La EcoSport, que Ford acaba de anunciar que deja de producir en Brasil, fue un vehículo revolucionario que salvó las operaciones de la marca en ese país hace 20 años con el Proyecto Amazon.
La noticia cayó como un bombazo: Ford deja de producir autos en Brasil y seguirá como importador. Los dos modelos que actualmente se producen allí son Ka y EcoSport, que cesarán inmediatamente y seguirán a la venta mientras haya stock. El cierre de las tres plantas que le quedaban a Ford en Brasil implicará 5 mil despidos directos y no menos de 10 mil indirectos.
Los concesionarios, por cierto, deberán acomodarse a esta nueva realidad, donde quedarán menos modelos y de mayor precio, tanto en Brasil como en Argentina: la Territory que viene de China, Mondeo, Ranger, F150 y Mustang. Este año se sumará el todoterreno Bronco y probablemente la nueva pickup Maverick (ver más), estos dos últimos llegados de México.
En Argentina es posible que la EcoSport tenga una breve sobrevida con unidades importadas de otros mercados, pero más que nada para cumplir con los clientes del sistema de plan de ahorro (Plan Óvalo). En el caso del Ka, lo más probable es que se le devuelva el dinero aportado al sistema en caso de que no queden unidades para hacer entregas.
La EcoSport, un modelo revolucionario
La EcoSport fue una idea genial allá por 2002: conocida en la previa como Proyecto Amazon, la Eco le permitió a los consumidores aspirar a un SUV (en ese momento se decía 4×4 o una camioneta) a un precio razonable. Hay que recordar que entonces los únicos SUVs que había venían de Japón o los Estados Unidos, como la Vitara, RAV4 o CV-R.
No existía ningún otro SUV hecho en el Mercosur, y mucho menos un SUV del segmento B (autos chicos). Por cierto, Fiat había visto la moda que se venía y ya por aquellos años lanzó al gama Adventure, pero Ford fue más allá y creo un vehículo con nombre propio y estilo verdaderamente SUV, además de ponerle tracción 4×4 y un auxilio colgando del portón.
El golpe que dio Ford fue fuertísimo y los rivales tardaron casi una década en reaccionar. Renault lanzó la Duster recién en 2011 y luego se fueron sumando una decena de jugadores: Chevrolet Tracker (I y II), Honda HR-V, Peugeot 2008, Jeep Renegade, Nissan Kicks, Renault Captur, Citroën C4 Cactus y Volkswagen T-Cross y Nivus, por nombrar a algunos. Fiat se sumará pronto con dos nuevos modelos.
En Argentina, la EcoSport nunca perdió el liderazgo de este segmento B-SUV hasta 2020, cuando cedió ante T-Cross. En Brasil, en tanto, ya lo había perdido a manos del Renegade primero y al T-Cross después.
La historia
La situación de Ford do Brasil (y de la región) no era buena allá por los años 2000. La alianza con Volkswagen en Autolatina había sido perjudicial para la marca el óvalo, que salió de esta sociedad con una participación del 11% en 1994, mientras que VW tenía un 35% del mercado brasileño.
Ford no tenía autos masivos. Intentó con el Escort Hobby y no funcionó, lo mismo con el Fiesta español. En 1997 lanzó el Ka de producción local, que fue un auto global de diseño adelantado a su época. Sin embargo, su tamaño excesivamente compacto no le permitió ser todo lo masivo que Ford necesitaba y la marca estuvo a punto de irse de Brasil.
La solución llegó con el Fiesta y su conocido motor Zetec 1.6. Ford abrió la planta de Camaçari, en el estado de Bahía, con una capacidad de nada menos que 250 mil autos anuales. Tanto Fiesta como Fiesta sedán fueron exitosos, pero la revolución llegaría con el Proyecto Amazon.
Gabriel López, el recientemente jubilado presidente de Ford Argentina, participó del proyecto y contó que en ese momento la moda eran los monovolumenes. La idea original de Ford era montar algún otro producto sobre la base del Fiesta, pero no se decidían por cuál.
En la revista Miura, López, que estaba radicado en Brasil, contó:
«Recuerdo una reunión con el equipo de ingeniera en Brasil y Luc de Ferran –un profesional extraordinario, un innovador– dijo “¿por qué no agarramos un Fiesta y le ponemos ruedas más grandes, le hacemos la suspensión un poco más alta, y hacemos un Sport Utility”. La verdad es que pareció una buena idea porque todo el mundo quería un SUV, pero poca gente los podía comprar porque eran muy caros. Bueno, la historia del desarrollo fue larga, pero el resultado lo conocemos».
Ford quería reeditar las buenas ventas que estaban viendo en Estados Unidos con la Explorer y vaya que lo lograron. La Eco fue presentada en el Salón de San Pablo de 2002 (fue sensación) y lanzada en 2003, con ventas muy buenas tanto en Brasil como en Argentina.
Para completar el combo, Ford se dio cuenta en los estudios de mercado que la gente estaba dispuesta a pagar más por un SUV que por otros productos, por lo que la rentabilidad estaba más que asegurada. Eso es algo que sucede hasta el día de hoy: SUVs basados en otros productos (como Nivus sobre Polo) pueden valer casi el doble y se venden igual.
El resto, como se dice, es historia. En 2012 llegó la segunda generación, que siguió liderando cómoda y se hizo global, con producción en la India.En 2015 la planta bahiana cumplió un millón de unidades producidas y en en 2017 llegó un cambio importante, con nuevos motores y más tecnología. Como si fuese poco, la Eco, nacida en Sudamérica, se comenzó a vender en los Estados Unidos.
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