Las marcas que importan autos y no producen en Argentina le pedirán al Gobierno volver a ser incluidas en el decreto que establece rebajas arancelarias para vehículos híbridos y eléctricos.
El decreto presidencial ayer, que volvió a habilitar a las automotrices a importar autos «verdes» con rebajas arancelarias, cayó muy mal en Cidoa, la asociación que reúne a las marcas que no producen en Argentina. El decreto establece un cupo de mil autos en seis meses, pero sólo para las automotrices reunidas en Adefa (fabricantes).
Ese era el esquema original de esta medida impulsada por el gobierno de Mauricio Macri en 2017, pero en 2019 el mismo gobierno amplió el beneficio a los importadores. Sólo un año después, la administración de Alberto Fernández les dice que no, y según ellos ya han invertido en «importación de unidades, equipamiento para los servicios técnicos y de posventa, incorporación y capacitación de personal, logística y publicidad, en una medida que comprendía la continuidad en la operatoria».
El comunicado dice veladamente que el Gobierno está beneficiando a las multinacionales en desmérito de los importadores, que en general son empresas de capital local representantes de automotrices mundiales. La excepción es BMW, que es filial de la casa de Munich.
«El restablecimiento por seis meses de la vigencia de las alícuotas correspondientes al Derecho de Importación Extrazona fijado por el Gobierno para un cupo de 1.000 unidades limitadas a las empresas terminales multinacionales radicadas y con producción en el país, implica una omisión con respecto a las terminales NO radicadas, en su mayoría de capitales nacionales, con perjuicio para sus actividades».
Cidoa informa que presentará la semana próxima un pedido formal a las autoridades para que sus empresas asociadas sean incorporadas al sistema. Además, remarca que la medida no beneficia a los consumidores, que deberían «disponer de la gama más amplia posible en la oferta en competencia».
El decreto
Mediante el decreto 846/2020 publicado ayer en el Boletín Oficial, el gobierno restituyó los beneficios arancelarios para los vehículos «verdes», que habían quedado en un limbo por falta de renovación. El decreto establece bajas para los autos eléctricos, híbridos (motor a combustión combinado con eléctricos) y pila de combustible (hidrógeno). El nuevo decreto dice que la medida sólo corre para terminales radicadas en Argentina.
Desde 2017 (gobierno de Mauricio Macri), los autos híbridos, que utilizan un motor de combustión junto a uno eléctrico, pagan 5% de arancel si vienen totalmente armados y 0% si son parcial o totalmente armados en Argentina. En el caso de los vehículos eléctricos, las alícuotas pasaron de 35% a 2% para autos importados y a 0% si son armados parcial o totalmente en el país. El mismo arancel se estableció para los autos a pila de hidrógeno.
Esta medida es común en buena parte del mundo, para favorecer la incorporación de este tipo de tecnología considerada ecológica.
La baja impositiva fue bastante usada por las automotrices, si bien la tecnología es estadísticamente irrelevante. Toyota fue la que más la usó con sus modelos RAV4 y C-HR, lo mismo que Ford (Kuga híbrida y Mondeo híbrido), mientras que Nissan trajo el Leaf 100% eléctrico. Renault vende la Kangoo eléctrica y hace tiempo amaga con el Zoe.
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