CarsDrive pudo hacer un test en Córdoba el Peugeot 208 Feline, una de las novedades más importantes de 2013. Nuestro análisis y un set de fotos imperdible.
- Peugeot 208 Felline Pack Cuir ($134.600)
- Origen: Brasil
- Garantía: Dos años sin límite de km.
Desde hace un tiempo hay una costumbre en nuestro mercado automotriz: lanzar la novedad en un segmento determinado sin borrar del catálogo el modelo anterior. Para ser más claro: en vez de reemplazar un modelo viejo por uno más nuevo dentro del mismo segmento, se mantienen ambos modelos y se crean sub-segmentos. Algunos ejemplos: cuando Volkswagen lanzó el Gol Trend (V generación) no retiró del catálogo a a la versión anterior, sino que la renombró como Power y la mantuvo como ingreso de gama, ambos en el mismo segmento B. Lo mismo podemos decir del Fiesta con el lanzamiento del llamado Fiesta Kinetic Design o del Sonic, que en otros mercados se llama Nuevo Aveo, justamente porque reemplaza a ese modelo. Los ejemplos pueden ser muchos.
Así fue que surgió lo que los marketineros llaman segmento B+ o B Plus, o sea autos del segmento chico pero con plataformas más nuevas y equipamiento diferenciador, dejando a sus hermanos menores como ingreso de gama, a menor precio.
Esto es justamente lo que sucede con el nuevo Peugeot 208, modelo que en Europa reemplaza al 207 (que no es el mismo que se vende acá) y que en nuestro país se presentó hace un par de meses como segundo escalón dentro del catálogo de la marca. Su diseño es muy similar al modelo europeo, pero en este caso se llega desde en Brasil. La marca del león decidió achicar la gama del 207 para que ambos convivan y más adelante importará del viejo continente dos versiones mucho más exclusivas del 208: XY, con motor 1.6 turbo de 156 CV y caja manual de seis velocidades y GTi, con motor 1.6 turbo de nada menos que 200 CV.
CarsDrive pudo probar esta semana el tope de gama del nuevo Peugeot 208, denominada Feline Cuir.
Desde afuera:
Sin dudas el principal argumento del Peugeot 208 es su diseño, tanto exterior como interior. Como siempre pasa en cuestiones estéticas, a algunos le gustará más que a otros, pero es innegable que el 208 tiene mucho trabajo de tablero. Llama la atención desde el primer momento y seduce con pequeños detalles chic que le dan una impronta muy moderna. Lo interesante es que actualiza el catálogo de la marca sin perder la tan apreciada identidad. Hasta el más desentendido reconoce al toque que se trata de un Peugeot, pero a la vez nota que es un diseño muy actual, algo que siempre es difícil de lograr. Valioso punto a favor para el 208.
El diseño exterior es casi idéntico al modelo europeo, con las líneas curvas dominándolo todo. Como ya es clásico en Peugeot, las ópticas son de grandes dimensiones y se extienden hacia los laterales del auto. El capó no queda exento de las curvas, con una larga U que empieza en el emblema y se extiende por el techo (en los modelos sin techo panorámico se nota mejor) hasta la tercera luz de stop en la cola. Los detalles cromados en la parrilla y la marca en metal terminan redondeando un frontal muy atractivo. Los faros antiniebla delanteros equipan al 208 en las versiones Allure y Feline mientras el antiniebla trasero está presente en toda la gama.
Las curvas siguen en los laterales, donde se destacan las llantas de aleación de 16″ y el diseño de los retrovisores.
El Peugeot 208 es de esos autos que da gusto mirarlos y buscar las líneas que guiaron el diseño. Imaginar el boceto previo a la estampadora de chapa.
Desde adentro:
Por dentro el diseño no se queda atrás, pero los materiales propios de un auto de este segmento le quitan algo de glamour. No hay lugar para plásticos blandos pero por suerte la terminación es muy buena, sin detalles remarcables. El volante es de cuero en esta versión (Cuir es cuero en francés) y las butacas tienen una mezcla de cuero y tela. Hablando de las butacas, están diseñadas con mucho agarre lateral, casi como las de un deportivo, lo que ayuda mucho en maniobras rápidas pero al andar relajados uno se siente un tanto encajonado.
Encontrar una posición cómoda de manejo puede llevar un par de minutos, pero se logra. Lo que sucede es que una de las grandes novedades del 208 es su instrumental, que se ubica de tal manera que hay que verlo por encima del volante -que es más pequeño que lo normal- y no por dentro del aro, como es habitual. Al subirnos al auto nos pareció que la posición de manejo era demasiado elevada, por lo que bajamos el asiento regulable. Ahí notamos que no veíamos bien, así que ajustamos el volante (se regula tanto en altura como en profundidad). Una vez encontrada la posición, el instrumental resalta claro y es placentero de mirar, con relojes analógicos para velocidad y RPM, y digitales para combustible y temperatura del motor.
La pantalla central de 7”, en cambio, no resulta tan legible, al menos en combinación con el espectacular techo solar panorámico. Sucede que la luz que entra por el techo se refleja en la pantalla y obliga a mirar de frente para evitar los brillos, o cerrar el techo. Dicho esto, agregamos: todo el sistema multimedia es excelente, desde el navegador satelital hasta el equipo de audio, que suena muy bien. La pantalla táctil se comporta de maravillas, una vez que aprendemos a usarla. La configuración para conectar el celular por bluetooth es sencilla y atender y hacer llamadas un juego de niños.
El resto del equipamiento es sobresaliente, con todo lo que se le puede pedir a un auto de este segmento. Mencionaremos sólo algunos destacados: sensor de estacionamiento con diagrama en pantalla, sensor de ángulo ciego, sensores de lluvia y crepuscular (para que las luces se enciendan solas), apoyabrazos central, el ya mencionado techo panorámico (es enorme, pero no se abre), climatizador bi zona y control de velocidad de crucero, entre muchos otros. En el apartado de seguridad dispone de serie de doble airbag frontal, ABS con repartidor electrónico de frenado y cinturones de tres puntos en las cinco plazas (los delanteros son regulables en altura). La versión probada agrega airbags laterales y de cortina, entre otros. Ninguna tiene ESP.
Las plazas traseras son justas, como es habitual en este segmento, pensadas para no más de dos adultos. Punto a favor: tres apoyacabezas. Punto en contra: la caída del techo hace que una persona de un metro ochenta roce la cabeza a menudo.
El baúl de 318 litros está bien para su segmento (todos son chicos) y dentro podemos encontrar un auxilio de llanta de chapa de 15”. Este es el diámetro que equipa a las ruedas “titulares” del resto de las versiones, pero en el caso del la tope de gama queda una pulgada más chica.
En marcha:
El 208 viene en dos motorizaciones nafteras, la 1.5 y 8 válvulas de 90 caballos (el mismo motor del nuevo Citroën C3) y la 1.6 de 16 válvulas y 115 CV que ahora tiene distribución variable VTi, que es el que probamos. Ya lo conocíamos porque es el mismo motor del 308, entre otros. El torque máximo es de 152 Nm, disponibles a partir de las 4 mil revoluciones.
Este motor se siente bastante más a gusto en el 208 que en el 308, ya que pesa 200 kg menos y esto permite que las relaciones de la caja sean bastante distintas. En el 308 el motor tiende a ir enroscado todo el tiempo, mientras que en el 208 va mucho más sereno. Como ejemplo, a 130 km/h el motor gira a no más de 3.500 vueltas en quinta marcha.
El 208 es ágil sin ser picante como un deportivo. Reacciona bien -un mejor de arriba que de abajo- en todas las situaciones y puede desarrollar una muy buena velocidad de punta sin sentirse forzado. El sonido del motor se siente bien en la cabina -siempre y cuando tengamos el stereo apagado-, con un leve ronquido que dan ganas de acelerarlo. No pudimos probar el consumo de combustible, pero según los datos de la computadora de abordo, ronda en algo más de 10 litros en ciudad y en ruta alrededor de los 6, lo que no está mal.
Se sabe que agosto es en Córdoba el mes de los vientos, y en los días que tuvimos el 208 soplaron implacablemente. Algo del fuerte viento se hizo oír en la cabina, sin llegar a ser molesto. La buena noticia es que no lo sentimos en la dirección, y lo probamos de frente, de cola y cruzado. La suspensión, que es bastante blanda y cómoda en ciudad, no tuvo mayores problemas en ninguna situación. La dirección es eléctrica, lo que hace al 208 muy maniobrable en ciudad y en ruta algo blando, sin llegar a sentirse inseguro.
En términos generales, da mucho gusto andar el el 208, en la ciudad la suspensión es muy cómoda y en ruta el motor da lo mejor de sí para que tengamos ganas de bajarnos. Y si sumamos el techo panorámico, se convierte en un auto para hacerle muchísimos kilómetros.
Llegando:
La propuesta de Peugeot con este 208 es más que interesante. Se trata de un vehículo moderno, muy logrado estéticamente, con equipamiento bastante acorde a las distintas versiones y un motor que le sienta de maravillas, en este caso el 1.6 16v. Lamentablemente no pudimos probar el 1.5 8v, por lo que nos quedamos con una deuda. Los precios también son interesantes, con un rango que va desde los 106.300 pesos para la entrada de gama hasta los 134.600 pesos para el tope, que es esta Felline con pack Cuir. Recordemos, por citar sólo un par de ejemplo, que el Ford Fiesta KD arranca en los $125.300 (eso sí, con bastante más equipamiento de seguridad) y el Chevrolet Sonic, que llega desde Corea, en los $129.200 en su carrocería hatchback. Con el nuevo Citroën C3 comparten plataforma y rangos de precio. La garantía de dos años sin límite de kilometraje es otra invitación del 208 a seguir recorriendo caminos.
Su fuerte es el diseño y al ser un modelo que llegó a nuestro país con muy poca demora con respecto al resto de los mercados, tiene garantizada vigencia por varios años. Hay 208 para rato.
Galería de fotos
Hicimos un set especial de fotos del 208, que podés ampliarlo haciendo clic en cada foto. Próximamente también vamos a compartir un clip.
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