Toyota presentó el totalmente nuevo Corolla 2020 en sus versiones más caras, que incluyen por primera vez una versión híbrida. Es líder absoluto del marcado y para seguir adelante tuvo que renovarse.
La renovación del auto más vendido de la historia no es noticia menor. Toyota tiene este título hace muchos años y además es el auto más vendido del mundo ahora mismo, pero muy amenazado por la fiebre SUV, que presupone que las familias ya no quieren sedanes y sí vehículos más alto. Hablamos, por supuesto, del Corolla 2020, que acaba de ser presentado en Argentina (ver precios y detalles).
Se trata en este caso de un cambio total, una nueva generación con una plataforma distinta. Toyota se hace un poco de lío explicando esto: se habla de Plataforma TNGA, pero ellos dicen que en realidad ese el nombre de la filosofía. Correctamente se denomina Plataforma GA-C (segmento C) y es pariente de la GA-B (la del nuevo Yaris japonés, segmento B) y de la GA-K (segmento D, del Camry y la RAV4).
Mientras Ford decidió dar de baja globalmente al Focus para concentrarse en SUVs y pickups, Chevrolet lo mismo con el Cruze en los Estados Unidos (en Argentina lo sigue produciendo), Toyota sigue apostando por el Corolla. Saben que el segmento se está achicando pero sigue siendo negocio, y de paso aprovechan las ausencias.
Por fuera
Diseñar un nuevo Corolla debe ser todo un desafío, aunque por razones distintas a otros modelos. El Corolla es casi una filosofía de vida: tiene que ser elegante y atractivo, pero no demasiado llamativo. El cliente del Corolla es diverso en incluye en nivel mundial gran cantidad de flotas comerciales. Tiene que ser un auto lindo pero no estridente.
Partiendo de ahí, me parece que el diseño del Corolla 2020 está bien, sin ser demasiado destacado. Al principio no me gustó demasiado (esa gran pseudo parrilla delantera no me convence), pero con el correr de las horas me pareció cada vez mejor. Sobre todo por sus proporciones: es más bajo, levemente más ancho y más «gordo» de atrás. La vista trasera sí que me gusta.
Tiene leves detalle que no me agradaron, como el plástico negro en el parante C y sobre todo una curiosa textura porosa en la línea cromada trasera, que le da un aspecto de auto barato y no se entiende realmente qué hace ahí, porque uno de los laterales es liso y queda mucho mejor. Son detalle nimios que la mayoría ni siquiera verá.
Por dentro
Por dentro la corrección del nuevo Corolla es notable, y eso está muy bien. En ciertos aspecto no vale la pena revolucionar nada, sino simplemente hacer las cosas lo mejor posible, para que todo sea cómodo y a mano. La ergonomía general me pareció muy destacada.
El interior es confortable, elegante y muy funcional. La pantalla va arriba, como indican los manuales actuales de diseño, para que no haya que desviar tanto la mirada. El tablero no es lindo ni feo, pero tiene buena información y se lee perfectamente bien.
Todo el sistema multimedia es nuevo y anda bien. Por fin, Toyota comienza a ofrecer Android Auto-Apple CarPlay en sus vehículos y es una buena noticia porque uno se encuentra con un entorno ya conocido.
Lo mejor: al contrario de otras marcas, Toyota no quita los botones físicos, que permiten ser operados sin distraer la vista. Nadie lo dice, pero la realidad es que las viajas perillas sirven mucho mejor para bajar y subir el volumen que un botón en la pantalla. Es un típico caso de modernidad mal entendida, lo que funciona no debe cambiarse. Lo peor es que muchos lo hacen en realidad para ahorrar costos, pero Toyota sabe que el cliente de Corolla aprecia este tipo de clasisismos.
El espacio es bueno para 4-5 adultos y en equipamiento, la versión SEG (la más cara) tiene todo lo que se le puede pedir, con muy pocas excepciones: no tiene salidas de aire acondicionado atrás ni tomas USB. Lo más grave para muchos es que el auxilio no es de la misma medida en la versión naftera y en la híbrida, es totalmente temporario, algo que hasta ahora Toyota no había hecho en ningún modelo.
Según la marca, la idea fue bajar todo lo posible el peso de la versión híbrida, teniendo en cuenta que la potencia y toque no son muchos (122 CV y 142 Nm). Por eso el techo solar viene solo en la versión naftera, otra novedad del modelo. Suena a excusa, pero esa es la explicación oficial.
El plus del equipamiento son el radar y la cámara que le permiten al Corolla ofrecer ayudas a la conducción como mantenimiento de carril, luces altas automáticas, control de velocidad crucero adaptativo y frenado automático de emergencia. Es un paquete excepcional para un auto hecho en este lado del mundo. Lo más similar es lo que ofrece Ford en la Ranger.
En marcha
Durante el lanzamiento pudimos manejar la versión naftera en el hermosísimo autódromo de Balcarce y la híbrida por las calles de esta ciudad. No es un test drive pero sirve para tener una idea de cómo anda este Corolla 2020.
De la versión naftera se destaca su equilibrio: anda rápido y dobla bastante mejor que antes, pese a ser un vehículo muy alejado de una propuesta deportiva. La suspensión independiente en el eje trasero es una ventaja a la hora de doblar y el centro de gravedad más bajo siempre es una mejora. A la física se la puede ignorar, pero es implacable.
Las calles de Balcarce están en bastante mal estado y cuando me senté atrás noté una respuesta bastante dura del eje trasero, quizás porque uno espera un comportamiento muy confortable en un Corolla. Habrá que esperar un préstamo más largo para corroborar esta primera impresión.
Pese a ser del mismo tipo (CVT, variador continuo) la caja es totalmente nueva e incorpora un engranaje real de primera marcha para mejorar la respuesta. Es un tipo de caja que apunta al confort de marcha, por lo que probarla en un circuito de carreras produce algo de decepción, pero en el día a día seguramente la gente notará la mejora.
Según Toyota, los consumos del motor 2.0 son muy bajos, pero no pudimos comprobarlo.
Corolla 2020 híbrido
Con el híbrido me tocó la parte urbana y por eso no puedo decir mucho de lo que más me interesaba, que es la respuesta al acelerador, ya que como dijimos ni la potencia ni el torque son altos. Sí puedo decir que no tiene ese arranque hermoso de la RAV4 Hybrid y su más de 200 caballos.
Sí se puede adelantar que los consumos serán realmente bajos, porque el sistema recupera la energía y la usa al momento de romper la inercia. Un auto ideal para usar en ciudad con mucho confort y poco gasto. Más adelante se ofrecerá una versión con menos equipamiento y la misma mecánica híbrida, que será muy interesante en precio-economía.
Como novedad, la palanca de cambios tiene una posición e que permite recuperar energía en largas bajadas, haciendo las veces de freno motor pero con el generador de electricidad. Lo malo es que su posición está detrás de D en la selectora, y cuando uno la pasa sin mirar termina frecuentemente en E.
Llegando
El nuevo Corolla se renovó para seguir siendo el mismo líder de siempre. Sus mejoras no son revolucionarias (salvo por la mecánica híbrida) pero en todas sube un escalón, para hacerse más inalcanzable por la competencia.
Mientras el segmento tenga demanda, Toyota seguirá ofreciendo un gran producto, que se complemente con la mejor garantía (5 años o 150 mil km transferible, 8 años para la versión híbrida), buena reventa y destacado servicio de postventa. Son años de liderazgo que difíciles de empardar.
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