster Oroch Privilege Outsider Plus 2.0
- Origen: Brasil
- Precio: $349.000
- Garantía: tres años o 100 mil kilómetros
Renault presentó esta semana en Bariloche la nueva Duster Oroch, la primera pickup de la larga historia de esta automotriz francesa. Más allá que se haga en Brasil, la Oroch (pronúnciese Órojhk) es especial para Córdoba: su proyecto tuvo inicio en la planta de Santa Isabel, cuando dos ingenieros empezaron a trabajar por su cuenta en una camioneta que luego consiguieron vender a Renault Francia.
El objetivo de Renault con Oroch es ofrecer una alternativa real para 4-5 pasajeros en una pickup de dimensiones contenidas, que pueda usarse sin problemas en la ciudad. Allí donde Fiat y Volkswagen han intentado hacer magia con Strada y Saveiro sin resultados del todo satisfactorios, Renault quiere meter la cuchara con un producto que parte de una base más amplia, la del SUV Duster.
Fiat ya tiene las cartas para un quiero retruco. Se llama Toro y llega a fin de mayo a Argentina, pero así como Oroch quiere entrometerse entre las chicas con un mayor porte, Toro intentará robar ventas al segmento superior (dominado por Hilux), ofreciendo tecnología (caja automática de 9 marchas, por ejemplo) en un tamaño más parecido a las primeras versiones de la camioneta japonesa. Y, se espera, que lo ofrezca por unos billetes menos.
Así, tenemos dos camionetas «intermedias», pero una mira hacia arriba y la otra hacia abajo. Vamos por esta última, en su versión tope de gama Privilege con motor 2.0 y caja manual de sexta, que fue la que probamos.
Exterior
La Duster Oroch es, como su nombre lo indica, una variante de Duster. La mitad delantera es idéntica a Duster y de allí en más va mutando hasta terminar con una caja de tamaño razonable. Estéticamente, lo relevante es cómo estuvo resuelto el diseño de la caja. Aquí, como en todo dilema estético, hay opiniones encontradas.
Hay quienes la encuentran poco atractiva -en general, son los mismos que no gustan de Duster-, otros a quienes les encanta y a quienes nos parece que está muy bien resuelto el desafío de adaptar un diseño a otro preexistente. En este sentido, nos parece que Oroch no desentona en absoluto y que una vez pasado el impacto de la novedad, el diseño gusta cada vez más.
Básicamente, lo que hicieron los diseñadores es alargar la carrocería a partir del parante B (donde se juntan las ventanillas delanteras y traseras). Se estiró la distancia entre ejes de 2.67 metros a 2.83 y el largo total creció en 37 centímetros, para llegar a 4,7 metros. Para tener una referencia, una Saveiro doble cabina mide 4.50 y una Strada 4,43. La Duster Oroch es también más ancha que estos dos modelos, con un total de 1,82 metros sin espejos.
El resto de la Oroch son decorados, que por cierto quedan muy bien. Viene de serie con las barras en el techo sin la doble protección del la luneta (opcional, lo mismo que la lona marítima). Las llantas de aleación son de serie y no lucen tanto como podrían. Calzan unos neumáticos diseñados específicamente por Michelin para este modelo, de uso mixto (70% asfalto y 30% tierra), de tipo «verde» (reduce el rozamiento con el asfalto para consumir menos) de medidas 215/65 R16.
Algo importante a tener en cuenta respecto al diseño es que la caja de la Oroch está más pensada en función de la practicidad de carga que en la capacidad. Los 650 kilos y 683 litros están bien, pero no sacan ventaja a los modelos más chicos. El objetivo que se pusieron los diseñadores fue que pudiese entrar un cuatriciclo o una moto con la caja abierta, y en función de esto le dieron una curva al fondo de la caja, para que se acomode ahí la rueda.
En resumen, el diseño de la Duster Oroch a nosotros nos gustó, teniendo en cuenta las limitaciones de partida. Nos parece bien resuelto, con proporciones logradas y un caja bastante bien integrada al conjunto, algo que parece fácil de decir pero que ya vimos muchas veces cómo termina en engendro.
Interior
Acá no nos vamos a detener demasiado porque la Oroch no tiene casi diferencias con la última versión de Duster. Todo el interior es igual, a excepción de los tapizados y el asiento trasero. Al igual que Duster, la posición de manejo es un poco elevada, al ergonomía general es buena, la calidad del interior es media y el conjunto resulta bastante confortable, más parecido a un auto que a una pickup.
El punto más flojo de Oroch en cuanto al confort interior es la insonorización. Si bien no posee ruidos propios del encastre de piezas (chillidos plásticos), el motor 2.0 no es precisamente silencioso y se deja escuchar en el habitáculo pasando las 3 mil vueltas. El otro problema es el ruido del viento a la altura de parante A, que cambia de melodía según pegue de frente o de costado. Este sonido, que tampoco es muy fuerte, se debe al diseño de las puertas y también lo hereda de Duster.
La habitabilidad de las plazas traseras es buena, con espacio suficiente para dos adultos de metro ochenta y uno más chico al medio. No sobra espacio para las piernas pero tampoco llegan a molestar y aquí es, por lejos, donde Oroch deja en el suelo a Strada y Saveiro. Oroch es una opción real para una familia tipo que necesite o desee una pickup y tenga hijos con piernas.
Y, hablando de familia, no podemos dejar de mencionar que inexplicablemente Oroch no trae ganchos isofix para colocar de forma más segura y práctica sillas infantiles. Sí hay que destacar los tres apoyacabezas traseros y tres cinturones de tres puntos.
Una vez más, el diseño de la caja influye en el interior, ya que el asiento trasero perdió 10 grados de inclinación respecto a Duster. De todas formas, los 15 grados que quedaron están muy bien si gracias a eso podemos llevar la moto atrás.
El resumen del interior queda dicho en la frase espacio real para una familia tipo y un espacio de carga razonable, más orientado al esparcimiento que al trabajo duro.
Equipamiento
La Duster Oroch viene de serie con ABS y doble airbag (ninguna versión ni opcional le agrega más bolsas), cierre centralizado de puertas, dirección asistida, proyectores antiniebla, barras de techo longitudinales, llantas de aleación de 16″, protector de caja de carga, retrovisores externos color carrocería, aire acondicionado manual, comando satelital de audio y telefonía, equipo de audio con 4 parlantes, CD, Mp3, bluetooth, USB/Ipod y auxiliar, levantacristales con comando eléctrico en las cuatro puertas y volante regulable en altura.
Este equipamiento de serie no está nada mal para su precio.
La versión que manejamos (Privilege) agrega, entre otras cosas, barra antivuelco (San Antonio), regulador y limitador de velocidad, sensores de estacionamiento trasero, barras de techo longitudinales color gris, capota marítima, retrovisores externos con comando eléctrico, computadora de abordo de 10 funciones, sistema multimedia Media Nav con pantalla touch de 7″, GPS integrado y 3D Sound by Arkamis con conexiones USB y auxiliar y volante y palanca de cambios con revestimiento parcial de cuero.
Aquí se podría agregar más bolsas de aire (Toro va a traer siete), control de estabilidad, control de tracción, asistente en pendientes y climatizador automático, por nombrar algunos puntos.
En marcha
¿Y entonces, cómo anda la Oroch? La prueba constó de alrededor de 200 kilómetros de tierra, algo de barro y ruta, sin tramos urbanos.
La única versión disponible era la Privilege, que viene con motor 2.0 16V de 143 caballos de potencia y 192 Nm de torque a 4 mil vueltas asociado con una caja manual de 6 marchas. No hay por ahora versión con tracción integral ni trae ningún tipo de ayuda para salir de una situación complicada, como podría ser el sistema Locker de Fiat.
Así, evidentemente la mira de Renault está puesta en un producto de uso urbano, con buen desempeño en ruta y que pueda transitar sin problemas y confortablemente caminos de tierra. Las travesías más difíciles con terrenos de muy baja adherencia tendrán que esperar una posible versión con tracción integral, algo que sí ofrece Duster y con excelente desempeño, por cierto.
Hechas las aclaraciones, hay que decir que tanto en tierra firme como en ruta la Oroch anda estupendamente bien, con un motor que responde muy bien en todos los regímenes y que no necesita de demasiado trabajo de la caja de cambios. En ruta, una recuperación de 80 a 120 km/h ronda los 10 segundos, pero en quinta marcha -siempre y cuando no sea una subida- los tiempos no son muy distintos. La sexta, en este caso, es una sobremarcha destinada a bajar las revoluciones del motor. A 130 km/h en sexta el motor viaja a 3.400 rpm.
La caja tiene las mismas relaciones de Duster y su desempeño es bueno, con una selectora algo larga pero que no ofrece problemas de precisión. En caminos de tierra más trabados tampoco necesitamos trabajar demasiado con la caja, al menos con la camioneta descargada. Durante la prueba, Renault dispuso de unos fardos para darle más peso a la caja, pero en total el lastre no llegaba a los 100 kg, de manera que no pudimos probar con un peso importante.
Respecto al barro, lo ya dicho. No hay tracción integral, ni control de estabilidad, ni asistentes a las salidas en pendientes o ayudas al descenso, por lo que hay que tomar todas las precauciones del caso. Al viejo estilo, hay que usar el freno motor, pisar lo menos posible el freno y regular en primera en el caso de una pendiente de baja adherencia, todo muñeca. Esa sensación de hada madrina electrónica que uno siente en pickups del segmento D como la Hilux, Amarok o Ranger, en Oroch no se experimenta.
Lo mejor que tiene Oroch es la suspensión y puesta a punto. En una sabia decisión, los ingenieros de Renault optaron por ponerle de serie suspensión independiente multilink al eje trasero, una idea que seguramente viene de la Nissan Frontier. Esta suspensión, derivada y adaptada de la Duster 4×4, es un lujo para una pickup de algo más de 300 mil pesos.
Al trabajar en forma independiente cada una de las ruedas traseras, la Oroch dobla muy bien, con menos inclinaciones de las esperadas para un vehículo con altura; y absorbe mucho mejor las imperfecciones del camino que autos de gama superior. Se puede andar a muy buenas velocidades por caminos de tierra en forma confortable y sin los típicos rebotes de la suspensión de las viejas pickups.
La dirección es la misma que la de Duster, con asistencia hidráulica, pero se ve beneficiada por dos factores. Por un lado, al ser más larga y tener mayor distancia entre ejes, tiene un centro de gravedad más atrasado, con lo que se la siente más liviana. El otro factor son los neumáticos «verdes», que tienen menor fricción con el asfalto, permitiendo mejor maniobrabilidad.
No pudimos medir consumos en esta prueba.
Llegando
Si las tendencias del mercado argentino respecto a las pickups no cambia -somos uno de los mayores consumidores de camionetas per cápita del mundo-, la Duster Oroch tiene un buen futuro asegurado. Los creadores de este producto intermedio vieron una necesidad -pickups no tan grandes con capacidad para una familia tipo- y apuntaron sus cañones ahí. El resultado es ampliamente positivo.
Las 1.500 unidades vendidas en preventa -gente que compró el producto sin conocerlo- son una muy buena señal. La Duster no defrauda en lo que ofrece: una alternativa más razonable a las pickups chicas con con un precio competitivo, sin lujos pero bien configurada.
Lamentablemente para Renault, la Oroch llegó tarde (estaba planeada para mediados del año pasado) y no pudo contar con un año de ventaja respecto a la Fiat Toro, que se presenta en algo más de un mes. Si bien los posicionamientos son distintos -como decíamos, Oroch mira hacia segmentos inferiores mientras que Toro mira para arriba-, las comparaciones no van a favorecer a Oroch. Pero, con precios distintos, quizás ambas puedan ampliar su territorio sin molestarse.
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