Continuas devaluaciones y un esquema regresivo hace que cada vez más autos sean abarcados por los impuestos internos a los autos, que se encuentran en record histórico. La base imponible bajó hasta casi la mitad.
Apenas asumió el gobierno de Alberto Fernández, su equipo económico reinstaló la primera escala de los impuestos internos a los autos, que había sido usada en el segundo gobierno de Cristina Fernández como freno a la salida de dólares vía compra de autos. Mauricio Macri había prometido eliminar las dos escalas, pero sólo eliminó una y subió la base imponible de la segunda.
En su momento fue presentado como un «impuesto a lujo» en diciembre de 2013. Pero la devaluación de enero de 2014 (Kicillof) llevó a que paulatinamente fuese impactando a cada vez más autos hasta agarrar a los de industria argentina, que a nivel internacional de ninguna manera podrían considerarse de lujo. Cabe mencionar que los impuestos internos a los autos existen desde hace más tiempo.
Ahora, el impuesto recargado directamente comenzará a afectar a los autos más caros del segmento B (el más popular de Argentina) y de allí para arriba a todos. De acuerdo a lo dispuesto por la Afip hoy, los autos de más de $2.050.000 de precio de venta al público (aproximado) comenzarán a pagar la primera escala. Los de más de 5 millones pagarán la segunda.
Estos valores, en dólares, son record por la cantidad de autos que van a verse afectados. Contabilizando el dólar oficial (que es lo que corresponde, porque se importan a ese valor), en 2008 la primera escala afectaba a autos de más de US$61.814 ($194.810). En el impuestazo de 2013, la base bajó hasta los US$42.317. Para el fin del mandato de Cristina, gracias a no actualizar la base y la devaluación, llegó a US$31.690.
Ahora, el impacto será en los US$25.878. Otro factor importante es que no sólo bajó la base imponible (afecta a más autos) sino que subió la alícuota, de 10% (efectiva 11,1%) a 20% (25% de tasa efectiva), con lo que la presión impositiva es récord.
Las versiones más caras de los SUVs del segmento B llegan al límite de los dos millones de pesos y buena parte de los sedanes del segmento C (como el Corolla de Alberto Fernández) quedarán impactados por los impuestos internos.
El mercado no es el de 2013
Es importante mencionar que 2013 fue el año record para la producción y la venta de autos 0km, que llegó casi al millón de patentamientos. En estos momentos, en cambio, el mercado viene de una caída de casi el 50 por ciento de 2018 a 2019 y este año podría repetirse el fenómeno. Los más optimistas indican que podrían venderse 300.000 autos 0km este año.
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Fuente: datos propios e información de difundida por Ernesto Cavicchioli.