Tracker, modelo que ahora llega al Mercosur desde México, podría ser fabricado en Brasil de acuerdo a la prensa de ese país. También se menciona que la planta argentina de GM podría recibir otro producto.
Hoy por hoy es muy difícil pelear por volumen de ventas en cualquier mercado sin una buena estrategia de SUV’s (sport utility vehicle, lo que acá conocemos como 4×4). En el Mercosur en particular, por el precio de los autos, los SUV’s del segmento B como EcoSport son responsables una porción cada vez mayor de patentamientos.
Los saben todos, aunque algunos como VW o Toyota estén en deuda con el segmento. General Motors tiene un producto que gusta mucho en el público gracias a su potencia, su terminación y su espacio en términos comparativos. Sin embargo, la Tracker -de ella estamos hablando- siempre fue más cara que sus competidoras y recién ahora, luego de varios años, está logrando volúmenes significantes en Argentina. En Brasil, sin embargo, está décima, con la Honda HR-V vendiendo 7 veces más.
En un segmento tan lucrativo, donde la líder no es precisamente barata, GM no puede dar tanta ventaja. Con al renovación del modelo el año pasado -allá ahora se ofrece con el motor turbo del Cruze- seguramente crecerán los patentamientos, pero hay otra razón de fondo. La Tracker viene de México y tanto Brasil como Argentina tienen cupos de importación para no pagar los aranceles extra Mercosur, del 35%.
De acuerdo a la columna del conocido periodista Fernando Calmon, que fue replicada por varios medios de Brasil, GM podría comenzar a producir la Tracker en la planta de São Caetano do Sul, en las inmediaciones de San Pablo. Esta vieja planta de GM, inaugurada en 1930, ha recibido recientemente una obra de actualización que le permitiría recibir este modelo que comparte la plataforma CSV con Spin, Prisma, Onix y Cobalt, vehículos que ya se producen en este centro fabril.
Junto a Tracker, una nueva pickup compacta podría llegar a Sao Caetano, ya sea la nueva generación de Montana o una camioneta más grande para competir con Toro y Oroch. Calmon recuerda que General Motors no tiene más su centro de desarrollo en Brasil, por lo que los proyectos deberán ser hechos en Estados Unidos y China.
La duda que surge respecto a esta posibilidad es que la Tracker ya se encuentra en mitad de vida y lo más lógico sería pensar en la producción de la nueva generación y no de ésta. Sin embargo, GM se ha mostrado muy cauteloso respecto a grandes inversiones en Brasil hasta que no haya una perspectiva clara de crecimiento. Con la Tracker actualizada podrían tirar varios años más.
¿Equinox a Argentina?
Una de las razones que estarían detrás de la nacionalización brasileña de Tracker es la necesidad de liberar cupos de importación mexicano para comenzar a vender, a partir del segundo semestre de este año, la Equinox en ese mercado.
La Equinox está reemplazando en muchos países a la veterana Captiva, modelo que recientemente fue renovado en Argentina. La Equinox es más moderna y utiliza la reciente plataforma D2XX de General Motors.
Esta plataforma es nada menos que la misma del Cruze II, modelo que desde hace un año se produce en Argentina. La inversión para el Cruze y su moderno motor turbo ha sido muy alta, arriba de los 750 millones de dólares. Según la prensa brasileña, la planta de Alvear tendría varias fichas puestas para producir la Equinox para la región y liberar cupo mexicano.
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