De la compra total del grupo Fiat Chrysler al interés por Jeep: una semana de rumores envuelve a FCA y empresas chinas. Por ahora la compañía niega «acercamiento» por parte de Great Wall.
La semana pasada y el comienzo de ésta han sido surcadas por rumores fuertes respecto al interés de empresas chinas por el grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA). En un principio fue la agencia Automotive News la que indicó que había una empresa china interesada en FCA, luego Geely salió a decir que no era ella y por último Great Wall Motors, la más importante de China, dijo que efectivamente estaban interesados pero no por todo FCA, sino por la marca Jeep.
Es decir, hay más que rumores. Ayer, FCA tuvo que salir a desmentir haber sido «abordada» por Great Wall en relación a la marca Jeep ni ninguna otra del grupo. El aviso apunta a tranquilizar a los inversores y allí mismo FCA expresa que está «plenamente comprometida con su plan 2014-18» que, por cierto, termina en seis meses.
El asunto es muy complejo, desde lo económico hasta lo político. Analistas de mercado señalan que la marca Jeep puede valer más que todo el grupo FCA -alrededor de 33 mil millones de dólares-, ya que los SUV’s o todoterrenos son el tipo de vehículos que más crecimiento tiene en el mundo.
En 2008, Jeep vendía apenas medio millón de unidades, casi todas en EE.UU. Este año deberían llegar al triple de ese volumen, y en 2018 el objetivo es llegar a dos millones de unidades al año. El Renegade, que se hace en Brasil entre otros países, ha sido una pieza fundamental, pero el nuevo Compass ya lo está superando. Si el fervor por los SUV’s no se detiene, Jeep puede ser una mina de oro, con una propuesta ganadora para cada segmento.
Políticamente, no sería sencillo para Sergio Marchionne (el ya famoso CEO de FCA) «venderle» la operación a una administración como la de Donald Trump. Great Wall hizo varios intentos por vender sus SUV’s en Europa y los Estados Unidos, sin éxito. En este sentido, comprar Jeep y sus miles de concesionarios en Norteamérica sería un atajo caro pero muy redituable.
Quizás por esto el rápido comunicado de FCA, pese a que quien había confirmado el interés fue el propio vocero de la presidenta de Great Wall, Wang Fengyin, a la agencia Automotive News. Es evidente que alguien no está diciendo la verdad.
Great Wall es la compañía automotriz más importante de China. “Estamos muy interesados en Jeep y la monitoreamos hace mucho tiempo. Nuestro objetivo es convertirnos en el mayor fabricante de SUV’s del mundo y adquirir Jeep, una marca fuerte y reconocida globalmente en este segmento, nos daría condiciones de lograr la meta más rápidamente» dijo Xu Hui, portavoz de la compañía.
Hace tiempo que Sergio Marchionne busca una compañía con la que asociarse para lograr sinergias que abaraten los costos de investigación y desarrollo. Hizo todo lo que pudo para convencer a General Motors, pero su interés no fue correspondido. Tampoco Volkswagen quiso matrimonio con FCA.
Un desprendimiento de Jeep sería todo lo contrario a lo buscado, ya que los modelos exitosos de esta marca comparten elementos con otros productos de FCA, como el Renegade con la Toro o con el 500X. Además de Jeep y Fiat, FCA tiene a Chrysler, RAM, Dodge, Abarth, Alfa Romeo, Maserati y Lancia. Ferrari, otra gallina de huevos de oro, ya no es parte del grupo. En este sentido, vender sólo la marca Jeep no parece tener mayor sentido.
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