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A través de Twitter, el dueño de Tesla mostró un video del diseño definitivo del Model 3, auto que ya tiene reservas por 400 mil unidades. En 2018 podría fabricar más eléctricos que todos los vendidos en 2016.

Si hay una empresa que está en la mira de todos en el mundo de los negocios es Tesla, la compañía del multimillonaro Elon Musk que, entre otras cosas, hace autos eléctricos. Los planes de Musk son siempre arriesgados y no tienen el ritmo habitual de la industria automotriz mundial, propensa a no mover un peón hasta tener toda la visión del juego.

Con Tesla hay una mezcla de admiración y desconfianza. Desde los inicios de la industria que no hay un personaje como Musk que forme una empresa a su imagen y semejanza. Esta semana, el millonario que originalmente se hizo famoso con PayPal mostró en un video de Twitter el último y definitivo avance de su Model 3.

El Model 3 va a ser el primer auto de precio relativamente asequible de Tesla, 35 mil dólares en los Estados Unidos, menos de lo que sale una Hilux media-base en Argentina. Va a ser más chico y sencillo que los Model S y X pero no por eso menos tecnológico. Gran autonomía con una sola carga eléctrica, mucha seguridad y la última versión de su piloto automático son algunas de las prestaciones que han logrado que haya 400 mil reservas -con un pago de mil dólares- para la nueva sensación de la industria.

Esto ha sembrado suspicacia en la industria porque la situación es particular. Tener ese número de pedidos por anticipado es el sueño de cualquier empresario, pero los desafíos industriales que plantea son muchos. Para tener una idea, en todas las plantas de Argentina el año pasado se hicieron 470 mil autos y en gran parte con tecnología que parece de otra era en relación a los modelos de Tesla.

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Prototipos del tesla Model 3. Por lo que se ve en el video de arriba, no será muy distinto el modelo de producción.

Un informe de la agencia Bloomberg da cuenta de estos desafíos. Algo muy inusual en la industria automotriz, Musk dio un adelanto detallado de los objetivos de producción que planea para el Model 3. Dijo que quiere hacer mil autos por semana en julio, 2 mil en agosto y 4 mil en septiembre. La producción se incrementará a 5 mil por semana a fin de 2017 y 10 mil semanales al término de 2018. Una barbaridad que levanta sospechas en los analistas de mercado y entusiasmo entre los fans de Musk, que parece repetir el hype de Steve Jobs y Apple.

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Los objeetivos de producción del Tesla Model 3.  Gráfico de la agencia Bloomberg con los datos de Tesla.

Si tenemos en cuenta que Tesla además debe seguir con la producción de los otros dos modelos -que seguramente crecerán menos-, los cálculos indican que Musk deberá producir alrededor de 500 mil autos en 2018. Esto es bastante más que todos los autos eléctricos que se vendieron en el planeta en todo 2016, de todas las marcas. Si las proyecciones se cumplen, estamos ante la puerta de una nueva era.

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La producción «inconmensurable» proyectada por Tesla. En azul el Model S, en gris el Model X y en fucsia el nuevo Model 3. Gráfico de la agencia Bloomberg con los datos de Tesla.

Ya sea por escepticismo o por temor, los popes de la industria están mirando detenidamente a Musk. Durante el reciente Salón de Ginebra, en una conferencia Herbert Diess, Jefe de Volkswagen, dijo que tuvieron que poner en stand-by la nueva generación de su lujoso Phaeton porque no tenía ningún diferencial que ofrecer sobre el Model S. En un mercado tan exclusivo, no se pueden dar ventajas y los autos de Tesla son la última sensación.

Los otros que podrían ver afectado su negocio en los Estados Unidos son Mercedes-Benz y BMW, ya que el Model 3 apunta directamente a Clase C y Serie 3, respectivamente. Los análisis dicen que de ninguna manera hay espacio para semejante cantidad de unidades en el segmento, teniendo en cuenta que las ventas acumuladas en 2016 del Clase C y Serie 3 fueron de 150 mil unidades. Los dos tienen precios que arrancan en los 33 mil dólares.

Tesla puede ser una revolución en la industria o un gran blef. A diferencia de cuando empezó, que debía pagar de más para conseguir proveedores, ahora la industria autopartista se pelea por hacer negocios con Musk. Quizás el cambio esté a la vuelta de la esquina.

Fuente: Bloomberg.


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