Las automotrices de Argentina se pusieron a disposición de la Nación en la crisis por la pandemia de coronavirus y el Presidente las mencionó en un discurso. Pero no es sencillo producir respiradores en sus fábricas.

Las automotrices argentinas reunidas en Adefa se pusieron a disposición del gobierno para afrontar la crisis derivada de la pandemia de COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Lo primero fue poner lo que tienen: Volkswagen, Ford y GM, entre otras, prestaron sus flotas de autos tanto para las fuerzas de seguridad como para el personal de salud y la Cruz Roja Argentina.

Otras marcas se sumarán en los próximos días con sus flotas, pero ayer el presidente Alberto Fernández las mencionó en su discurso, en el que comunicó que se extiende la cuarentena obligatoria hasta el 13 de abril.

Al referirse a un insumo crítico como son los respiradores artificiales, Fernández dijo que están trabajando con las fábricas de respiradores de nuestro país y en «algún proyecto que nos puede ayudar, con empresarios de la industria automotriz».

Ese proyecto es el de fabricar soportes de respiración mecánicos (que no son respiradores) en la planta de Toyota en Zárate.  Además, buscan proveer con piezas y ayudar a aumentar la productividad a los fabricantes de respiradores. Esto fue lo que puso a disposición Toyota, en comunicación con el resto de los fabricantes reunidos en Adefa.

En otros países algunas automotrices como Seat en España (grupo VW) están haciendo los respiradores con piezas como el motor del limpiaparabrisas (ver video). En Estados Unidos, Trump no tuvo contemplaciones y ordenó a Ford y GM a producirlos. Ford ya comenzó (ver más) y GM lo está haciendo en estos días. Otras, como FCA, están haciendo barbijos y máscaras para médicos.

Pero en Argentina no es tan sencillo. Las plantas mencionadas son de autopartes (en la de Seat se hace un extremo de dirección) y no de fabricación de autos, ya que difícilmente una línea de montaje pueda servir de algo en la fabricación de respiradores.

En el video de Seat se puede ver la dificultad. Tuvieron que hacer siete prototipos en una semana antes de lograr el diseño definitivo y poder ponerlo a prueba intensiva. No es sencillo homologar un producto como éste, para una industria como la de insumos médicos.

Pero la principal limitación es una pieza clave en los respiradores, que se hace en los Estados Unidos y que el proveedor es, a su vez, proveedor de las automotrices. Por eso lo primero que se hizo fue consultarlo, pero la respuesta fue negativa: Trump prohibió la exportación de ese insumo esencial.

Sin esa pieza, lo que están haciendo las automotrices es ofrecer ayuda a los fabricantes de respiradores ya establecidos, dándole el know-how de producción en serie y aportando todas las piezas que puedan servir. Pero el cuello de botella es real, y Fernández mencionó que en otros países sucede lo mismo (justamente, en España).

GM, en tanto, ofreció las instalaciones al gobierno de la provincia de Santa Fe para colaborar con las actividades que realiza junto a la Universidad de Rosario en el desarrollo de equipos médicos. Otras hicieron ofrecimientos similares, pero la producción real de respiradores artificiales parece ser más una buena intención que una realidad alcanzable.

El gobierno pidió el stock de autos

Más allá del comunicado de algunas, todas las automotrices ofrecieron sus autos de flota para el estado argentino, y es el Ejército el que más lo está usando. Pero, además de esto, el gobierno pidió el stock actual de autos (sobre todo utilitarios) para compráselo, eventualmente, a las automotrices.

Camiones, motos, utilitarios chicos y camionetas son los principales intereses de ejecutivo, que pidió poder acceder a ellos de forma urgente en caso de necesitarlo. Las automotrices ya mandaron un listado completo de lo que hay disponible.

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