Tal como ocurrió en Argentina con «Meritocracia», General Motors lanzó una polémica campaña publicitaria para el Cruze en Brasil, en la que pide a los clientes que sean parte del cambio.
Evidentemente General Motors cree que no hay publicidad mala, sólo hay publicidad. Luego del revuelo que causó en Argentina la campaña Meritocracia, en la que valoraba el esfuerzo individual «del que llegó a donde llegó por su cuenta», ahora se mete en política nada menos que en el convulsionado Brasil.
Ambas campañas son parte de la promoción del mismo auto, el Chevrolet Cruze que se hace en Argentina. El spot estrenado ayer en Brasil se llama «Seja o Mudanza» (algo así como Sea el Cambio) y comienza con imágenes de protestas contra la corrupción, en momentos en que ese país se debate de crisis en crisis por los numeroso casos de sobornos que afectan tanto al actual gobierno como al anterior.
«Somos un pueblo que aprendió a exigir cambios» reza el spot, en el que se valoran desde pequeñas campañas contra los que estacionan su auto en un lugar para discapacitados, hasta los cambios que llegaron luego de la dolorosa derrota de la selección brasileña en el mundial de fútbol.
Pero el énfasis se pone en el los casos de corrupción -el «malandraje», según dice la locución- que han llevado tras las rejas a numerosos empresarios y políticos. En concordancia con Meritocracia, la campaña de GM en Brasil pondera el cambio desde el lugar del individuo.
En el medio, por supuesto, está el auto, y lo que en definitiva quiere Chevrolet es que la gente deje de comprar el Corolla y se pase al nuevo Cruze. Como lo contamos en esta nota, el arranque de ventas del Cruze no ha sido bueno en Brasil, pantentando una tercera de lo que lo hace el Corolla. El Cruze II es un auto muy moderno cuya producción en Argentina demandó una inversión de 650 millones de dólares. Pero por ahora las ventas no están a la altura de las expectativas, pese a que Chevrolet es la marca líder en Brasil.
La movida de marketing es arriesgada y por el momento las críticas son más bien negativas, de igual manera de lo que ocurrió en nuestro país. Para Ernesto Ortiz, Vice Presidente de Ventas y MKT de GM para el Mercosur, la campaña tiene riesgos pero no será mal interpretada. «GM no está tomado ninguna bandera política o partidaria. Lo que queremos decir es que todos tenemos que contribuir para los cambios, de las cosas chicas a las mayores», explicó el ejecutivo argentino a Motor1.com.
La archiconocida grieta argentina también está de moda en Brasil y cualquier tema termina remitiendo a discusiones políticas, por lo que la campaña de Chevrolet rápidamente ha sido excusa para posiciones a favor y en contra de Dilma Rousseff y Michel Temer, como puede verse en los comentarios del video que reproducimos acá abajo. El spot es el primero de una campaña que deberá estar al aire por lo menos por seis meses.
Veremos si GM logra torcer el rumbo de ventas del Cruze con este tipo de campañas agresivas, a riesgo de parecer un tanto desesperado por conquistar al consumidor. Tiene un producto que le gana a varios competidores en especificaciones, pero las campañas de GM por ahora no ponen al auto en el centro de la escena. Seguramente los focus groups y los «social listening» dicen otra cosa.
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