policia caminera

A raíz de un accidente por alcance en la circunvalación de Córdoba, advierten que los controles de la Policía Caminera muchas veces están mal hechos. Ya hay una denuncia.

Cualquiera que maneje por las rutas de Córdoba donde tiene jurisdicción la Policía Caminera sabrá de qué estamos hablando: muchas veces los controles de la fuerza provincial están mal señalizados y se producen frenadas bruscas. La gran paradoja es que la Caminera, cuya primordial función es prevenir accidentes, ya ha provocado por lo menos un par choques por mala ubicación o señalización.

Después del accidente fatal que se produjo en noviembre del año pasado cerca de Oliva, en el que se señaló al control de Caminera como uno de los causantes del choque, la Provincia mejoró la señalización de los controles. Básicamente, se pusieron carteles a ambos lados de la ruta y se agregaron más conos para que el control se puede divisar antes. Sin embargo, esta semana nuevamente hubo un accidente con responsabilidad de la Policía.

El domingo a la mañana, sobre la circunvalación de Córdoba, la Policía Caminera hizo detener sobre la carpeta asfáltica a una familia que iba de paseo a Los Reartes. Mientras duraba el control, un auto los atropelló desde atrás y se dio a la fuga, sin que la Policía haga nada por detenerlo. Por la insólita situación, ya hay una denuncia penal contra los agentes por incumplimiento de los deberes del funcionario público.

Más allá de este bochornoso caso (cuya responsabilidad fue admitida por el jefe de la Policía Julio César Suárez), el especialista en derecho de tránsito, seguridad y educación vial Horacio Botta Bernaus, advierte sobre los errores comunes en los controles. Según Botta, establecer un control sobre tramos donde la velocidad máxima permitida es de 110 a 130 km/h «siempre implica un gran riesgo» ya que puede resultar un «obstáculo aleatorio».

«Si voy a detener un vehículo y me voy a explayar en el pedido de documentación y revisión, debo sacarlo de la calzada sino estoy poniendo un obstáculo totalmente detenido y puede ser un riesgo importante», explicó el especialista. Otra cuestión que Botta pone en cuestión es la falta de claridad en el lenguaje corporal que el efectivo realiza para dar la orden de frenar o seguir: «En la duda, a veces uno frena y el policía nos hace avanzar; a veces no nos detenemos y se enoja porque no lo hacemos«.

Botta Bernaus fue entrevistado por Canal 10 de Córdoba y el resumen se pueden consultar a continuación. Es titular de la primera cátedra de Educación Vial en la escuela primaria, en el Instituto de Formación Docente de la Provincia de Córdoba y disertante y asistente en conferencias realizadas en Argentina, Iberoamérica y Europa, sobre derecho de tránsito, seguridad y educación vial.

Archivo: otro accidente fatal de 2013 por el que imputaron a tres policías (nota de La Voz del Interior).

 Foto: prensa de la Policía de Córdoba. 

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